El club [Zodiaco yaoi/gay]

Viernes

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Sagitario había terminado su examen de primeros, pues sabía mucho, y llevaba sentado un buen rato en su pupitre esperando a que diera la hora para salir. Estaba un poco ansioso, porque hacía mucho silencio y no quería meter bulla y molestar al resto, así que terminaba jugando al no parpadear contra la profesora, que no parecía entender y solo le sonreía cuando hacían contacto visual.

Al rato, empezó a dibujar un poco en la hoja que le sobró. Flores y nubes, y animales. Eso, hasta que por el rabillo del ojo, el arquero notó una cabellera rubia por la ventana que daba al pasillo. Su corazón dio tres saltos, pues sabía que se trataba de Virgo, y que le estaba esperando. Sagitario quiso salir volando hacia sus brazos en ese instante, y le picaba todo el cuerpo por moverse.

Empezó a mirar a la profesora haciendo pucheros y sacudiendo los hombros. Ella no se le resistió ningún minuto.

—Los que están listos, entreguen su hoja y salgan en silencio... Silencio, ¿okay?—le miró. Sagitario guardó sus cosas en su estuche (¡que le había durado ya dos meses!) con movimientos suaves, y pasó aguantando la respiración entre los pupitres, evitando chocarlos con su cuerpo o caerse por una mochila o pie sorpresa. Adelante del aula, entregó su prueba con ansiedad y salió a paso rápido.

—¡Vi-!—respingó—. Virgo...

En efecto, ¡era su novio! Virgo estaba mirando su teléfono, pero alzó la vista de inmediato y le sonrió. Él quiso abrazarlo allí mismo, y de hecho corrió un poco. Iba a sumergirse entre sus brazos cuando recordó que estaban en un pasillo del insti. Al final, se colocó a su lado y saltó, como diciendo "¡te extrañé un montón!".

—¿Cómo te fue?

—Sh...—señaló al lado, a su aula—. ¡Super! ¡Me sabía todo! ¡Era lo que estudiamos!—Virgo acarició su cabeza.

—Qué bueno que nos conseguimos pruebas pasadas, ¿hm?

—¡Hm!

Sagitario tomó la manga de Virgo y sonrió chiquito. Era lo más parecido a darle la mano, que hacían en público.

—¿Hoy también tienes la tarde ocupada...?

—Sí... Pero puedo ir a dejarte a tu casa. ¿Pasamos por un helado antes?—Sagitario hizo un puchero. La última semana, Virgo estaba haciendo un montón de cosas por las tardes. Como ayudar a su tío con algo, hacer las compras de su casa, estudiar solo... Y ya no pasaban las tardes tan juntos, salvo las que tenían (o en teoría tenían) club. El arquero extrañaba dormirse abrazado a él—. ¿Qué pasa, lindo?

Sagitario no quería quejarse. Es solo que quería estar siempre con Virgo.

—Me gusta pasar las tardes contigo—murmuró. Virgo soltó un "ugh" y le tomó la mano, pero Sagitario la apartó como si quemara, mirándolo con miedo. Le daba pánico que alguien los viera.

—Bebé... ¿Vamos a la sala del club? Aún falta para la siguiente clase...

El arquero molió su labio, nervioso, pero asintió. Solo allí se sentía seguro en el insti. Nadie le miraría con burla o asco.

Virgo tomó su mochila y se la colgó al hombro, y caminaron hacia el club, que no tenía sesiones hacía dos semanas. Sagitario extrañaba mucho a todos, por lo que apenas veía a alguno lo saludaba con montones de abrazos y preguntas, pero era distinto a cuando estaban los doce, jugando o hablando, o durmiendo.

En la silenciosa sala, Virgo encendió la calefacción y juntó las cortinas. Solo entonces Sagitario saltó a sus brazos y se refregó contra su pecho.