✦ - Amenazas 🎨

686 114 30
                                    

Capítulo 40.

Jimin seguía sosteniendo la mano de Jungkook, intentando calmarlo mientras ambos procesaban la situación, cuando de repente vieron acercarse a Jihyo. Tenía el ceño fruncido y una expresión de determinación en su rostro. Sus pasos eran firmes, y apenas llegó junto a ellos, cruzó los brazos con aire sofisticado.

—Esto es inaceptable —dijo, su tono grave, atrayendo la atención de Jungkook, quien seguía con la mirada fija en el lugar vacío donde debía estar su pintura —Espero que encuentren a los culpables, Jeon.

Jimin agradeció con la mirada las palabras de la chica y esta asintió para luego irse. Cuando se fue, el omega rubio llamó la atención de Jungkook.

—No te preocupes, alfa —continuó, su voz un poco más suave—. Encontraremos esa pintura.

De pronto, al omega se le ocurrió una idea. Miró al profesor, que estaba cerca de ellos y le habló con voz segura.

—Profesor, sugiero que revisemos las cámaras de seguridad.

El profesor, visiblemente alterado por la situación, asintió rápidamente.

—Tienes razón. Voy a pedir las grabaciones de inmediato —dijo antes de retirarse para coordinar la revisión de las cámaras.

El omega volvió a mirar a Jungkook, y con una sonrisa ligera, le dio una caricia en la mejilla con cariño.

El alfa cerró los ojos.

—Estoy contigo, alfa.

Jungkook apretó la mano de Jimin, agradecido por el apoyo de su omega.

—Gracias… —murmuró, con una leve sonrisa que no alcanzaba del todo sus ojos, pero que mostraba que aún no había perdido la esperanza completamente.

Después de unos tensos minutos de espera, el profesor regresó acompañado por el guardia de seguridad, ambos con expresiones serias. Traían consigo una tablet, donde ya habían cargado las grabaciones de las cámaras de seguridad. Jungkook y  Jimin se acercaron a mirar.

El video mostraba una figura encapuchada acercándose sigilosamente a la galería. La figura parecía saber exactamente a dónde dirigirse, moviéndose con rapidez y sin vacilar, hasta llegar a la pared donde estaba colgada la obra de Jungkook. Con movimientos precisos, descolgó la pieza y se la llevó debajo del brazo, dirigiéndose hacia la salida de emergencia.

Jimin fue el primero en reaccionar, frunciendo el ceño mientras cruzaba los brazos.

—¿Acaso no había nadie vigilando? Ahí dice que fue hace solo una hora —bufó.

Jungkook se quedó en silencio, mirando el espacio vacío donde solía estar su pintura. Sus manos se tensaron a los costados, los nudillos blancos de la rabia contenida.

—No lo entiendo —dijo en voz baja, su mandíbula apretada—. Cuando me fui la pintura estaba ahí.

—¿No hay nada que podamos hacer? —preguntó, más tranquilo—. ¿Hay alguna posibilidad, profesor?

El profesor meditó unos segundos.

—Podria hacer que el señor Jeon pueda presentarse mañana.

Jungkook asintió lentamente, aún con tristeza en sus ojos.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pinceladas del Destino 🎨 [𝗸𝗼𝗼𝗸𝗺𝗶𝗻; 𝗼𝗺𝗲𝗴𝗮𝘃𝗲𝗿𝘀𝗲] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora