11:Juicio

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El día del juicio había llegado

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El día del juicio había llegado.

Eli, Moon, Demetri y Devon estaban sentados en las primeras filas del tribunal, con los padres de Eli, Anna y Alejandro, justo detrás. A pesar del bullicio en la sala, el grupo cercano a Eli permanecía en silencio, sintiendo el peso de la situación. Después de dos años de dolor e incertidumbre, el juicio por el asesinato de la hermana de Eli finalmente iba a resolverse. Todos sabían que hoy se definiría el futuro, no solo para Eli, sino para su familia.

Tory estaba en una esquina de la sala, conversando con su padre, Theodoro. La presencia de él inspiraba respeto, no solo por su imponente figura, sino también por su reputación como uno de los abogados más destacados. Tory, aunque mostraba una fachada de serenidad, tenía las emociones a flor de piel. Estaba vestida con un elegante vestido negro que contrastaba con su abrigo blanco, sus tacones resonando levemente en el suelo cada vez que cambiaba de postura. El semblante frío y distante que acostumbraba mostrar se desmoronaba por momentos, al sentir la presión del juicio y el dolor de Eli.

—Todo está preparado, hija. Los testimonios, las pruebas, hemos armado un caso a prueba de balas —le decía su padre con calma, su mano firme apoyada en su hombro, un gesto que siempre le había dado seguridad desde niña.

Tory asintió con la cabeza, aunque su mirada seguía perdida entre las figuras que comenzaban a llenar la sala. Alex, el acusado, hizo su entrada en ese momento, escoltado por dos guardias. Sus ojos vacíos y su postura desafiante lo delataban. Era el responsable del asesinato de la hermana de Eli, y verlo frente a frente, ahora a punto de recibir justicia, provocaba en Tory una mezcla de rabia y alivio.

El intercambio de miradas entre Alex y Tory fue breve, pero intenso. Los ojos de Alex se fijaron en ella, llenos de resentimiento y amargura, pero Tory, lejos de achicarse, le devolvió una mirada feroz. Todo el resentimiento acumulado en esas semanas salió a la superficie. Fue una expresión que dejó a Alex paralizado por un segundo, su rostro contrayéndose levemente antes de apartar la vista. Theodoro, observando de cerca la interacción, apretó suavemente el hombro de su hija. Sabía lo que significaba para ella estar allí, y cómo ese juicio también cerraría heridas profundas en su vida.

—No pierdas el foco,Victoria —le murmuró su padre con seriedad—. Hoy no es el día para dejar que las emociones te dominen.

Tory respiró hondo, asintiendo sin decir palabra. Sabía que tenía que mantenerse firme por Eli.

Unos minutos después, Tory y Theodoro se acercaron al grupo de Eli. Él estaba conversando con sus padres en voz baja, su rostro tenso mientras Anna y Alejandro intentaban consolarlo. Anna tenía los ojos vidriosos, luchando por mantener la compostura, mientras Alejandro le daba palmaditas en la espalda a su hijo, un gesto que, aunque sencillo, transmitía un apoyo incondicional.

—Todo va a salir bien, Eli —dijo Tory con firmeza, interrumpiendo la conversación. Eli levantó la mirada, encontrándose con los ojos de Tory, y asintió en silencio.

ÉlITE  [Cobra kai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora