Suspiros profundos.
El único sonido de aquella habitación. Había venido a visitarlo un hombre de Mónaco. Todos lo habían visto llegar tan pulcro y elegante. Se miraron entre todos para saber si habían tenido una visión o era real aquel ser humano. Taehyung miraba desde un rincón todo lo que pasaba, pero sólo eso. Sólo miraba. Su mente divagaba entre tantos secretos de los que ahora era consiente y le pesaban como ladrillos sobre su columna.
La puerta de Jimin se azotó tragandose al visitante extranjero y todos siguieron sus actividades.
—Taehyung —llamó Yifan haciéndolo saltar. Su dueño hizo un gesto con los dedos para que lo siguiera.
Los pasos de Yifan hacían eco contra el piso, contra el silencio y eran contados por la conciencia de Taehyung. Fue tras él de manera obediente.
Entraron al despacho principal. Olía a cuero, fragancias exquisitas y café. Jamás fue invitado a sentarse. Yifan sí lo hizo.
—¿Hiciste bien tu trabajo, Tae?
Su tono de voz era bajo, relajado. Lo suficientemente grave para entrar en cada poro de Taehyung, quien enseguida asintió.
—Y... por qué no ha regresado entonces.
Cada palabra dio paso a una pausa. Al final de la frase Taehyung notó molestia. Negó con la cabeza queriendo evitar abrir la boca.
—Mh...
La habitación se sentía cada vez más pequeña por la tensión.
—Cuéntame con detalle.
Yifan dio media vuelta en su silla dándole la espalda a Taehyung. Taehyung recopiló experiencias pasadas para lograr inventar una experiencia gratificante y digna de alguien con sus conocimientos.
Durante el silencio de Yifan la cabeza de Taehyung sentía una extraña presión, como si estuviese siendo presionada por todos los angulos. Casi haciéndolo temblar. Una necesidad creciente de decir la verdad nació en él pero cada que abría la boca para sacar todos los secretos de su sistema, cada que tomaba un respiro para hablar, cada que la presión se hacía más agresiva entonces veía a Yifan dar la media vuelta preguntando lo mismo.
A la tercera vez Taehyung no escuchó nada más que un pitido agudo. Su cráneo temblaba cada vez más pero luchaba por mantenerse quieto hasta que se arriesgó a contar una versión diferente y que, al parecer, fue suficiente para Yifan.
La presión cesó y Taehyung se relajó al instante.
—¿Por qué no le cuentas a Jimin? —Yifan lo miró ladeando la cabeza.
— El señor Min Yoongi pagó bastante por conocerlo —Yifan se levantó y palmeó un maletín insinuando que ahí guardaba el dinero— Cuéntale a Jimin a quién le regalaste de ti y que te de consejos. Es... buena idea ¿no?
Taehyung asintió obediente.
Esa noche Taehyung dio mil vueltas en su cama antes de poder dormir. Las palabras y acciones de Yoongi no lograban salir de su mente. Como un remolino que se había llevado su tranquilidad cuando el hombre no intentó tocarlo pero sí se puso de rodillas con unos ojos negros vacíos y desesperados.
"Te lo ruego" suplicó Min acompañado de la melodía de su propia pena y el doloroso llanto que seguía haciendo eco.
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Valley of the dolls // YM
FanfictionJimin es el ser más bello del lugar. Muchos dicen que en su vida pasada vendió su alma a cambio de tal belleza. ¿Cuanto estás dispuesto a pagar por poseer su cuerpo?