el sonido de una risa

aclarado

La mañana en el trabajo de cada una fue algo frustrante, ninguna se concentraba , la morena porque pensaba que Luisi había desviado la pregunta de su hija y tal vez era porque le había gustado mucho la noche pero hasta ahí, después de todo acababa de salir de una relación algo tormentosa o muy tormentosa y seguro ahora no estaba para tener relaciones y la rubia por su parte porque pensaba que la despedida había sido muy amarga y eso no le gustaba mucho pues a pesar de haber recién acabo una relación, sentía que con la morena era algo distinto.

La mañana paso y las dos miraban el móvil pero ninguna recibía un WhatsApp de la otra, tampoco lo escribían, se supone que querían darse su espacio y ver qué pasaba pero así no se hacen las cosas , así no se consigue nada.

Luisi al salir fue con su hermano al local de la mayor de las Gómez a tomar un café contándole lo que había pasado Marina, lo que pensaba hacer si la volvía a molestar no estaba dispuesta, no quería que la molestará y más sabiendo por oídos de otras personas que aún estaba con la chica con la que la había engañado, pero eso ya no era lo importante, lo más significativo para la rubia era que no le dolía, que le daba casi igual y estaba dándose cuenta que sus heridas estaban sanado, de ello se habia encargado la propia Marina al molestarla como lo hacía, se había encargado Amelia con cada sonrisa que le dedicaba, con cada caricia que le había dado la noche anterior, pero lo más importante con la mirada, esa mirada en la que encontraba lo que sus palabras no podían decir, con la mirada de Amelia sentia como su  piel se pone de gallina.

Amelia por su parte salio de su trabajo con Carola de la mano, le había prometido ir al parque y después a merendar, así lo hicieron, la niña jugó, disfruto en el parque, quemo todas las energías que tenía y después se pusieron en camino a la plaza de los frutos para merendar e irse a casa para ducharse y hacer la pequeña los deberes mientras la madre se duchaba y después prepararía la cena.

Antes de eso se sentaron en el asturiano para merendar, Carola vio desde fuera a Pelayo y fue a saludarlo corriendo, el hombre le dio un beso y le dijo que se sentará con su madre que le iba a llevar churros para la merienda,  la niña salió a la terraza donde estaba la madre sentada de la mano del abuelo de la rubia.

- Buenas tardes Amelia, te traigo un café?

- Hola Pelayo,  que tal? Un café estaría bien y para Carola - tranquila mami yo ya pedí mi merienda

-  Y se puede saber qué has pedido? Carola que sepas que esto de pedir en los bares sin saber yo lo mismo que vas a pedir está mal.

- Mami, es el abuelo, el no me va a dar nada malo ni que no pueda comer.

- Tranquila Amelia ha pedido un cola cao y churros.

- De acuerdo.

- Hola, se escucho una voz tras la morena.

- Luisi!!!! La niña se tiró a los brazos de la locutora,

- Peque, como estás ? Como te fue en clase?

- Bien!!! Le he dicho a mis amigos del cole que conozco a la mejor locutora del mundo!!! - la niña lo decía con una enorme sonrisa.

- Hola Amelia, cómo ha ido el día? - La locutora se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla, la morena le sonrió , pero esa sonrisa no era la misma de ayer, no era la misma que días atrás le dedicó cuando estaba Marina delante y dijo que había escuchado lo que comentó en la radio.

- Amelia, Amelia, que pasa?, hice algo que te molestaras? Si es así te pido perdón, no sé qué es pero dímelo por favor.

- No te preocupes Luisi, no importa.- la locutora se sentó más cerca de la morena y le hizo señas a su abuelo que pasaba por el lado al acabar de atender a otra mesa para que distrajera a la niña , pero antes de eso la niña las miró - Mamá, Luisi, estoy enfadada con ustedes que lo sepáis.

Las dos mujeres se quedaron mirando a la pequeña sin entender nada. Que le habían hecho a la niña para que se enfadase con ellas.

- Carola cariño, mira a mamá por qué estás enfadada con nosotras? - la pequeña se cruzó de brazos y les dijo que no era justo que ella preguntase algo y ninguna de las dos le contestará.

Las dos mayores se miraron y después Luisita vio como la maestra miró hacia abajo, en ese instante la locutora se dio cuenta del comportamiento de Amelia.

- Carola, las personas mayores no se hacen novias de la noche a la mañana, pero mirame cariño, nada me gustaría más que ser la novia de tu mamá, nada me haría más feliz, pero los adultos hacemos las cosas más despacio, entiendes cariño?

- Si, Luisi lo entiendo pero vendres está noche a casa con nosotras ?

- Ya veremos vale?, mira ve con el abuelo que te está esperando.

La pequeña salió corriendo y en ese momento la rubia miró para su compañera - Amelia, que pasa? Estás así por qué está mañana no le contesté a la pequeña?. Amelia, me puse nerviosa, no quería contestar sin antes hablar nosotras, Ame mirame porfa, te estás convirtiendo en alguien muy especial y solo quiero hacer bien las cosas.

- Luisi, yooo- Shhh tranquila morena, sabes una cosa? Que me encantas, que me gustas mucho, que te estás metiendo muy muy dentro de mi, solo que - agacho la mirada, para no besar a la morena en ese instante.

- Mira Luisi, lo siento, siento mi comportamiento, siento haberme comportado como una niña, no quería despedirme de ti así está mañana, tampoco quería estar toda la mañana sin hablarte, rubia tú a mí si que me encantas, me encantan tus besos - En ese momento la rubia o lo pudo evitar se levantó de la silla y la beso, un beso corto pero sincero.

Las dos mujeres llamaron a la pequeña para irse a casa, se despidieron de Pelayo y las tres pusieron rumbo al edificio, las miradas entre las adultas eran constantes en el corto trayecto.

La noche paso rápido, la pequeña se quedó dormirá en los brazos de la rubia, está la miró como si fuera su hija, como si ya la niña estuviera en su familia, por otra parte ese pensamiento volvió a ella, se podría acostumbrar fácilmente a esto. Amelia cogió a su niña en brazos para llevarla a la cama.

- Ahora vuelvo, no sé te ocurra irte. No le contesto la rubia con la cabeza.

Amelia al volver se encontró a la rubia en pie en medio del salón, se acercó a ella lentamente muy lentamente, la miró, le sonrió y la beso, la beso lentamente como si la vida le fuera en ello, como si con cada roce de sus labios los quisiera graba a fuego en los suyos propios.

Las dos caminaron besándose a la habitación, recorriendo cada centímetro de su piel, entre besos caricias miradas.

Esa madrugada las dos dormían desnudas abrazadas, las dos habían disfrutado de toda la pasión que sentía .

- Mami, mami, la niña entró en la habitación como un huracán, Amelia había estado más lista y sabía que el llegar a su cama así lo hacía bastante amenudo, por eso en cuanto se despertó a mitad de la noche con mucha pena despertó a la rubia para que ambas se pusieran el pijama.

- Ven aquí preciosa , la rubia dio unos golpes en la cama para que la niña llegara hasta allí para darle muchos besos..

- sabes una cosa? Creo que mamá y yo vamos a ser novias pronto, le susurro la rubia en el oído.

La niña dio palmadas de alegría, su madre al salir del baño le pregunto que pasaba y cuando la pequeña fue a contestar la locutora le tapo la boca, Amelia alzó la ceja, un signo que a la rubia la mataba de placer y que para la niña significaba que estaba enfadandose.( El mismo  gesto tan distinto para cada una).

- Es nuestro secreto le susurro en el oído, Carola la miró y afirmó con la cabeza.

Amelia se haceco a la niña para darle un beso de buenos días y de irle que la quería, la rubia no perdió la ocasión y le dijo a la morena que ella también quería su beso, la maestra volvió a alzar la ceja y la Gómez se encogio de hombros, señalándose los labios- Amelia negocon la cabeza con una sonrisa tonta fue hasta donde estaba la rubia y le dio el beso.

Una vez las tres desayunaron, salieron cada una a hacer sus cosas, Amelia y su hija al colegio, pues la morena empezó también con las clases por las mañanas y la locutora en busca de su hermanito para acudir a la radio.

Hasta aquí el capítulo de hoy.

Perdón por las faltas de ortografía ❤️