ATENEA [Nanatsu no Taizai] [King]

Cinco y uno más

— Enamórate mucho de ti, para que sepas lo que vales. 

A pesar de que King quería seguir mirando a Atena por más tiempo, su pereza le ganó nuevamente y se quedó dormido de espaldas al amanecer así que al salir el sol la que despertó fue Nea, y solo pudo sonreír ante la tierna imagen de un rey hada dormido. 

Dejando un beso en su frente, bajo de Chastiefol, y se encaminó al primer piso, solo para ver a Meliodas queriendo vestir indecentemente a Elizabeth. 

— ¡Eso llamaría mucho la atención! — escuchó el reclamo de Hawk hacia el.

— Buen dia — saludo Nea a todos. — ¿Que hacen? 

— ¡Hola Nea! — saludo Meliodas queriendo quitarle su vestimenta de bailarina a Eli.

— ¡Nea, no dejes que ese pervertido se salga con la suya! — pidió ayuda el cerdito.

— Capitán, si va a hacer sus perversiones, hágalo en privado — señaló apuntando al piso de arriba.

— ¡¿Como que en privado?! — reclamo Hawk.

— Entendido Nea, lo hare tambien en privado. — dijo tocando el trasero de la princesa sonrojada. 

— Ah, no tienes remedio Mel — habló cariñosamente, le alegraba verlo tan bien, a pesar de todo lo vivido, él se esforzaba por ser quien era, pues a la larga aprendimos que la felicidad es tan efímera que se nos va en un parpadeo.

— Creo que estaré bien si solo uso esto — dijo la princesa con un reboso en la cabeza.

— ¿Le molesta si la acompaño alteza?  — dijo la amazona tomando su capa — Me sentiría mejor si alguien mas le hace compañía.

— Si, esta bien señorita Atenea.

Y así ambas salieron para dirigirse al pueblo, bajo la mirada de Meliodas que las miraba ir mientras conversaban animadamente. 

— ¡Ban! ¡King! — grito el rubio, esperando a la aparición de sus dos somnolientos amigos. — ¡Buenos días!

— ¿Porque tanto alboroto capitán? 

— Espero que tengas una buena razón para haberme despertado. 

— ¡El que atrape la mejor presa gana!

Eso pareció despertar a Ban por completo — Ah~ en ese caso yo voy a ganar. 

— ¿Piensa casar con las manos, capitan ? — hablo King desde su almohada.

— Ya vere como le hago.

Y dando por terminado la charla, fueron los tre al bosque para comenzar su pequeña aventura.