Capítulo 9: Nuevas Pistas, Viejos Sentimientos

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Una mañana tranquila

El sol brillaba intensamente sobre el cielo despejado de Gravity Falls. Tras los eventos recientes y las revelaciones que habían dejado a todos en vilo, las siguientes horas trajeron consigo una calma bienvenida, aunque cargada de un aire expectante. En el Mystery Shack, Stan estaba en el porche limpiando sus viejas revistas, mientras Mabel y Soos se entretenían decorando la tienda con objetos brillantes y llamativos, en su típico estilo estrafalario. Pero para Dipper, el día tenía una sensación diferente.

Después de descubrir las extrañas marcas en su brazo y la ominosa advertencia que había recibido de la figura en las sombras, Dipper sentía que cada día lo acercaba más a algo grande, pero también desconocido. Sin embargo, había algo más en su mente que le resultaba más difícil de ignorar: Pacifica. Las últimas semanas habían sido intensas, y aunque se habían acercado mucho durante las investigaciones, había algo más entre ellos, algo que iba creciendo y que ambos sentían, aunque ninguno lo dijera en voz alta.

Esa mañana, Dipper seencontró con Pacifica en el pequeño café del pueblo, el "Furter'sRoast", donde solían reunirse desde que habían vuelto a Gravity Falls. Eraun lugar discreto y cómodo, un refugio lejos de las tensiones del Mystery Shacky las investigaciones.

—¿Dormiste bien? —preguntó Pacifica, levantando una ceja mientras revolvía su café con una cuchara plateada

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—¿Dormiste bien? —preguntó Pacifica, levantando una ceja mientras revolvía su café con una cuchara plateada.

—Más o menos —respondió Dipper, soltando un suspiro—. Es difícil dormir cuando tu brazo brilla en la oscuridad.

Pacifica sonrió con simpatía.

—Bueno, al menos no tienes que preocuparte por elegir tatuajes cuando seas mayor. Ya tienes uno gratis.

Dipper rió, aunque el humor no eliminaba del todo la extraña incomodidad que sentía. Sin embargo, con Pacifica cerca, siempre encontraba un cierto alivio. Había algo en su presencia que lo relajaba, que hacía que las cosas complicadas parecieran un poco más fáciles de manejar.

En el taller del sótano, Ford estaba sumergido en sus investigaciones, como de costumbre. Las paredes estaban cubiertas de mapas, gráficos y diagramas de las dimensiones alternas que había estudiado a lo largo de los años. Pero ahora, su atención estaba completamente enfocada en los símbolos que habían aparecido en el brazo de Dipper.

Los símbolos eran complejos, antiguos, y no parecían coincidir con ninguna de las referencias que tenía en su vasta colección de libros y registros. Sabía que no podía dejar este misterio sin respuesta. Después de todo, estos símbolos podrían estar conectados a algo mucho más grande de lo que ninguno de ellos podía imaginar.

—No puedo dejar esto pasar —se dijo a sí mismo mientras abría una libreta en blanco.

Este no sería como los otros diarios numerados que había escrito en el pasado. Este sería algo diferente, algo dedicado exclusivamente a Dipper y a lo que ahora portaba en su piel. Con una idea clara en mente, Ford dibujó el logotipo de un pino en la portada, un símbolo que representaba a Dipper desde su infancia. Este nuevo diario sería su investigación personal sobre las marcas y el misterio detrás de ellas.

La conexión oculta: DIPPER Y PACIFICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora