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------------------------------------------------------------- El tiempo pasaba, y Dorito seguía entrenando día tras día, perfeccionando sus habilidades. Su fusión con Benja estaba más controlada, aunque las visitas de su amigo se mantuvieron limitadas. Ford y Bill habían llegado a la conclusión de que era mejor no arriesgar demasiado, pero aún así, Benja aparecía ocasionalmente para apoyar a Dorito en su progreso.
Un día, Ford y Bill decidieron que Dorito estaba lista para una nueva prueba. Esta vez, Bill la pondría en una situación aún más desafiante. Los entrenamientos anteriores se habían centrado en controlar su poder en momentos de estrés, pero ahora, era hora de enfrentar un desafío aún mayor: usar su magia de forma consciente y estratégica mientras mantenía a raya su alter ego.
—Hoy, las cosas serán diferentes —anunció Bill, mientras flotaba frente a Dorito en el claro donde siempre entrenaban—. Hasta ahora, has logrado controlar tu poder cuando te sientes amenazada o bajo presión. Pero ahora, quiero que tomes la iniciativa. Necesitas aprender a usar esa energía antes de que se descontrole.
Ford, que observaba desde la distancia, frunció el ceño. Sabía que esta prueba sería un gran salto para Dorito. Pero también entendía que era un paso necesario.
—¿Qué es lo que tengo que hacer? —preguntó Dorito, sintiendo una mezcla de nervios y emoción. Había pasado tanto tiempo entrenando, que se sentía más segura, aunque siempre temía que su otra mitad se hiciera presente.
—Hoy no se trata de contener tu energía, sino de liberarla bajo tu propio control —respondió Bill con una sonrisa astuta—. Vas a enfrentarte a una serie de ilusiones, desafíos que te pondrán a prueba, pero esta vez no estaré aquí para intervenir. Tendrás que resolverlo sola.
Con un chasquido de sus dedos, Bill creó un escenario completamente nuevo. El claro se transformó en un enorme campo de batalla. A su alrededor, figuras amenazantes comenzaron a tomar forma, monstruos y seres desconocidos que avanzaban hacia ella.
Dorito respiró hondo y cerró los ojos, recordando todo lo que había aprendido en las meditaciones con Bill. El control estaba en su mente. "Mantén la calma, piensa antes de actuar", se repitió. Con un movimiento rápido de sus manos, empezó a proyectar su energía, usando su magia para protegerse de los ataques. A medida que las criaturas la rodeaban, su poder fluía más fuerte, pero algo más dentro de ella comenzaba a despertarse.
Una risa escalofriante resonó en su cabeza, la voz de su alter ego.
"¿De verdad crees que puedes controlarme?", susurró la voz, burlándose de ella.
Dorito sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, pero no dejó que el miedo la dominara. Bill había estado preparando para esto. Sabía que tendría que enfrentarse a su parte más oscura en algún momento, y quizás ese momento había llegado.
—No te dejaré salir —murmuró para sí misma, enfocándose aún más en la batalla. Pero la voz persistía, riéndose en su mente, tratando de hacerla dudar.
