°•🫐Amarte🫐•° «Neptuno x Urano»🔞

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Siento que podría escribir más de un millón de palabras para relatar la sensación de perder a quién amabas, sentir su compañía a pesar de las lejanías, y jamás me daré a entender o como mínimo comprender el 1% de lo que quisiera decir realmente. Quizás podría intentarlo en honor a tu memoria perdida, daré a conocer tus enseñanzas ofrecidas antes de partir.
---¡Uxúe, lo estás lastimando! ---Volteo teniendo a mi costado a Samuel vestido de traje negro, bastante deprimido por el día nublado.

Alzo una ceja confundido por su grito. Cuando mi vista cae sobre la lápida donde están enterrando a mi padre caigo en cuenta de la realidad. ¿Qué me sucede? ¿Por qué me pierdo tanto en mi mente? Ni siquiera soy capas de reaccionar a mi entorno sin la ayuda de alguien. ---No le alces la voz Samuel... o sino no-. ---Nelson iba amenazarlo, antes de ello pongo mi pie sobre sus zapatos interrumpiendo la oración en ese disimulado regaño.

---L-lo siento, ¿Decías algo Samuel? ---Sin ánimos de seguir aquí soplo amargamente.

Las manos de mi amigo tocan mis dedos los cuales sujetan el brazo de Nelson, al mirarlos me doy cuenta del daño involuntario causado. Estoy rasguñando la piel de mi mejor amigo, incluso saqué algo de sangre por la presión ejercida. De inmediato lo suelto aterrado de que se enojara conmigo por tratarlo así. ---¡T-tranquilo! Estoy aquí para tí, no pasa nada, necesitas desahogarte... ---Nelson vuelve abrazarme colocando mis manos otra vez sobre su herida.

Niego con la cabeza volviendo alejarme. ---Lo siento... no quise... no quiero hacerte daño... ---Suelto al aire evitando llorar frente a todos. Aunque el lugar estaba inundado de llantos familiares debo tomar el papel de ser quién se haga responsable.

Qué esté en el funeral de mi papá no significa que deba ser débil.

Mi mejor amigo acaricia la mejilla donde tengo una lágrima caída. ---No me haces daño... Samuel deja de meterte donde nadie te llama ¡Hmp! ---Esa compasión y amabilidad desaparece al hablar con mi otro amigo, quién cruza de brazos frunciendo las cejas.

---Te está sacando sangre, disculpa si trate de ayudarte. ---Samuel suelta un sollozo respondiendo a Nelson. ---Además, cuando Uxúe disocia demasiado hay que despertarlo, ambos sabemos que sus pensamientos son muy dañinos. ---Gira los ojos levemente indignado, aún así, su llanto seguía prolongado. Desde que se enteró sobre la muerte de mi papá no a dejado de lamentar su perdida.

Nelson vuelve a dirigirle un puchero cortando la conversación. Yo en medio de ambos me limito a descansar la mente.

Después de éste funeral regresaré a casa... yo solo... Sin nadie quién me espere.

Un golpecito en el hombro llama mi presencia, al dirigir la atención veo una piedra en el suelo. Otro golpecito cae en la cabeza. Sobo la parte atacada buscando quien trata de molestarme. Ahí fue la primera vez que lo ví, alguien de baja estatura usando una máscara algo extraña, se ocultaba en algunos árboles cerca de los baños masculinos. Hizo una seña con los dedos de llamarme ¿A caso quiere que vaya dónde él? Sin nada que hacer decido aceptar. Probablemente sea un negocio sin resolver de papá, ya me tocó hablar con varios del tema y explicarles sobre su reciente muerte. ---Iré al baño, por favorcito no peleen. ---Pido a mis dos únicos amigos. Los ojitos iluminados de Nelson a punto de seguirme me hacen detenerlo. ---Q-quiero estar solo ¿Sí? Vuelvo más tarde... ---Con calma planto un dulce beso sobre frente para retirarme.

Camino arrastrando los pies en dirección a la figura desconocida. Éste busca algo en su chaqueta sacando un sobre. ---Señor Uxúe, es su placer. ---Saluda, tiene un tono coqueto y a la vez serio.

Mi imaginación de artista me engaña, pero no evito pensar que esa máscara se parece al planeta Mercurio.

Agarro el sobre sin comprender el misterio en ello, tampoco me apetece investigar. Tiene el sello del Sol, bastante elegante a mi parecer, cuando lo abrí poco a poco fue cambiando mi vida... Con cada leída mi corazón el cual no tenía esperanzas de seguir latiendo aumenta desesperadamente el ritmo cardíaco, un sudor frío alcanza mi titubeo corporal, las pupilas dilatas hacían evidente el horror de la noticia incapaz de articular una frase.