Capítulo 3.
El omega sentía cómo su corazón latía con fuerza mientras seguía la conversación con Jungkook. Lo que había comenzado como un intercambio casual de mensajes en Instagram se había extendido hasta las primeras horas de la mañana. Perder la noción del tiempo era fácil cuando cada respuesta de Jungkook lo hacía sentir más y más intrigado.
Jungkook, en alfa de veintidós años, había revelado que vivía en Seúl y estudiaba artes. Esta revelación dejó a Jimin un poco desanimado, ya que él era de Busan, y la distancia entre ambas ciudades parecía insuperable en ese momento. Sin embargo, el interés mutuo por el arte mantenía viva la chispa de su conversación. El alfa había notado las maquetas en el perfil de Jimin, lo cual fue la razón por la que decidió seguirlo de vuelta.
Mientras seguían hablando, Jungkook mencionó que había observado cómo el omega le había dado "like" a algunas de sus publicaciones, en su mayoría pinturas. Aunque evitó mencionar los "likes" en las fotos donde el alfa aparecía sin camisa, lo que hizo que el omega se sonrojara solo de pensarlo.
¿El alfa se habrá fijado en los likes que le di? —se dijo mentalmente — ¡Por supuesto sí! Literalmente spameaste con likes sus cien post!
Cada mensaje de Jungkook estaba cargado de un interés genuino que hacia que Jimin se sintiera especial.
La diferencia en cómo ambos vivían esta conversación era evidente. El chico misterioso se mostraba tranquilo y relajado, como si hablar con un desconocido por Instagram fuera algo que hacía todos los días. En contraste, Jimin estaba nervioso y acalorado, sus manos sudaban y sus mejillas estaban rojas, como cualquier adolescente adulto de dieciocho años que experimentaba un torbellino de emociones.
A pesar de su tranquilidad, Jungkook era un alfa reservado con su vida privada. Evitaba hablar de asuntos personales y prefería centrarse en el arte, lo cual se reflejaba en sus preguntas al omega. Cada vez que Jimin intentaba indagar más sobre la vida del alfa, este desviaba la conversación hacia sus intereses artísticos o hacía otra pregunta Jimin, manteniendo así una barrera protectora alrededor de su vida privada.
La noche se hizo más corta mientras se perdían en una conversación que fluía con naturalidad. El omega rubio no podía evitar sentirse un poco abrumado por la atención de alguien tan interesante y talentoso como Jungkook. Cada mensaje que recibía le provocaba una sonrisa nerviosa y una chispa de emoción que le hacía olvidar por completo la hora.
Finalmente, cuando el sol comenzaba a asomar en el horizonte, el omega se dio cuenta de lo tarde que era. Pero a pesar del cansancio, no podía dejar de pensar en la conversación que había tenido con el alfa. Habían hablado de sus sueños, de sus obras de arte, de sus ciudades y, aunque las distancias físicas parecían grandes, sentía que había encontrado a alguien con quien compartir su pasión por el arte, alguien que lo entendía y lo valoraba.
Jungkook, por su parte, también se sintió satisfecho. Había conocido a alguien interesante y apasionado, y aunque para él conversar por Instagram no era algo habitual, encontró en Jimin a una persona auténtica y divertida, por lo que no se sintió incómodo ni aburrido. La madrugada les había regalado una conexión especial, y ambos sabían que no sería la última vez que hablarían.
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Pinceladas del Destino 🎨 [𝗸𝗼𝗼𝗸𝗺𝗶𝗻; 𝗼𝗺𝗲𝗴𝗮𝘃𝗲𝗿𝘀𝗲]
Fanfic៚ · ♡ | Jimin, un omega de Busan que está obsesionado con los hombres musculosos, sigue a un enigmático chico de Seúl por Instagram. @jjeongguk.07 que comparte fotografías de su arte y de su tonificado cuerpo. Sorprendentemente este le devuelve el...