Adeline Rodman tiene un esposo con EPOC, decide entrar a los laboratorios GEN-SYS para encontrar la cura. cuando su padre avanza en Alzheimer, el trabajo presenta una falla y la vida de los hermanos cambia radicalmente al convertirse en protectores...
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—César, come— Will sirvió a todos, este empujó el plato. Charles intentaba partir su comida con el cubierto al revés, César lo acomodó.
—Papá, ¿estás bien?
—Sí, estoy bien— siguieron con la comida.
—Anticuerpos, su sistema encontró la forma de combatir al virus 112 para que la terapia no funcione. La enfermedad de mi padre volverá peor que antes.
—Mandé a hacer más pruebas.
—¿Qué tienes?
—Creo que podría reajustar la fórmula cambiando estos dos dígitos.
—¿Otra vez?
—¿Acaso no confías en mí? Llevamos más de una década en esto y me voy a llevar otra de ser necesario.
—Mi amor, ¿has visto la cera para autos?
—Un mustang— dijo Charles al salir, la puerta del patio tenía una campanilla César se vio alertado por ello—. Se ve muy bien, ¿qué hice con las...? — subió al auto, acomodó el asiento, el espejo, movió la palanca y el coche se le fue de las manos, pues los limpiaparabrisas comenzaron a andar luego de que chocó con el auto de enfrente, intentó acomodarlo y, en su lugar, chocó con el auto de atrás.
—¡Deténgase! ¿Qué hace? ¡Salga de ahí! ¡Salga del auto! ¿Qué diablos hace? ¡Salga de mi auto! ¡Que salga de mi auto! — abrió la puerta y sacó a Charles casi de un movimiento mientras lo zarandeaba—. Soy piloto, tengo que llegar al aeropuerto. ¿Cómo lo voy a hacer ahora? ¡Contesta la maldita pregunta! ¿Qué estaba haciendo?
—Tengo un auto igual...
—Se acabó, que la policía se encargue.
—No se mueva, no irá a ninguna parte, señor— Charles jaló a su vecino.
—Usted o sus hijos van a pagar por esto, ¡pero yo no! Es su problema, usted hizo este desastre— lo apuntaba con el dedo acusador y César se alteró en su ventana viendo cómo atacaban a su abuelo—. Su hijo pagará por esto, estoy harto de ustedes.
—No me iré.
—Quédese aquí...
El vecino no pudo terminar con Charles porque César le brincó encima, rodaron sobre el cofre, al caer sobre la calle, dio varios puños al rostro y pecho del hombre. Una camioneta frenó y el sonido del claxon alertó al simio, el vecino le pegó al rostro con la tapa de la basura. Zaius tenía prohibido salir de los terrenos de la casa sin la cadena o palabra expresa del hombre de la casa, pero oír a César lo alertó. El vecino intentó entrar a su casa y el simio se aproximó a toda velocidad para patearlo en el pecho y hacerlo caer por la cerca, rodó hasta la acera; Charles seguía ahí, desorbitado, ajeno al pleito, no sabía cómo había llegado ahí, Zaius le lamía las manos y rostro en busca de heridas. El vecino corría por la calle, volteando de cuando en cuando hacia las motas de los árboles para buscar al simio. Al llegar a la esquina, el vecino creyó que ya lo había perdido, César le cayó encima para molerlo a golpes, Zaius ladraba mientras corría hasta el señorito. El simio mordió el dedo índice del sujeto y el grito de Charles lo detuvo. El sujeto, por inercia, golpeó a su atacante, pero este ya no se movía, el perro intentó acercarse a su dueño, el vecino lo golpeó también, el perro lloraba mientras intentaba limpiarse con la pata.
—¡César, no! — los vecinos intentaban detenerlo.
—Papá— sollozó la vecinita.
—No, no.
—César— Charles lo llamó y ambos animales fueron con el anciano—. Tranquilo, César, no lo hiciste a propósito, no pasa nada. Bien hecho, Zaius— el simio se aferraba al anciano y los vecinos los veían con miedo.
Lo que pasó a continuación fue un completo caos, ya que llegó la policía a tomar declaraciones de todas las partes. El vecino señaló al simio y, por supuesto, Adeline salió en defensa de su hijo, le preguntaron de dónde lo sacó, si tenía algún documento legalizando que era suyo, si tenía algún tipo de permiso para tenerlo. No había una orden de arresto, apenas una queja por parte del vecino, por lo que la llevaron a la estación para tomar sus datos básicos, tomarle las fotografías y las huellas dactilares. La policía llamó a control de animales y se determinó que llevaran al simio al refugio. Antes de que la subieran en la patrulla, le gritó a Franklin que curara a Zaius, cuidara de su padre y llamara a Rita o John.
Durante el trayecto, recibió la llamada y contestó, no podía hablar, así que usó el código morse para decirle a Rita la clase de delitos que le imputarían. A decir verdad, estaba abordando el avión hacia San Francisco. Le dijo que no podían tomar su auto o casa porque todo estaba a nombre de su padre y que, los Laboratorios GEN-SYS podrían tomar represalias tan severas. La arrestaron por posesión ilegal del simio, por hurto mayor, por muchas más cosas que dejó de prestar atención, solicitó su llamada y le confirmó a Rita todo lo que pasaba. La mujer fue presentada ante el Ministerio Público o Juez de Control de inmediato después de ser detenida.
—No hay riesgo de resto, es claro que los cargos son excesivos...
—Fijaremos la fianza en 50 mil, en bono o cheque.
—No tengo ese dinero.
—¿Y la indemnización que ganamos hace años?
—Podría...sí. Ya sabes las claves para hacer el pago.
Pero para la tarde salieron a la luz los videos de Adeline amamantando al simio, extrayendo la fórmula que les daban a beber, además de ALZ-112 pura. Investigaban si también había robado datos o algo más. Rita se enfrentaba a una batalla legal inmensa,no la dejaría. Franklin fue a preguntarle cómo iba el asunto y en qué podría ayudar. Antes de que alguno pudiera salirse de control, Calhoun utilizó la defensa por demencia, ya que todos sabían que no era la misma desde que su esposo murió, por lo que ganar la primera batalla significaba evitar que pisara el cereso. Adeline no replicó, aceptó todas las ideas de su amiga, ya que sabía que ella era uno de los titanes dentro de la abogacía y le aseguraría que su tormento no duraría más de lo necesario.