NATALIE BIDEN

1.7K 82 2
                                    

T/N G!P

.............................................................................

Pov. Natalie

Estaba a minutos de tener que entrar a un vestuario lleno de jugadoras del equipo nacional de baloncesto femenino de mi país, Estados Unidos. Mi abuelo me había mandado en su nombre para apoyar a los equipos americanos en los Juegos Olímpicos de París que llegaran a la final de sus respectivos torneos.

Hubiera querido venir él, más cuando le gustaban tanto los deportes y los Juegos, pero por su apretada agenda le había sido imposible así que me mandó a mí. Al final estaba todavía de vacaciones en la universidad y no tenía mucho que hacer en verano salvo  asistir con él a alguno de sus actos oficiales como presidente.

Como representante de la Casa Blanca y como estadounidense no podía estar más orgullosa de todo lo que nuestros deportistas estaban consiguiendo. Llevábamos muchas medallas en el casillero gracias a todo el esfuerzo puesto en los entrenamientos y poder poner mi granito de arena, al menos para motivarles un poco en las finales, era increíble.

No me importaba tener que dar pequeños discursos motivadores si con eso ayudaba a traer más medallas a mi país, pero lo que sí me importaba era que, en el equipo de baloncesto femenino al ver iba a ver ahora, había una jugadora en particular que me ponía muy nerviosa.

T/N Allen

Se trataba de la jugadora número 11. Cumpliría los 20 años en unos meses ya que era de diciembre, aunque ya medía 1'82 metros. Era la novata del equipo y también la más joven de todas las demás jugadoras. Estaba disputando sus primeros Juegos Olímpicos con la selección absoluta después de estar haciendo una temporada increíble con su equipo en Minnesota y de destacar por encima de todas sus compañeras en las inferiores de la selección en la última competición internacional que hubo. Jugaba como base en la pista y era una de las jugadoras más rápidas de todos los países.

Después de haber mencionado todos estos interesantes datos como jugadora sobre Allen había que añadir uno más importante y personal para mí... y es que era mi ex novia.

Fue mi primer amor, mi primera vez y mi primer todo. Salimos durante año y medio más o menos hasta que mi abuelo fue elegido presidente de los Estados Unidos cuando ambas teníamos 16 años. Su elección condicionó bastante en nuestra relación porque empecé a ser perseguida por los medios para saber cosas sobre mi abuelo y a que me compararan con todo el mundo y la presión, al final, me ganó.

Tampoco ayudó que mi entonces novia tuviera que irse a jugar a Minnesota a un equipo de la WNBA cuando estábamos en el peor momento de la relación. Tener que estar a varias horas en avión de distancia de la otra, no poder vernos  todo lo que queríamos y aguantar toda la presión mediática encima hizo que cometiera un grave error... le acabé poniendo los cuernos a T/N unos meses después de que se fuera de la ciudad.

Fue en una noche de borrachera con algunos de mis amigos y con un chico que no conocía y que no había vuelto a ver, tampoco como que quisiera. No fui consciente de lo que pasó hasta el día siguiente cuando me desperté en una cama que no era la mía en un cuarto que no conocía y con alguien que no era mi novia.

Lo que hice no tenía excusa por mucho que fuera borracha y, de hecho, me iba a arrepentir toda mi vida de que hubiera pasado. En cuanto T/N se enteró porque se lo dije al no poder con la culpa que tenía encima me dejó... algo normal en cualquier situación así, pero no por eso era menos dolorosa para ninguna de las dos.

Eso ocurrió hace 8 meses, pero la herida en mi corazón seguía tan abierta como entonces. No sabía si ella seguiría sintiendo lo mismo por mí o si me odiaría. En verdad no habíamos hablado desde que rompimos. Hacía mucho que no la veía en persona sin que estuviera concentrada en sus partidos y donde, además, tuviéramos que conversar.

Famosas One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora