Famosas One shots

ARIA MONTGOMERY

T/N mujer

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Narrador Omnisciente

Después de la desaparición de Alison, ninguna de las chicas que antes componían el grupo permanecieron mucho tiempo unidas. Sin la aparente líder y dado que empezaron las vacaciones de verano, se hizo más fácil que cada una siguiera su camino por separado.

Por su parte, Aria descubrió que su padre le estaba siendo infiel a su madre por accidente. Desde luego, nunca quiso saberlo puesto que ahora no sabía qué hacer. Su padre le aseguró mil veces que habían sido solo un par de veces, que seguía amando a Ella como el primer día.

A partir de esa noche, cada comida y cena en familia de las que antes la castaña disfrutaba se habían convertido en pequeños infiernos de media hora de duración. Lo malo era que ahora no tenía a sus mejores amigas para desahogarse... le quedaba muy poco para contar todo lo que vio, más cuando veía a su padre tan amoroso con su madre después de lo que había hecho.

Hasta entonces había sido muy cercana a su padre, lo consideraba su héroe cuando era una niña pequeña, pero ahora no podía verlo de esa manera... no después de ponerle los cuernos a su madre sin preocuparse de qué pasaría con su familia.

Poco después, los Montgomery se mudaron a la capital de Islandia, donde Byron comenzó en la nueva sucursal de su empresa. Los primeros días en el nuevo país fueron duros para todos en la familia, teniendo que acostumbrarse a la nueva casa, las nuevas personas....

La casa era de dos pisos, bastante grande, pero no se parecía en nada a la casa que tenían en Rosewood y en la que había pasado su vida. Sin embargo, la hija mayor de los Montgomery no estaba para nada agusto allí.

Quería volver a su ciudad de siempre con las amigas que había tenido siempre, aunque en ese momento no se llevaran del todo bien por lo ocurrido con Alison.

–Voy a dar una vuelta–anunció Aria cogiendo una chaqueta del perchero–no puedo más.

–Claro cariño, ten cuidado–le pidió su madre dándole un beso en la frente–sé que es difícil, pero solo es cuestión de adaptarse.

Aria le dio una pequeña sonrisa puesto que quería decir muchas cosas, pero no quería que su familia se fuera a la mierda. Después de todo, necesitaba pretender que seguían siendo la familia perfecta que siempre habían sido hasta que descubrió a la amante de su padre.

Caminó lentamente por el vecindario viendo lo distinta que era Islandia a Rosewood, el lugar donde había vivido desde que nació prácticamente. Era mucho más frío, hasta había visto rastros de nieve en algunos puntos altos del país.

Acabó llegando a una pequeña cafetería que se veía acogedora. No sabía a dónde ir, así que le pareció buena idea entrar a tomar algo para relajarse. Entró viendo que no había muchas personas, pero olía delicioso a pastelería casera.

Se sentó en una de las mesas y esperó a que algún camarero se acercara a atenderla. Para su suerte, no tuvo que esperar mucho cuando una chica apareció en su radar de visión con una pequeña libreta y un bolígrafo.

–Buenos días, mi nombre es T/N y seré su camarera–se presentó, Aria notó al instante un marcado acento italiano, cosa que la confundió un poco porque estaban en Finlandia... bastante lejos.

Ciertamente, también notó que era hermosa, su pelo negro caía elegantemente sobre sus hombros en pequeñas hondas. Además, aquellos ojos grises iguales a la plata mirándola fijamente hicieron que se atragantara un poco con su propia saliva.