°•🫐Amarte🫐•° «Neptuno x Urano»🔞

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Llegó a su casa exhausto.

Dejándose caer en el sofá, solo pudo percibir un agradable olor saliendo de la cocina. Quizás Nana esté preparando la cena. Piensa. Un momento ¿No despidieron a Nana? Al levantar la cabeza para mirar su alrededor un jóven de su edad está al frente sonriendo de oreja a oreja. ---¡AHHHH! PUTA MADRE NELSON. ---Ante la sorpresa de encontrar a su mejor amigo de la nada se exalata en un grito (bastante agudo). Sujeta su pecho tratando de calmar el susto que tuvo. ---Hola Nel. ---Saluda un poco amargado volviendo a recostarse.

Su mejor amigo no deja de sonreír inocentemente, ya estaba acostumbrado a los gritos de Uxúe, de cierta manera le gustaba espantarlo a propósito. ---¡HolaAa! ¿Dónde estabas vecinirijillo? Llegué hace horas y no estabas. ---Se sienta a su lado, mueve las piernas de lado a lado jugando como niño.

El mencionado solo reniega en el mueble, realmente necesitaba desahogarse. ---En una reunión. Es... sobre mi papá... ---

La sonrisa algo tonta y divertida de Nelson de inmediato se desvanece, fue reemplazada por un rostro preocupado. Quizás sea un bobo, no obstante, sabía que la perdida de un ser querido afecta gravemente la salud física y mental de quién esté de luto. ---¿Cómo te sientes? ---Se acerca un poco más a su vecino. Uxúe se da la vuelta quedando boca arriba, estira los brazos expresando en señales que deseaba un abrazo suyo.

---De la mierda. ---Responde teniendo un temblor corporal, recordando con desagrado a los muertos y el sonido de un disparo mortal. Nelson sin hacerlo esperar se recuesta a su lado acomodándose sobre él, rodea el torso de Uxúe con sus brazos dándole un cálido beso sobre su frente. ---Gracias... ---Oculta la cara sonrojada en su cuello sin pronunciar palabra alguna. Pudo percibir el perfume de su amigo, algo que calmo su pecho y reconfortó sus pulmones.

¿Quien es Nelson?

¿Y por qué es el único que puede tocar y consolar al frío de Uxúe?

Empecemos contando su historia desde el punto de vista de Nelson.

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Lluvia, amo la lluvia...

Cada gota se resbala en la acera. Con una mano intento alcanzarla siendo un sueño imposible para un niño de 7 años. Me gustaría tanto crecer un poco más, si un adulto fuera quizás me lleguen a respetar.
Sin más opciones me conformo con seguir admirando las gotas provenientes del cielo caer sobre la ventana y parte del suelo. Cierro los ojos disfrutando el sonido de la naturaleza, una belleza que no cualquiera sabe expresar, me produce tanta paz.

---¡Listo! Todo arreglado hermano. Aquí será nuestro nuevo hogar. ---Menciona emocionado, su nombre no es importante ahora. ---¿Qué haces Nelson? ---Cuestiona al verme intentando tocar las gotas de lluvia que caían sobre la ventana. ---¡Vamos! No tenemos tiempo para ésto. Mamá y Papá esperan grandes cosas para nosotros, no los defraudes. ---Su fría mirada no me agrada, siempre me ordena, siempre es racional y perfeccionista.

Camina hasta estar a mi lado, observa la ventana revisando que no tenga la marca de mis dedos como mancha en el cristal, con algo de temor decido preguntarle. ---¿Puedo jugar afuera? Antes de... eso. ---Agacho la cabeza, cruzando los dedos esperando diga; sí.

---Hmms... Diez minutos. ---Se aleja del ventanal.

Salto emocionado, después de tanto trabajo amaba disfrutar un poco de mi niñez.

Al salir de tan aburrido lugar, corrí por todo el patio jugando con la lluvia y los charcos de lodo que se crearon. No me importó mucho como estaría mi apariencia elegante después de jugar, o si me agripaba al terminar. Al tener 7 años mi único pensamiento fue reír sin cesar, hasta las risas acabar. Sin embargo, entre mi parloteo y disparate infantil, unos ojos celestes me hicieron desconcentrar, una mirada tan profunda y curiosa de la vida. Al estar distraído con el nuevo intruso no evité tropezar, al caer solo me reí un poco por mi torpeza, escuché por primera vez su dulce melodía ¿Quien era? Al levantarme me dirigí hacia la cerca. Cerca la cuál divide las grandes familias y dos enormes mansiones representantes, ambas tenían una apariencia similar. ---Hola. ---Sonreí para él... ¿o ella? Aquel ser ofrecía unas pestañas largas y finas.