ATENEA [Nanatsu no Taizai] [King]

Incondicional

— Te amo, mas de lo que mis palabras te han dado a entender.

El atardecer acariciaba, los rostros de los pecados que tras reunirse en la taberna para cenar y beber, decidieron ponerse al tanto de los eventos y hazañas de todos por separado. 

— Así que esas explosiones fueron ustedes — reflexiono la gigante recordando que esa fue la distracción que inició su combate con esos caballeros. 

— Si, que buena sincronía ¿Verdad? — comentó su capitán, pues al parecer los tres decidieron actuar contra los caballeros corruptos al mismo tiempo generando alboroto en la aldea, aunque en agradecimiento, les regalaron suministros que Meliodas gustoso acepto. 

Elizabeth, Hawk y Atenea estaban sentados un poco ajenas a la conversación de los pecados, la princesa se dedicaba a explicar a detalle toda la travesía que habían hecho hasta ese momento con ayuda de Hawk, y Atenea los escuchaba atentamente. 

— Vaya sí que ha sido toda una Odisea, y solo para 5 de nosotros — hablo Atenea despues de que la princesa terminara de contar — Y pensar que faltan todavía 3 pecados. 

— Puede que sí, ha sido todo un reto, pero ha valido completamente la pena. — ante la respuesta de la menor, la amazona solo pudo sonreír, le encantaba esa actitud optimista y bonachona. 

— ¿Y qué hay de ti, Nea? — cuestiono Meliodas acercándose al barril de cerveza para rellenar su tarro. — ¿Que estuviste haciendo esta década sin nosotros?

Todos la miraban expectantes de su respuesta, y no era para menos, Atenea era una mujer misteriosa y enigmática, Merlín tenía un encanto peculiar en donde su curiosidad y sed de conocimiento la volvían alguien volátil e impredecible, pero Atenea era todo lo contrario y a su vez similar. 

Todos sabrían qué decir si tuvieran una situación de por medio en donde se pregunten ¿Qué haría Atenea?  Ella era alguien que siempre tomaría el mejor camino para el bienestar de todos, pero la incógnita giraba en torno, del tipo de embrollo en el que se metiera, esa era la pregunta del millón. 

— Nada interesante, solamente vage y conocí muchos lugares — respondió humildemente bebiendo un poco de su vino. 

— Ay si como no — reclamo borracho el zorro — Eso ni tu te lo crees.

— No hay nada interesante que decir Ban, no es como si hubiera hecho algo estrafalario desde que nos separamos tomando en cuenta que debíamos mantener un perfil bajo.

— ¿Y por eso los borrachos te compusieron un soneto ? — cuestiono burlón el capitán, recibiendo un sonrojo de la azabache.

— E-es que no podía dejar desamparado a ese pueblo, los caballeros sacro estaban siendo muy injustos con ellos, no me lo pueden negar.