Cáncer miró a Piscis y Piscis alzó ambos pulgares. Atrás de él, Escorpio sonreía con burla.
"Si lo hago, me comprarán un helado" pensó, en un intento de animarse a sí mismo "y lo peor es que me diga "No". Digo, no podrá decirme "no, porque eres un feo de mierda y te quiero lo más lejos posible", ¿verdad?".
Se persignó mentalmente.
—¿E-Está ocupado?
Tauro estaba leyendo algo en su celular, ajeno al mundo real, pero al oír a Cáncer alzó la cabeza y lo miró a los ojos. ¡Ojalá no se sonrojase!
—... No.
—Bien... ¿T-Te importa si me sien...—tomó aire—...to?
—No, da igual.
—Gracias—y se sentó con lentitud, con la mochila en el pecho y el corazón a mil. Apostaba a que estaba sonrojado. Y ahora, a su lado, ¿qué podía decir?
Miró a Piscis, asustado. ¿Quedarse callado sería triste? ¡Agh!
El pez moduló.
C-o-m-o e-s-t-á-s.
—Vale—¡ay, lo había dicho en voz alta! Miró a su derecha. Por fortuna, Tauro no lo había notado—. ¡E-Esto...!
Ahí sí lo escuchó.
—¿Sí?
—¿Cómo estás?
—Bien, gracias—y volvió los ojos al celular. Maldición, ¡qué cortante!
"Quizás lo que lee es interesante" pensó para consolarse. Aun así, se hizo bolita en su silla y lloró en su interior. Al cabo de un par de minutos, sonado el timbre, Piscis y Escorpio (que habían desaparecido después de la humillación) volvieron con helado en sus manos.
—Lo intentaste—le dijeron, y él eligió el más caro. Piscis se sentó a su lado y acercó su boca al oído del cangrejo.
—Después probemos hablándole de un tema que le guste—susurró. Le pareció una idea espléndida.
La sala empezó a llenarse. Llegó Géminis, con su amigo, y corrieron a apropiarse de las sillas más cercanas a las ventanas. Apagaron la innecesaria calefacción y abrieron todo lo que aumentara la ventilación. Se sentaron junto a Escorpio. A Cáncer, el geminiano le caía bien.
Entonces llegó Libra. Fue instantáneo: los signos de agua clavaron sus ojos en el rubio, dos de ellos queriendo matarlo, y el otro con curiosidad. Al chico ello no le pasó desapercibido y, rodando los ojos, los ignoró y fue a sentarse junto a Tauro.
—Hey—le dijo. El toro alzó los ojos y sonrió.
—Hola, Libra.
Él guardó su celular en un bolsillo y se acomodó, dándole la espalda a Cáncer (quien estaba boquiabierto, cabe decir).
—¿Cómo estás?
—Con sueño. De nuevo...—ambos rieron—, ¿y tú?
—Meh, como siempre.
—¿Sabes? El martes llegué a mi casa y escuché la canción que me mandaste, ¡era muy buena! La tengo de mis favoritas—Libra, por lo que podía ver Cáncer, le dedicó una sonrisa diabética.
"Yo quiero escuchar esa canción" se lamentó.
Tauro y Libra se conocieron el martes, ¿no? Quizás, de haberse Cáncer armado de valor e ido a hablar con Tauro, a él le habrían mandado una canción, y él estaría hablando con Tauro.
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El club [Zodiaco yaoi/gay]
RomanceSe inscribieron pensando que jamás harían algo, y que tendrían las tardes libres del tedioso instituto. Pero se equivocaron. O, en sus propias palabras, Capricornio los estafó.