Holaaaa<33 vota y comenta, por favor. Abajo dejé una pregunta importante, ojalá respondan u.u Y si no lo hacen, no vuelvo a actualizar nada en medio año.
Digo, q ojalá la respondan JKAJSKSJK
Bajando del metro, unas manos cubrieron sus ojos.
—¡Adivina quién soy!—chilló el dueño de estas, con una voz esforzada por alguna condición. La gente que bajaba en la misma estación los chocaba.
—Por lo menos disimula tu voz, Sagitario—dijo, tomando ambas manos y volteando—. Cualquiera te reconocería.
—¡Ah!, ¿debería hacer una más grave?—el chico se llevó la barbilla al pecho—. Adivina quién soy.
—Algo más agudo sería mejor—rio, revolviendo el cabello negro. Caminaron hacia la salida—, ¿íbamos en el mismo vagón?
—Sí, ¡pero no pude acercarme! Estaba todo muy apretado...—el chico hizo un puchero—, ¡y también quería asustarte!
—Eres todo un chico malo—rodó los ojos. Sagitario le sonrió abiertamente, como era costumbre, y balanceó su cuerpo para acercarse a él. Se sujetó de su chamarra y lo forzó a agacharse, susurrando en su oído.
—Te tengo un regalo, ¡después te lo daré!
Lo soltó (provocando que perdiera el equilibrio) y salió corriendo hacia el instituto, a la máxima velocidad que sus rechonchas piernas podían lograr. Sonriendo, Virgo suspiró.
¿Qué le daría?
Piscis tomó aire, infló las mejillas, lo soltó lentamente, frunció el ceño e hizo una pataleta, a sabiendas de que nadie lo observaba. Luego, hizo a un lado su bandeja de almuerzo y escondió su cara entre los brazos, mordiéndose la piel.
Se había mentalizado todo el fin de semana para ver a Acuario, después de los bobos errores que había cometido en un intento de mezclar el plan del peliblanco, con el suyo propio, ¡pero apenas lo vio en la mañana, salió corriendo hacia cualquier lado! No podía, no podía. Se sentía tonto, y odiado.
—Hey, camarada.
No quería hablar con nadie. Asumiendo la posición de la voz, se hizo al lado contrario.
—¿Por qué no me dices si a Cáncer le gusta Tauro?
Se irguió a toda velocidad, haciendo crujir su columna. Mirando con nerviosismo a Acuario, no sabía qué responder sin atrofiar su plan. Debió haber puesto una cara ridícula, porque la pecera se rio. Luego, se hizo con su bandeja y le robó la manzana (de todos modos, él no quería comer).
—No realmente—terminó por balbucear.
—¿Ah, sí? No me parecía eso el viernes—desvió los ojos, rogando que el hecho de que fuesen rasgados ocultara el gesto—. ¿Por qué me mientes?
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El club [Zodiaco yaoi/gay]
RomanceSe inscribieron pensando que jamás harían algo, y que tendrían las tardes libres del tedioso instituto. Pero se equivocaron. O, en sus propias palabras, Capricornio los estafó.