Finge ser mi novia - Five Hargreeves

10: Borde de la muerte.

[Five]

Las cosas pasaron muy rápido, hace un segundo estaba mirando a Michelle y al otro se había chocado fuertemente contra mí.

Las cuerdas de nuestros arneses se habían enredado entre sí, así que ahora estábamos abrazados y colgando de un lado a otro como un adorno de navidad.

——¡Voy a morir! ——gritó mientras nos balanceabamos en el aire.

——Nena, no vas a morir, estamos seguros.

——¡¿Te parece seguro colgar de unas malditas cuerdas a más de cinco metros del suelo?!

Antes de poder responderle, Michelle cometió el peor error de una principiante de escalada.

Mirar hacia abajo.

El color se le fue y creí que le iban a explotar los ojos, así que sin decir nada más que un leve chillido se aferró a mí.

Estaba colgada de mí como un koala, con sus piernas alrededor de mi cintura y casi asfixiandome porque estaba abrazada a mi cuello.

Tenía la cara escondida en mi hombro y temblaba levemente.

Eso me hizo sentir un poco mal por ella, por lo que la abracé más fuerte para que se sintiera un poco más segura.

Mis hermanos estallaron en carcajadas al ver lo que había pasado.

——¿Están bien? ——nos preguntó Viktor.

——Sí, ustedes adelantense.

Acaricié la espalda de mi novia falsa y trate de hablar con voz calmada.

——Nena.

——No pienso moverme de aquí, me voy a morir ——ni siquiera podía separar su cara de mi hombro para no ver nada.

——No te vas a morir.

——¿Cómo estás tan seguro?

——Porque yo no lo permitiría.

Se quedó en silencio y solo se aferró con más fuerza a mí.

——Llévame de regreso.

Fácilmente podía hacer eso, pero quería seguir escalando.

Y no me quejaba de tenerla así contra mí.

——No, te aseguro que es más difícil bajar que subir.

——Nos vamos a quedar atrapados aquí como carnada para pájaros exóticos, carajo.

Solté una risa ante sus palabras y seguí acariciando su espalda con suavidad.

——No sabía que eras tan dramática, con que seas quejona basta.

——Te odio.

——No deberías decirle eso a la persona de la que te estás aferrando como un panda a un bambú.

——Solo sácame de aquí ——susurró asustada como una niña pequeña.

Sonreí divertido y me volví a pegar de la pared.

Con mucha precisión comencé a trepar de nuevo, aunque costaba un poco más por el peso de ella y la forma en que estaba aferrada a mí, aún así seguí el recorrido.

Pasó una media hora y ya había alcanzado a algunos de mis hermanos, pero ya estaba agotado por la fuerza que había ejercido.

Michelle seguía en la misma posición colgada de mí y con la cara escondida.

Llegó un punto en el que acepté mi destino de las burlas de mis hermanos, pero era eso o hacerla sufrir más a ella y a mí. Así que después de descansar un poco, me teletransporté a la cima.