Emma Anderson, una doctora cuyo mayor anhelo es casarse con el amor de su vida, ve su mundo transformarse por completo cuando su ser querido le frustra ese sueño. Y, como si eso no fuera suficiente, una noche común y corriente, el destino la desafía...
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A Baker y a Melanie se les hizo de madrugada mientras retiraban todo el equipo de seguridad que Baker tenía instalado. Durante el proceso, me di cuenta de que me había mentido y que aún conservaba cámaras muy discretas.
No confiaba del todo en que las hubiera quitado todas, así que necesito pedirle al detective que contraté para buscar a Aurora que revise la casa minuciosamente.
Isa se sintió realmente afectada cuando Melanie se marchó con Baker.
Aunque se seguirán viendo, ya no lo harán con tanta frecuencia. Baker le recordó repetidamente a Melanie que no están de vacaciones y que están aquí por trabajo, no para coquetear, lo que molestó a Isa, y tuve que intervenir para evitar un enfrentamiento.
El interrogatorio de Isa comenzó en el momento en que Baker se marchó. Isa utilizó sus habilidades como terapeuta para tratar de obtener la verdad de mí.
Sentía que me estaba ahogando por no revelarle lo que pasaba. Isa y yo siempre hemos compartido todo, nunca nos hemos ocultado nada. Sin embargo, no podía confesarle que estoy viendo a Valentina.
Y ahora que pienso en Valentina, me doy cuenta de que debo pedirle ayuda para aprender a utilizar las armas. No puedo seguir dependiendo de otros para sentirme segura.
Nunca antes había considerado la posibilidad de aprender defensa personal. Sin duda, la llegada de Anayla a mi vida transformó por completo mi rutina; antes vivía en una zona de confort, pero también en la ignorancia.
Si ella no hubiera llegado, no habría tenido la oportunidad de descubrirme a mí misma.
Pero antes necesito resolver un problema.
Isa.
—No me agrada el poder que Baker ejerce sobre Melanie, Emma —se queja Isa—. Eso es manipulación; se victimiza y la coloca en constante peligro. Anayla se preparó durante años para esto, y él pretende que Melanie lo logre en tan solo tres meses. No lo apruebo —dice, mientras lleva la taza de café a sus labios.
—¿Y qué dice Melanie sobre eso? ¿Le has comentado que no te agrada la manera en la que Baker la trata? —preguntó y la observó.
Ella asiente y sonríe.
—Es evidente que Melanie utiliza el humor para evitar que me preocupe, Emma. Por ejemplo, menciona que solo acepta trabajar con Baker porque, si se niega, él la enviará de regreso a Canadá y, en consecuencia, no podrá verme nuevamente.
Le lanzo una mirada picara, ella gira los ojos mientras sonríe.
—Qué profundo. —comento, en tono de burla. —Una persona que se esfuerza por verte bien a pesar de las adversidades es lo máximo, Isa. A pesar de todo, y sabiendo que su vida está en constante peligro, ella busca la forma de no hacerte sentir preocupada.
—Lo sé, Emma. Siempre intenta hacerme sentir mejor, incluso cuando el recuerdo de Marco invade mi mente. Ella está ahí conmigo, ya sea escuchando o simplemente con su presencia, lo que me reconforta enormemente. ¿Es cierto que todas las mujeres canadienses son así? —pregunta entre risas.
