ATENEA [Nanatsu no Taizai] [King]

Atracción

— Somos una casualidad llena de intención. 

— Oye Ban ¿Tienes varios trajes como ése? — preguntó King mirándolo caminar con dos barriles de cerveza. 

— Si, los conseguí al pasar por la aldea — contestó sonriente, y fue esa naturalidad la que hizo que Atenea riera un poco. 

— Son robados — y eso logró que se carcajeará un poco, sin duda extrañaba a sus amigos. 

Después de la dura pelea y la increíble magnitud de las emociones por las que atravesaron hacia un par de horas, simplemente un almuerzo rodeada de las personas que amaba le vendría de maravilla.

— Es un placer conocerlo señor Gowther, mi nombre es Elizabeth la tercer princesa de Liones, disculpe ¿me otorgaría su apoyo para salvar al reino de los caballeros sacros? 

— No...

Y esa fue la señal para que el cuervo de la traición interviniera — Gowther, cielo ¿no crees que debes de dar más contexto a tu respuesta? — hablo tranquilamente sin mirarlos mientras terminaba de poner la mesa.

La cabra asintió — No acabas de conocerme, ya nos habíamos encontrado en Ordan, y tu solías reunirte con nosotros cuando solo eras una niña. 

— Ahora que lo dices, era la niña que siempre estaba junto al rey — rememoro Ban intentando armar el rompecabezas de su memoria. 

— ¿Saben que...? La verdad yo no me acuerdo de eso — hablo tan deslindada como siempre Diane. 

— La princesa Elizabeth siempre estaba colgada de Meliodas cada que íbamos al palacio ¿Acaso olvidan que antes de ser un pecado, era el caballero personal de la princesa Elizabeth? — habló divertida Atenea, a veces le causaba gracia como seres tan longevos como sus compañeros dejan ir los recuerdos de algunos años como agua entre sus manos. 

Atenea escucho que King le dijo algo a Gowther y supuso que fue una reprimenda por la disculpa que le siguió. 

—¿Caballero personal...? Entonces ¿eso significa que tambien conoci al señor Meliodas durante mi infancia? No recuerdo eso.

— Es normal princesa, despues de todo solo era una niña pequeña — dijo con nostalgia Atenea recordando las veces que jugaba con las princesa cuando eran solo unas niñas. 

— Nea tiene razón, Elizabeth.—habló Meliodas llegando junto a ellos — No importa, Gowther ¿la ayudaras o que? 

— Voy a ayudarla, fue el rey que me nombró uno de los 8 pecados capitales, si es una petición proveniente de su hija no puedo negarme.