03:Polvora

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La noche había alcanzado su punto más alto

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La noche había alcanzado su punto más alto. La mansión LaRusso era un caos de música a todo volumen, luces que parpadeaban y una multitud de jóvenes que se movían frenéticamente. Las risas y los gritos se entremezclaban con el sonido de vasos y botellas chocando, y el aire estaba cargado con una mezcla de alcohol y sudor.

Tory, siempre el centro de atención, bebía sin parar, una botella de tequila en una mano mientras su otro brazo caía sobre los hombros de uno de los chicos que bailaban con ella. Su risa resonaba fuerte, una señal de lo avanzada que estaba en su borrachera. Sus movimientos eran torpes, pero su actitud desbordaba confianza, la misma que siempre mostraba, aunque esta vez, acentuada por el alcohol.

Robby, por su parte, se había apartado momentáneamente de Tory. Se encontraba hablando con Miguel, ambos rodeados por un grupo de chicas que se reían con cada broma que soltaban. Miguel coqueteaba descaradamente, jugando con su sonrisa encantadora y manteniendo el contacto visual con una chica que claramente estaba disfrutando de la atención. Robby no se quedaba atrás, lanzando comentarios ingeniosos y recibiendo risas coquetas de otra chica que lo miraba con ojos brillantes.

Mientras ambos disfrutaban de la atención femenina, Sam los observaba desde la distancia, sus manos aferradas a un vaso de cerveza que no dejaba de temblar. Su mirada era una mezcla de enojo y tristeza, y cada vez que veía a Miguel acercarse más a esa chica, sus ojos se llenaban de lágrimas. Aunque intentaba disimularlo, estaba claro que la inseguridad que sentía la estaba consumiendo. La imagen de Miguel coqueteando con otras la estaba destrozando por dentro, y la rabia de no ser el centro de su atención la sofocaba.

Yasmine, mientras tanto, estaba parada cerca de la barra, pero su mirada no estaba en la bebida que sostenía. Sus ojos seguían a Moon, que hablaba animadamente con Eli. Cada risa de Moon, cada gesto amable hacia Eli, hacía que el ceño de Yasmine se frunciera más. Estaba claro que los celos hervían en su interior. No le gustaba ver a Moon tan cercana a alguien más, y mucho menos a Eli, el chico becado que, para ella, no merecía estar en la misma categoría social que ellas.

—¿Qué hace Moon hablando tanto con él? —murmuró Yasmine entre dientes, lanzando miradas furtivas mientras bebía de su vaso con disgusto. No soportaba la idea de que Eli pudiera estar robando la atención de Moon.

Por otro lado, Demetri estaba en una situación igualmente complicada. Después de haber sacado a Sam del bullicio de la sala, la había llevado a un rincón más tranquilo de la casa, cerca de la piscina, donde esperaba que ella pudiera calmarse un poco. Sam, sin embargo, no estaba interesada en calmarse.

—¿Qué te pasa, Sam? —preguntó Demetri, con una mezcla de preocupación y frustración en su voz. —Pareces molesta...

Sam lo miró con ojos vidriosos, sus mejillas rojas por el alcohol y el enojo reprimido. Su actitud arrogante y clasista seguía ahí, pero ahora se mezclaba con una tristeza que no podía ocultar.

ÉlITE  [Cobra kai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora