¡Hola a todos! Acá otro capítulo porque como lo escribo a pedido y tengo material de donde inspirarme jaksdjada tengo muchos caps jaksdja
Lo que si, para los que ya saben de que drama lo saqué y me pidieron que lo inspirara, no lo haré exactamente igual porque ese drama es demasiado cruel y todo lo que el sujeto le hace a la chica no tiene forma de ser perdonado. Acá no pondré ni la décima parte de eso. Así que voy avisando jeje.
Rhaenyra estaba cansada y asustada, encerrada en esa habitación oscura, sin nada más que hacer que mirar con miedo hacia la puerta.
Intentó resistirse cuando Daemon la arrastró hacia la sala de interrogatorios otra vez, el corte en su muñeca había sido atendido por maestres que cínicamente Daemon había enviado, pero ella no sabía que podía hacerle él esta vez.
Él podía ver lo nerviosa que ella estaba cuando la arrojó a la silla de madera, pero sus ojos seguían siendo crueles.
- Podrías evitarte el sufrimiento, solo si cooperaras, tú único defecto es ser la hija de mi hermano, pero podría incluso ignorar eso si cooperas y me juras lealtad- dijo Daemon y ella lo escupió en el rostro cuando él se acercó a ella.
Daemon sonrió y la abofeteó por su insolencia. Ella sintió sus ojos brillar, porque nadie jamás la había maltratado de esa forma, pero luego levantó la mirada sin darle en el gusto.
- ¿Acaso no te das cuenta? ¿Cuántos días llevas en mi poder? Tú padre te ha abandonado, dejó incluso a sus leales morir ¿Crees que le importas más que ellos? Lo único que necesitas hacer es decirme donde él puede estar, y todo esto terminará, te dejaré libre, no estarás encerrada, podrás irte o quedarte bajo mi protección, te daré lo que pidas- dijo él, sus palabras como garras, arañando el último vestigio de esperanza que quedaba en su interior.
Pero Rhaenyra se aferraba a su silencio, como si cada palabra que no pronunciaba fuera su única defensa.
Daemon suspiró teatralmente.
- ¿Sabes? Pensé que tenías más sentido común. Pero tal vez me equivoqué. Tal vez eres como él, ciega en tu terquedad- dijo Daemon sabiendo que la terquedad la había heredado de Viserys.
Sus dedos se deslizaron por el cuello de Rhaenyra, una caricia helada que la hizo estremecer. Luego, en un movimiento rápido, los dedos se apretaron, no lo suficiente como para asfixiarla, pero sí lo justo para que el miedo comenzara a nacer en su interior.
- ¿Te duele Rhaenyra? susurró con una voz baja y profunda- Este es solo el comienzo. Imagínate el dolor que vendrá después. Y todo por un hombre que ya no tiene poder, un hombre que te abandonó- dijo Daemon y Rhaenyra sentía miedo de su mano en su cuello.
Ella seguía negándose a mostrar miedo, pero el sudor comenzaba a perlársele en la frente. Sabía que Daemon no estaba jugando. Con cada día que pasaba, sus juegos mentales se volvían más oscuros, más peligrosos.
- ¿Crees que para él vales algo? Eres una hija, no un hijo, él desea un heredero ¿Acaso no lo ha dicho siempre?- preguntó Daemon que conocía bien a su hermano, sabía lo mucho que él deseaba un hijo, tanto, que cuando él tuvo a su hijo, tuvo que enviarlo a matar para no tener una competencia al trono.
Rhaenyra sintió sus ojos brillar. En eso él tenía razón, su padre la había nombrado heredera, solo cuando se rindió en su deseo de tener un hijo, pero él siempre había anhelado un hijo varón, en eso Daemon llevaba la razón.
Daemon la soltó, retrocediendo con una expresión de desdén.
- Deberías saber algo...- comenzó a decir viendo como ella llevaba su mano a su cuello para calmar el ardor que seguramente su mano había causado, su tono era ahora más severo.- Tu padre no es el hombre que crees. Me arrebató a mi primogénito. Me arrebató a mi amante, él dio la orden, y me hizo saber que fue él- dijo Daemon casi con pesar en sus palabras.
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La Jaula del Dragón (Dark Daemyra)
Fiksi PenggemarEl reino de Westeros se tambalea al borde del abismo cuando el príncipe Daemon Targaryen, impulsado por la ira y la venganza, decide derrocar a su hermano, el rey Viserys, a quien culpa por la muerte de su primogénito. Durante años, Daemon ha reunid...