Cap 12: Un Reencuentro de Almas

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-------------------------------------------------------------Stanley se sentía desorientado mientras caminaba por la cabaña del misterio, el lugar que una vez fue su hogar

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Stanley se sentía desorientado mientras caminaba por la cabaña del misterio, el lugar que una vez fue su hogar. La sensación de estar allí de nuevo, en carne y hueso, era abrumadora. A pesar de la alegría de haber regresado, había una sombra de duda en su mente. ¿Cómo habían cambiado las cosas en su ausencia?

Stanley se encuentra con Dorito, quien, a pesar de ser tan pequeña, lo mira con ojos curiosos e inquisitivos. Dorito no había tenido mucho contacto con su abuelo, pero había escuchado muchas historias sobre él. Se sientan juntos en la sala, y Dorito comienza a hacerle preguntas.

—"¿Cómo era cuando tú y Ford eran jóvenes?" —pregunta Dorito, con una mezcla de curiosidad y admiración.

Stanley sonríe, recordando sus travesuras con Ford.

—"Éramos inseparables... hasta que no lo fuimos" —responde con sinceridad, su tono volviéndose un poco más sombrío—. "Perdí mucho tiempo estando lejos, Dorito. Pero ahora estoy aquí y quiero recuperar lo que dejé atrás."

Dorito asiente lentamente, tratando de comprender la profundidad de lo que dice. Luego, le cuenta sobre las aventuras que ha tenido desde que llegó a la familia y cómo, a pesar de que todo parece perfecto, siempre sintió un vacío.

—"Me alegra que estés aquí, abuelo" —dice Dorito con una sonrisa suave—. "Porque ahora siento que ya no falta nada."

Stanley la abraza con fuerza, sintiendo una conexión profunda con la pequeña, sabiendo que aún tiene tiempo para reconstruir esas relaciones perdidas.

Más tarde, Stanley encuentra a Mabel en el ático, trabajando en una nueva colcha que está cosiendo con retazos de tela. Mabel lo mira con una sonrisa que ilumina la habitación.

—"Te extrañamos mucho, Stan" —dice Mabel, sin apartar la vista de su labor.

Stanley se sienta junto a ella, observando sus manos trabajar con delicadeza. No puede evitar sentir un nudo en el estómago. Había pasado tanto tiempo desde que estuvo realmente presente para sus sobrinos.

—"Yo también te extrañé, Mabel. Mucho más de lo que puedas imaginar" —confiesa, su voz quebrándose un poco.

Mabel deja de coser por un momento y lo mira directamente a los ojos.

—"Todo ha cambiado desde que te fuiste, pero una cosa sigue igual: siempre serás parte de nosotros."

Stanley la abraza, agradecido por su madurez y su capacidad de mantener el corazón abierto, incluso después de tanto dolor. Mabel, con su optimismo inquebrantable, le da una sensación de consuelo que no había sentido en mucho tiempo.

Dipper, sin embargo, es más reservado. Lo encuentra en el laboratorio de Ford, estudiando algunos documentos. Stanley se acerca a él con cautela, sabiendo que Dipper siempre ha sido más cerebral que emocional.

La familia ChiperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora