Famosas One shots

ONA BATLLE

T/N mujer

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Pov. T/N

El partido estaba demasiado reñido, el Barça estaba dando lo mejor de sí mismas para llevarse la copa de la reina, pero nosotras también y por eso seguíamos empate a 0 en el marcador cuando estábamos ya en el minuto 86 de partido.

Los dos equipos habíamos tenido muchas oportunidades para marcar, pero hoy las porteras estaban teniendo su día, obviamente para nuestra suerte porque Misa lo estaba haciendo increíble.

Sacó Misa de portería con un pase largo que pudo cabecear Weir antes de que Alexia pudiera alcanzar el balón, que llegó a los pies de Esther que había bajado un poco para tener la posesión de la pelota.

Acabé teniendo el balón después de un pase al espacio por lo que corrí lo máximo que pude hasta controlar el balón al borde del área, pero al instante se me pusieron casi encima. Levanté la mirada viendo los ojos marrones de Ona querer quitarme la pelota, pero no se lo iba a poner fácil.

Escondí el balón y miré hacia atrás viendo que me estaba metiendo la pierna tratando de quitármela, aunque aproveché eso para dar un pequeño taconazo y salir de su agarre sin contar con que terminaría tirándome al suelo con ella encima de mí.

Claramente, el árbitro pitó falta y tiro libre para nosotras. Giré la cabeza sintiendo todavía el peso de la jugadora culé sobre mi cuerpo, aunque no se le veía con ganas de quitarse.

–Esto... Ona... ¿te quitas?–le pedí así como si nada.

–Sí, claro, lo siento–murmuró levantándose y extendiendo su mano para ayudarme–¿estás bien?

–Todo bien Batlle–asentí dándole un apretón en la mano.

Todas nos colocamos en el área menos yo que iba a ser quién la tirara. Tenía una buena pierna izquierda y ya había marcado otras veces desde esta misma posición. Miré hacia mis compañeras viendo que muchas asentía con la cabeza pues sabían lo que estaba tramando hacer.

Ellas tenían confianza en mí, en que pudiera marcar... y eso iba a hacer. Cuando la colegiada hizo sonar el silbato suspiré fuerte y cogí un poco de carrerilla hasta patear el balón haciendo que diera un efecto hasta que acabó en el fondo de la red tras entrar por la escuadra.

Fui corriendo hacia el banderín tirándome de rodillas deslizándome. Al instante sentí cómo todas mis compañeras y también amigas se tiraban sobre mí gritando.

Me levanté con la ayuda de Athenea, que me abrazó y besó mi mejilla contenta. Volvimos juntas a nuestras posiciones y miré el tiempo, teníamos que aguantar menos de 3 minutos más lo que añadieran para ganar la copa.

El Barça volvió a poner el balón en juego y se lanzaron directamente al ataque. Achicamos todos los balones que colgaron al área hasta que, faltando solo 1 minuto, cogí el balón y empecé a correr para alejarlo lo más que pudiera de mi área.

Conmigo estaba corriendo obviamente Ona, que volvía a intentar quitármelo. Cargó contra mi hombro y me tiró al suelo haciéndome daño en la caída, pero la árbitra no pitó falta por lo que tuve que levantarme con algo de dolor y correr de vuelta al área.

Para mi suerte, Misa consiguió atajar un tiro lejano de Patri Guijarro y se quedó en el suelo hasta que pitaron el final del partido.

Me tiré al suelo sin creer que habíamos ganado la Copa de la Reina tras haber peleado cada partido durante toda la temporada hasta llegar aquí. No pude evitar que alguna lágrima de felicidad saliera de mis ojos, aunque enseguida me la quité porque no me gustaba que se viera.