El club [Zodiaco yaoi/gay]

Miércoles

holi, capítulo antes de medio año :3 si hay algún error tipográfico me avisan nomas en comentarios pq no lo leí antes de publicar sjdf

—Qué feo día—Aries murmuró, con los brazos apoyados en el alfeizar de la ventana, y la barbilla sobre estos. Un día oscuro y encapotado estaba en el cielo, con un viento fuerte. Parecía de noche, por lo negro de las nubes.

Lucía estaba organizando insumos raros en los cajones de su escritorio, con los lentes casi en su punta de la nariz, cerca de caerse.

—Es lindo. Estamos todos vivos—le respondió, haciéndole reír—. ¿No deberías estar estudiando? Vi que aún les queda un examen.

Fingió un poco de sordera, mirando hacia la pared contraria a ella. Cuando la mujer carraspeó, Aries gruñó.

—Da igual. Química es imposible de salvar.

—Aries...

El carnero se percató de que la clase de gimnasia había empezado a correr por la cancha, pues no se había puesto a llover. Miró con detenimiento, unos segundos y localizó fácilmente a Escorpio, por su estatura. Iba de los últimos, corriendo junto a... ¿Unas chicas? Frunció el ceño. Realmente, en esas dos semanas desde que le rechazó Libra, el signo agua se veía con demasiada gente que... que, bueno, antes no tenía cerca. En especial chicas.

Se empequeñeció en su sitio cuando sintió que Escorpio pasaba más cerca de la ventana en que lo miraba. No quería que le molestara por mirarlo... Porque de verdad lo estaba mirando.

Lucía suspiró.

—¿Te gusta alguna chica de esa clase? Siempre estás acá cuando les toca a ellos.

Aries se asustó, negando con la cabeza. ¿Gustar? No, no. Nadie. A él no le gustaba nadie.

—¡Solo vengo porque me aburro!—ella enarcó una ceja. El peliazul fingió demencia, mirando otra vez hacia otro lado.

—Es mejor que lo reconozcas ahora, antes que hagas algo ridículo.

—E... ¡¿El qué?! ¡No me gusta nadie!

La escuchó reírse de él, claramente. Cuando terminó de ordenar, le dijo que iba a botar los cartones y plásticos al patio trasero, dejándolo en la enfermería, solo. Aries se acomodó un poco, con los ojos pegados en Escorpio. Estaban haciendo salto largo.

Capricornio les había dejado, excepcionalmente, faltar los últimos días al club, pues había empezado la semana de exámenes (la cabra era sin duda el más interesado en cancelar el club). Era opcional, pero el jueves pasado solo se presentaron Virgo y Sagitario, y el martes siguiente, nadie. Aries se quedaba monopolizando la estufa, sin duda algo muy grato, pero extrañaba un poco todo.

Además, apenas había podido hablar con Escorpio. Fuera del club, siempre estaba con alguien. No podía acercarse y preguntar cómo estaba, qué fue de Alberto. Nada. Le daba vergüenza.

Mordió su labio con fuerza. Encima, que el jueves tampoco habría club. El último examen era el viernes. Solo lo podía ver, por largo tiempo, en estas instancias.

Bajó la vista. ¿Era raro venir a ver a un amigo? Aries no creía que le gustara Escorpio. Bueno, hacía poco se puso a pensar que quizás no era hetero. Eso no significara que fuera gay... Era tan confuso. Había esta opción, donde no te gustaba nadie... Le convendría más eso.

—¿Para qué debería gustarme alguien?—masculló, un poco enojado—. Nadie me correspondería.

Volvió a mirar al pelinegro. No le gustaba. Alguien tan atractivo y seductor, era imposible que le correspondiera. No valía la pena ni considerar gustar de él.