Capítulo 10.
Aunque ninguno de los cuatro tenía muchas ganas de irse, ya era hora de que el parque de diversiones cerrara sus puertas.
Jimin se había divertido mucho y había extrañado a Taehyung, así que disfrutó de su compañía. Aunque al principio se sintió incómodo por la aparición inesperada de Jungkook (ya que no esperaba conocerlo así), se sintió rápidamente a gusto a lo largo del día.
El alfa pelinegro transmitía una tranquilidad extrema. Jimin no sabía si se debía a su delicioso aroma a café con almendras y moras, o a su personalidad agradable y amistosa.
En ese momento, Jimin y Taehyung estaban decidiendo cómo volver a casa, ya que Taehyung había ofrecido llevar a Jimin junto con Hoseok. Sin embargo, no contaron con que el alfa que estaba moviendo el mundo de Jimin escuchara la conversación y se ofreciera a algo inesperado.
—Si quieres, yo puedo llevarte, Jimin —dijo Jungkook—. Solo si quieres, así Hoseok no tiene que conducir tanto, ya que es algo tarde.
—No te preocupes por mí, Kook. Puedo llevar a Jimin, no me molesta —dijo rápidamente Hoseok. Jimin sonrió tímido; el novio de su amigo era un verdadero sol.
—Uh, no me gustaría molestar a ninguno de los dos. Si quieren, puedo pedir un Uber. No saldrá tan caro —dijo Jimin rápidamente, tratando de no incomodar a nadie.
Taehyung pegó un grito al cielo, exagerado.
—¡No! Es tarde y te puede pasar algo. Yo te invité, así que nosotros o Jungkook te llevaremos. No nos molestas, Minnie —dijo Taehyung con las manos en la cintura, recordándole a Jimin a su papá omega cuando regañaba a Juna por llegar tarde a casa.
—Insisto, no me molesta llevarte —habló nuevamente Jungkook. Jimin lo observó a sus ojos negros que parecían dos canicas redondas—. Además, podemos hablar de lo que ya sabes.
Jimin entendió rápidamente y no pudo evitar decepcionarse un poco. El omega había olvidado que Jungkook y él comenzaron a hablar por redes sociales de manera amistosa con el arte como tema principal. Ese día en el parque de diversiones lo había hecho sentirse tan bien, tan fuera de su zona de confort, que olvidó por completo ese detalle. Jimin quiso hacerse una bolita y llorar.
Su lobo interior no se quedó atrás, sollozando en su mente: "Jungkook no te quiere, no le interesas. Solo quería conocerte porque le interesaba que fueras su modelo para pintar sus obras, ¡nada más!"
El lobo de Jimin no era tan sumiso como otros omegas, tal vez porque creció en una familia que siempre le dio su lugar y le enseñó a ser fuerte y realista.
Jimin tuvo que tomar una decisión rápida.
—Está bien, iré con Jungkook —dijo por fin, tratando de ignorar la mirada coqueta de Taehyung—. Me divertí hoy, Hobi y Tae. Espero que podamos salir de nuevo —y ojalá Jungkook también venga, pensó—. Y siempre pueden ir a mi casa temporal.
Taehyung le dio un beso en la mejilla a Jimin y lo envolvió en un abrazo cariñoso. A veces Jimin olvidaba que Tae era un alfa, ya que físicamente no lo parecía demasiado; tal vez solo la altura lo delataba, además de sus abrazos cálidos y fuertes.
Hoseok le revolvió el cabello y le sonrió agradecido por la invitación, luego se volteó hacia Jungkook.
—Avisen cuando lleguen a sus casas, si no iré a buscarlos —dijo en una amenaza amistosa.
Jungkook asintió y prometió a Hoseok que le avisaría cuando llegaran. Así que ambos, Jungkook y Jimin, se despidieron por última vez y se dirigieron al estacionamiento donde se encontraba un auto bastante lujoso, un Mercedes de color blanco. Jimin dedujo inmediatamente que Jungkook provenía de una familia acomodada, ya que era muy difícil que él mismo pudiera comprarse ese auto tan caro si apenas era un estudiante universitario, ¿no?
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Pinceladas del Destino 🎨 [𝗸𝗼𝗼𝗸𝗺𝗶𝗻; 𝗼𝗺𝗲𝗴𝗮𝘃𝗲𝗿𝘀𝗲]
Fanfic៚ · ♡ | Jimin, un omega de Busan que está obsesionado con los hombres musculosos, sigue a un enigmático chico de Seúl por Instagram. @jjeongguk.07 que comparte fotografías de su arte y de su tonificado cuerpo. Sorprendentemente este le devuelve el...