Jimin es el ser más bello del lugar. Muchos dicen que en su vida pasada vendió su alma a cambio de tal belleza.
¿Cuanto estás dispuesto a pagar por poseer su cuerpo?
Una botella de vino, una botella hermosa, una botella hecha de diamante, su etiqueta ilegible, letras elegantes, trazos suaves. Esa botella es puesta en su lugar, en aquella mano se sostiene la copa que alberga el vino.
Los pasos no se escuchan, la tempestad no existe.
— ¿Y qué ganas con eso?
— No sabes lo que es el amor. El verdadero amor. Aquel que te sigue en esta y todas las vidas, aquel que siempre pagará por tus malas acciones, aquel que llevará cuenta del daño, pero dice que no. Aquel que perdona luego de lágrimas. O luego de tu muerte. ¿Cuántas veces murió por él?
— ¿Cuántas veces ha estado dispuesto a morir él?
— Una.
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— ¿Un mes?
Jimin ve todo a su alrededor, cuando despertó no era así, había estado en condiciones en las que nunca se había visto. También estaba seguro que no había sido usado aún inconsciente, no había dolor.
¿Yoongi fue un sueño? Aleja el pensamiento con un movimiento de su cabeza y carraspea.
— Kim Taehyung, ¿podrías salir de mis aposentos? En este momento me encuentro indispuesto para charlar contigo. Quiero descansar.
Se mueve por el cuarto hasta que reposa sobre el sofá. Acaricia sus piernas, sintiéndose de pronto más desnudo de lo usual.
— Mañana traeré tus libros.
— Te agradezco.
Taehyung sale completamente confundido, mas su atención es robada por aquel hombre que hacia mucho no veía salir de la habitación de Hyunjin. Le ignora y sigue caminando hasta su habitación.
Mientras tanto, Jimin se levanta del sofá y busca quitar las sabanas de la cama para poder cubrirse. Pero no puede, están perfectamente atoradas, intenta levantar un poco el colchón pero le resulta imposible. Sigue intentando hasta que de tanto jalar cae al piso, claro que no podría quitarla, es una funda. Aunque no sabe el nombre, ni que siempre había sido así.
Tampoco había estado contra el piso antes. La frustración le llena y cae de cara contra el piso, rendido. Necesitaba un cliente, a Yifan, lo que sea. Necesitaba encontrar su lugar y alejar la niebla de su mente.
Se desespera, se enoja. ¡Él no sabe nada! ¿Por qué está ahí, por qué no puede salir?
La puerta se abre. Jimin se tensa y se azoma debajo de la cama, intentando escapar de Yifa, Yifan maldice. Lo pudo escuchar.
A penas la mitad del cuerpo de Jimin estaba debajo de la cama y unas manos fría sostiene sus piernas.
— ¿Qué estás haciendo?
Está enojado, lo siente.
— Busco mi collar de diamantes. He despertado sin él y Taehyung ha estado entrando, quizá lo robó.
Es jalado hacia atrás, pero hace uso de todo su poco peso cuando ve la sombra de algo bajo la cama, algo pequeño.
Intenta tomarlo pero Yifan lo saca y golpea su rostro de una cachetada.
— ¿Piensas que soy estúpido? Deja las ideas que estén llegando a tu cabeza. Eres parte de este lugar. Eres un agujero para el dinero, no puedes aspirar a más. Te di mucho, es hora de quitarlo. Taehyung no vendrá más. Y no intentes esconderte debajo de la cama, Jimin. Es bastante iluso de tu parte creer que puedes escapar de esa manera.
Yifan sale azotando la puerta.
Jimin enseguida se arrastra debajo con desesperación, estira su brazo derecho buscando alcanzar aquello, cuando lo toca se estremece y aún así sale con aquello.
Es inevitable no soltarlo y ahogar un grito cuando el olor y la verdadera apariencia de aquello le es revelado.
Un dedo.
♡
Esta vez quiero dar un mensaje especial, para ti, Gabriel. Te dedico este capítulo, es pequeño... Pero importante. Eres una gran persona, perdón por centrarme en mis problemas y no ver más allá para poder apoyarte. ¡Aprenderé a cómo brindar una amistad verdadera! Y espero que vuelvas para brindarte el cariño que mereces. Te quiero, ¿vale?
