Capitulo 8

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—¡Y de la nada, lo juro, mamá se cae en un agujero enorme entre la nieve! ¡Desapareció, Lizzie! —abre sus ojos, asombrado de ese recuerdo, al parecer. Apoyo mi mejilla sobre mi mano para continuar prestándole atención más cómoda. —Le grité a papá, y vino a ayudarla a salir, ¡salió cubierta de nieve! Se congeló, pero... me dio mucha risa ¿sabes? Fue muy gracioso, parecía Olaf— termina entre risas mirando a su madre.

Es realmente lindo que un niño te mire cómo Cosmo mira a su madre, con tanto brillo, amor y ternura. Su madre lo es todo para él, definitivamente.

—¿De verdad? —exclamo sorprendida y riendo con él. —No puedo creerlo... qué historia de vacaciones, eh, pequeño.

—Ojalá me hubiera ayudado en vez de reírse tanto— agrega la rubia mirándome. Oh, vamos, si yo estuviera en ese momento, me hubiera muerto de la risa he incluso habría grabado, de seguro.

—Era muy pequeño, mamá. No podría sacarte, eres muy pesada...—le responde inocentemente y sin mentir. Equivocado no estaba. Sonreí y comí otro pedacito del mejor pastel de la ciudad. Es esponjoso, sabroso y tiene mucho chocolate, ideal para mí que adoro el azúcar.

—Por eso no volvimos a vacacionar en medio de la nieve— me confiesa Scarlett.

—Es cierto... ya no nos fuimos de vacaciones nunca más— dice con tristeza en su voz el pequeño.

—Falta poco para vacaciones de verano, de hecho— lo animo un poco. —Yo viaje a Paris por mi cumpleaños.

—¿¡De verdad?! Mamá tiene una tienda en ese lugar, ¿¡fuiste?! Yo no conozco, mamá me dijo que son muchas horas de viaje y no me gustaría eso...— habla contento. —Sólo he viajado poco en avión, pero mamá viaja más, ¿a ti te gusta viajar, Lizzie? ¿Lo haces mucho? —me pregunta interesado en el tema y Scar le da de comer un poco de pastel.

—Viajar es una de mis cosas favoritas en el mundo, pequeño.

—¡También la mía! —interrumpe y luego me deja continuar.

—Viajo cada vez que puedo, de hecho, ahora mismo estoy técnicamente de viaje por Nueva York, tengo que regresar el próximo viernes a Los Ángeles, y debo subirme a un avión para eso— continúo contándole. El me mira entretenido.

—¿Por qué tienes que irte? — cuestiona frunciendo el ceño.

Doy un trago de café antes de contestarle.

—Porque terminé de trabajar aquí, pequeño. Y extraño a mi esposo.

—¿¡Tienes esposo?! ¿Por qué? ¿¡Hace cuánto?! ¿Cuántos años tienes? ¿Tu madre te deja casarte con un hombre adulto? —empezó a hacer muchas preguntas sin poder creer que estoy casada. Es demasiado tierno.

—Si, tengo esposo. Hace un par de años— contesto y miro a Scarlett. —No tengo muchos años más que tu madre, y.... mi madre quiere a Robbie.

—¿Robbie se llama?

—Si, se llama Robbie.

—No me gusta su nombre— expresó con desaprobación.

—¡Cosmo! —llamó su atención Scarlett. —No seas grosero, no debes decir eso, por favor— lo regaña y pongo mi mano sobre su brazo para que se detenga. No tiene que regañarlo por ser sincero, prefiero eso a que mintiera.

—Está bien, Scarlett, déjalo hablar...

—Lo siento, mamá. Pero... no me gusta el nombre Robbie, debería llamarse... Mhm Cosmo, cómo yo, me gusta mi nombre—. Definitivamente este mini humano ha nacido de Scarlett Johansson.

La miro y simplemente me sonríe avergonzada.

—Tu nombre es muy bello— concuerdo.

—Lo sé, el tuyo también, Lizzie, me gusta— dice sincero y se pone serio de nuevo. —¿Por qué te casaste?

No Body, No CrimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora