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Nadie te prepara para escuchar a personas que han estudiado la salud mental por más de 5 años decirte que padeces de trastornos y conductas.

No más allá de no poder entenderlas, no más allá de cuando eras solo una niña, confundida.

¿Que querían que entendería? ¿Que había de malo en como actuaba?.

Cómo si no lo merecíeran, todos esos inútiles, como si ellos fueran las tristes víctimas de cada uno de mis actos.

-protege tus emociones a toda costa, prívate de el sentir.- aún recuerdo la primera ves que escuché esas palabras con severidad - no importa lo que hagas pequeña, lo que intentes, lo que mejores. Jamás serás lo suficientemente estable para controlar alguna emoción - aquella tarde se oscureció en cuanto esas palabras llegaron.

-¿Que hay de mi, entonces?.-  pregunte. Me seguia pareciendo estúpido.

¿Porque debía proteger a los demás de mi?.

Suspiró -las reglas en esta vida son relativas, cada persona tiene algunas.- me observo con algo de lastima, como en cada sesión -lamento que estás sean las tuyas - no pudo decir nada más, el tiempo de consulta habia llegado a cero.

Había que disfrutar todo ese caos, nunca tendrías claro cuando sería la última vez que en tu mente habría tanto ruido.

Disfruta el descontrol, aquí tu único enemigo sería la calma.

•quítate el disfraz, frente a mi.•©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora