— Olvida lo que sientes, para poder pensar lo que mereces.
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El rey soltó un largo suspiro, entrecortado por un placer que se deslizaba desde su nuca hasta el vientre, una caricia lenta que lo envolvía en una sensación embriagadora.
— Atenea... — murmuró, su voz ronca y baja. No entendía por qué sus sueños lo llevaban por ese camino, pero ¿quién era él para resistirse?
Sin embargo, un leve dolor punzante en el cuello lo hizo dudar. La sensación era demasiado vívida para ser solo un sueño.
Abrió los ojos lentamente, como despertando de un sueño profundo. La desorientación inicial se disipó al enfocar su vista, pero una oleada de emoción lo invadió, tan intensa que le robó el aliento y tiñó sus mejillas de un rojo encendido.
Como una diosa renacida, Atenea, con su edad correspondiente, se sentó sobre él, su piel suave y cálida contra la suya. La luz de la habitación bailaba sobre sus curvas, creando un halo de sensualidad. —Hola, amor—, susurró, su voz una melodía que lo envolvía por completo.
— Atenea — susurró, atónito, mientras sus manos recorrían su rostro como si tratara de retener ese momento. — ¡Estás de vuelta! — exclamó con un entusiasmo que lo inundaba por completo.
Ella sonrió, sus ojos brillando con una emoción similar. — Sí, mis recuerdos de estos últimos días son un poco nebulosos, pero recuerdo con claridad lo mucho que me cuidaron todos, sobre todo tú.— Sus labios se encontraron en un beso suave y prolongado, un beso que expresaba todo lo que no podían decir con palabras.
El correspondió a la muestra de afecto con euforia, pero al sentir su piel desnuda bajo sus manos, un leve rubor se apoderó de su rostro.
— Amor, estás... desnuda — murmuró, sorprendido y ligeramente avergonzado.
Ella rió con ternura, notando su nerviosismo. — La ropa que me prestó la princesa no iba a quedarme cuando volviera a la normalidad. Así que cuando se rompió el encantamiento, la ropa también.
— Ya veo...
La situación era extraña, pero no causaba tensión, seria algo tonto tomando en cuenta que ya lo habían hecho con anterioridad, no había parte de su cuerpo que no conociera y viseversa, pero aún no se acostumbraba del todo.
— Puedes tocar King... Todo lo que quieras, como quieras, cuando quieras, donde quieras... Ahora soy tuya, tanto como tu mio.
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ATENEA [Nanatsu no Taizai] [King]
Fanfiction" No se trata de merecer, se trata de lo que uno cree. Y yo creo en el amor" Descendiente de un largo linaje de guerreras, Atenea es una de las últimas amazonas que existen en Britania, acusada injustamente de ser una traidora a su raza, es condena...