KENDALL JENNER

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T/N G!P

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Pov. T/N

Seguía sin saber para qué tenía que ir a esa absurda fiesta donde solo iba a haber gente aburrida hablando de cosas superficiales. Ya iban a ir mis padres y mis hermanos a dicha reunión representando a nuestra familia y a la empresa que ellos tenían. No había ninguna necesidad para que yo también fuera a ese lugar a hacer el ridículo como todos... pero mis padres me habían obligado.

Tendría que estar disfrutando de mis merecidas vacaciones después de la temporada tan larga que había tenido. Habían sido los Juegos Olímpicos y habíamos ganado la medalla de oro, la primera para mí y la 5ª para la USWNT. Aparte de todo eso, con mi equipo había hecho un póker de títulos habiendo ganado todo lo que se podía en España y Europa. Todo había ido increíblemente bien para mí, pero tener que emplear mi poco tiempo libre en hacer el payaso no era algo que me gustara ni me apeteciera.

Me iba a incorporar a entrenar de nuevo en poco tiempo y, en vez de disfrutar lo que me quedaba de vacaciones en mi casa o en la playa relajándome... estaba en Nueva York asistiendo con mi familia a una cena de negocios que me daba igual porque nunca me interesaron demasiado los temas relacionados con la empresa familiar.

-No creo que sea tan malo-habló mi mejor amiga Alexia desde la pantalla mientras le hacía una videollamada-solo tienes que ir allí y socializar con los amigos de tus padres... nada que no hagas un día normal.

-Es que no sabes cómo es la gente con la que se relacionan-bufé ajustando mi camisa que me habían obligado a ponerme-son unos pijos, además los que tienen mi edad son unos mimados que no han dado un palo al agua en su vida.

No estaba diciendo ninguna mentira. Apenas podía soportar a dos personas de ese círculo en el que mis padres se movían porque todo el mundo era muy superficial y estaban acostumbrados a tener todo lo que quieren y cuando lo quieren.

Además de que, como siempre estaba jugando al soccer en otro país, no solía hablar con nadie ni asistir a eventos de este tipo. Sin embargo, en esta ocasión no había podido librarme porque no tenía nada que hacer.

-Solo respira y tranquila-aconsejó tras unos segundos pensando-puedes hacerlo ¿sí? Son solo un par de horas... piensa en que es un partido más donde tienes la presión de jugar bien pero si ganas, vas a llevarte el título de tu vida. Solo tienes que jugar como sabes, alejarte de los posibles rivales que quieran acercarse a ti y aguantar la posesión hasta que acabe el partido.

-Por estas cosas te amo-comenté haciéndole reír-recuérdame por qué no estamos juntas.

-Bueno... somos como hermanas, prometimos no cruzar ese límite cuando nos hicimos cercanas, tengo novia y tú tienes algo en las piernas que no me gusta...-enumeró divertida y, al final, acabamos soltando una carcajada-creo que son muchas cosas a tener en cuenta.

-Vale, te lo compro-asentí con la cabeza y justo escuché la voz de mi madre llamarme-tengo que irme ya, Ale, pero hablaremos mañana. Llego la semana que viene por la noche a Barcelona, ¿querrás quedar el domingo en mi casa para cenar y ponernos al día de todo lo que ha pasado? Podemos invitar a Mapi y a la Princess si quieres.

-Claro, ahora les digo-accedió sin problema-nos vemos, te quiero gringo.

-Igual yo-me despedí y colgué la llamada.

Famosas One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora