✦ - Stigma 🎨

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Capítulo 25.

El alfa acababa de salir de la ducha; su cabello negro largo aún estaba mojado y solo usaba un pantalón de pijama, dejando su pecho y sus brazos tatuados al aire. La frescura del agua aún le envolvía, y su mente estaba ocupada tratando de calmar el estrés acumulado. Se había pasado la mañana pensando en los problemas que enfrentaba, buscando una forma de solucionarlos.

Alguien tocó la puerta de su hogar. El alfa fue a abrir, esperando encontrar cualquier cosa menos a la persona que vio. Al abrir la puerta, se encontró con Kyujin, su ex. La pelirroja estaba de pie en el umbral con una expresión de maldad pura. El choque y la incomodidad fueron inmediatos. Jungkook se quedó paralizado, sin saber qué decir.

—¿Por qué estás aquí? —preguntó el alfa, confundido—. ¿Te envió mi padre?

Kyujin se cruzó de brazos y alzó una ceja con un aire desafiante.

—No, solo vine a recordarte que tu padre y mi abuelo hicieron un trato, y si no lo cumples, podría proceder a temas legales... Ya sabes —dijo con una sonrisa burlona.

El alfa bufó y sonrió con burla, su irritación creciente.

—Haz lo que quieras. No me interesan tus amenazas —respondió Jungkook con firmeza—. Jamás me casaré contigo, serpiente.

Kyujin no se inmutó. En lugar de eso, se acercó lentamente, con una sonrisa calculadora.

—¿Y si te dijera que puedo destruirte desde lo que más amas? —la omega no había revelado todas sus cartas.

Jungkook rodó los ojos, impaciente.

—Sorpréndeme —dijo, desafiante.

Kyujin levantó su celular con una sonrisa triunfante y le mostró su perfil de Instagram, @jjeongguk.07, su cuenta de que había mantenido oculta. Jungkook quedó paralizado al ver su propio perfil expuesto, y el desconcierto se reflejó claramente en su rostro.

—¿Qué demonios...?

Antes de que pudiera reaccionar, Kyujin lo miró de arriba a abajo, su mirada cargada de intenciones. Se mordió el labio de manera provocativa y, sin previo aviso, se colgó del cuello de Jungkook, intentando besarlo. El alfa, completamente desconcertado, trató de empujarla por la cintura para alejarla.

En ese momento, un carraspeo seco interrumpió la escena. Jungkook deseó que la tierra lo tragara y lo escupiera en un agujero negro. Era Jimin, que estaba parado en la entrada con una expresión de desaprobación y una mirada cargada de tristeza y enojo.

—Vaya... —dijo el omega, con un tono que revelaba su desilusión—. Algunos sí que son doble cara.

Kyujin se burló con la mirada, antes de que el alfa la empujara con fuerza, obligándola a salir. La mirada burlona de la omega pelirroja se volvió en un desafío final, y sacudió su teléfono en un gesto amenazador, pero Jungkook no podía importarle menos.

Bam ladraba furiosamente al ver la agitación y la amenaza. La omega se fue rápidamente, asustada por los ladridos del perro y dejando un rastro de desprecio detrás de ella.

El omega, con el corazón acelerado y el rostro enrojecido de rabia y tristeza, entró al hogar de Jungkook. Ignoró completamente al alfa mientras se dirigía a la cocina. Saludó a Bam, quién ya había dejado de ladrar y ahora movía la cola en su dirección, con una sonrisa forzada. Intentando encontrar algo de consuelo en el contacto con el perro. Se sirvió un vaso de agua, tratando de calmarse, mientras Jungkook lo observaba, sin saber cómo empezar a enmendar la situación.

—Jimin, por favor, escúchame —dijo Jungkook, acercándose con una expresión desesperada—. Lo siento mucho. No quería que esto sucediera. Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para arreglarlo.

Pinceladas del Destino 🎨 [𝗸𝗼𝗼𝗸𝗺𝗶𝗻; 𝗼𝗺𝗲𝗴𝗮𝘃𝗲𝗿𝘀𝗲] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora