El club [Zodiaco yaoi/gay]

Viernes [2/2]

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Cuando salieron de la zona en la que se encontraba la abuela de Tauro, Libra se quedó quieto, de pie, con los ojos fijos en el suelo.

—Debe ser muy duro—murmuró. Sabía que Tauro había seguido caminando, pero no esperaba que retrocediera. De pronto, su rostro atravesó su mirada: se había agachado.

—¿Ah?

—Q-Que debe ser duro—repitió, alejándose un poco y enderezando la cabeza—. Venir todos los días, y ver a alguien que quieres así...

—Un poco—se encogió de hombros—, pero me gusta saber que puedo verla. Que está conmigo. Es egoísta, porque está sufriendo, pero...

—Está bien. Creo... que te entiendo—no quería hacer sentir mal a Tauro. Su mente buscó rápida algún tema distinto—. Íbamos a tomar un helado, ¿no?

—Claro. Conozco una heladería muy buena, aunque queda un poco lejos, ¿te interesa?

Enarcó una ceja—. ¿Será muy cara?

—Si te parece caro, pagaré tu parte. ¿Trato?—Libra rodó los ojos, mordiéndose el labio para no reír.

—Oh, para mí todo es caro. ¿Seguro que quieres pagar en ese caso?

—Tendré que arriesgarme—inclinó su cabeza hacia la puerta—. Cuando gustes.

—Qué caballeroso.

—¿Te gusta el de chocolate?—preguntó, luego de que Tauro pidiese su cono.

—Es mi favorito.

—¡Es mi segundo favorito!

—¿Y el primero?—el toro recibió su helado. La chica le preguntó a Libra.

—De tres leches, por favor—dijo. Su amigo enarcó una ceja.

—¿Tres leches? También me gusta.

—No te voy a dar—le sacó la lengua. Tomó su cono y ambos chicos fueron a sentarse.

—¿Por qué? ¡Yo pagué! Técnicamente es mío.

—¿Ah, sí?—Libra deslizó su lengua por toda la superficie de la bola de helado—. ¿Sigues queriendo?

Un resoplido.

—Seh.

"Tiro por la culata" pensó, sintiendo un cosquilleo en la mandíbula.

—Mala suerte—masculló, encogiéndose en su asiento. Entonces, alzó la cabeza—. ¿No está el cine al que íbamos a venir, acá?

—No lo sé.

—¡Estoy seguro que sí!, ¿ya se habrán ido los chicos?

—No son tan cortas las películas, Libra.

—Qué pesado eres—hizo un mohín—. ¿Me darás de tu helado?

Tauro volvió a resoplar, claramente entretenido.

—¿Me darás del tuyo?

—Bueeeno—no del todo convencido del significado, le pasó su langueteado helado. Tauro, a su vez, le dio el suyo. Libra comió un poco sin separar los ojos del signo tierra, que también comía del de Libra.

"¿Es eso un beso indirecto?" pensó entonces. Los colores le subieron al rostro. Se atoró al tragar y, tosiendo, alejó el helado de su rostro.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien?

Con una mano, le dio a entender que no pasaba nada malo. Recuperado, respiró profundamente y le pasó el postre.