No todos los dias tengo el placer de que Scarlett Johansson me visite, menos en mi trabajo.
―Solo era mi esposo...― justifico suavemente y beso su mejilla. ―Me pone contenta verte― admito sonriéndole. Ella me da una de sus cálidas y encantadoras sonrisas, contagiándome un poco de sus vibras tan alegres.
No pude dejar de mirar el precioso atuendo que llevaba, resaltando el color celeste, y a juego con una cartera negra. Lucia fabulosa. Y no la veo hace demasiado tiempo.
Recordé al instante lo divertido que era estar con ella detrás de escenas.
―A mi igual, pretendamos de que no es el hecho de que vivas en la otra punta del país el motivo de no vernos― bromea con una risa tierna. Bueno, tiene razón, me contagio la risa, además.
―¿Cómo estás? ¡Escuche que estas dirigiendo una película! ¿Es cierto? ― expreso mi evidente emoción por ella. Hay una gran diferencia entre ser solamente actriz, a ser productora y directora de una película, es un gran paso que dar. Y sé que Scarlett no solo está hecha para eso, sino que ha sido una meta que tiene hace mucho.
Ella suelta una risa un poco más fuerte mientras asentía con su cabeza.
―Digamos que estoy "probando cosas nuevas", y me gusta cómo se siente estar detrás de la cámara, esta vez...―responde un poco tímida. ―No soy la única por lo que veo, y me disculpo por faltar a la inauguración, Lizzie―murmura sincera dejando su cartera en el sofa, creo que es señal de que no solo ha venido a saludar.
―No te preocupes, Scar, no hay problema... ―sonrío alegre. ―¿A qué se debe el gran placer de verte? ¿Viniste a conocer el lugar?
―Si, quería pasar a conocer, y rogaba de que estuvieras aquí― admite y siento mis mejillas ponerse rosadas de pronto. ―Me veía en la necesidad de ayudar, además. Debo felicitarte por esto―abre sus brazos. ―Es un gran trabajo, de admirar.
Consigue sonrojarme otra vez.
―Gracias, y si, fue un trabajo bastante... pesado, pero lo logramos, ya todo está en orden, funcionando, y solamente espero que todo siga así de bien― confieso intentando relajarme un poco. Me acerco a las puertas de mi oficina para mirar a Josh, mi asistente que estaba en su escritorio.
―Josh, ¿me traes un café hawaiano y un moca? Por favor, con extra chocolate...―le doy una mirada calma y asiente levantándose de inmediato. Le agradezco antes de entrar a mi oficina rosa viejo una vez más. Me volteo hacia Scarlett y estaba mirando el lugar atentamente.
―¿Cómo hiciste todo esto? ―indaga pensativa. Se refiere a la fundación. ―Quiero que me cuentes, estoy intrigada―. Oh no, yo estoy segura de que no tiene ganas ni tiempo para escuchar cómo he conseguido hacer miles de cosas legales para poder abrir este lugar. Ha costado bastante y no solo dinero.
―Créeme, no quieres... desperdiciarías demasiado tiempo de tu vida escuchándome hablar sobre temas legales y del Estado, o una organización benéfica― aseguro sentándome en el sofa marrón del lugar. Es realmente cómodo.
Ella me observa seria y levantando una ceja.
―Tengo dos horas hasta que Rose salga de la escuela, ¿te sirve o necesito cita previa para charlar con mi vieja amiga? ―articula sin quitar su mirada celeste de mí.
Dos horas con ella no solo me sirven, sino que me parecen demasiado. Personas pagarían por su presencia, y ella insiste en querer charlar conmigo.
―No es tan interesante de todas maneras―intento refutar y niega con su cabeza.
―Cuéntame todo, Lizzie―.
Se sentó a mi lado por los próximos 30 minutos que hablé sobre la fundación, y como con los abogados todo fue más fácil, aunque la cosa todavía era complicada, hay muchos procesos que cumplir a pesar de que ya existe.
Bebimos nuestros cafés y me levanté solamente para tirar el vaso en la basura.
Le pregunté sobre su familia, para cambiar de tema, porque realmente me interesaba saber cómo estaban sus hijos, ha tenido otro hace poco tiempo, creo que algo he escuchado o visto. Un varón, por lo que me contaba sobre el pequeño Cosmo, es el niño más apuesto de todo el mundo.
Sus ojos brillaron cada vez que mencionó el nombre de sus mini personas que viven con ella. Y eso me ponía muy feliz, es muy linda con los ojos brillosos. Además de que tiene su brillo propio, claro está.
Al parecer la mayor, Rose, a quien si conozco -de pequeña- está pronto a cumplir los nueve años en estos meses y se comporta como una mini adolescente, por lo que dice Scarlett, se refiere a su hija como una "salvaje" y es realmente gracioso escucharla hablar sobre los berrinches que le hace o las pequeñas discusiones sin sentido que tiene. Incluso, se siente celosa porque a veces cambia los planes con su madre por acompañar a Colin de compras o pasar un rato más con sus amigas del colegio.
Es propio de la edad, supongo, está dejando de ser una niña pequeña y comenzando a descubrir un poco del mundo. Aunque Scarlett claro está que quiere protegerla con todo lo que tiene del mundo, y la entiendo totalmente. Ser una buena madre hoy en día es realmente difícil, pero si volteas a ver a Scarlett Johansson, te das cuenta que ella lo hace lucir más fácil.
Aprovechamos la hora completa para hablar de nuestras familias, y la mía se había agrandado debido a que Ashley, el año anterior, se ha convertido en madre primeriza de dos gemelos bellísimos llamados: Otto y Monroe. Podríamos haber pasado la tarde entera hablando de ropa para niños, caricaturas de antes y domingos, pero recordé que debía enseñarle el lugar, y, así lo hice.
Dimos un recorrido por todas las instalaciones, conoció a las niñas que estaban en clase de Arte, y quedó bastante sorprendida con todo lo que se hace aquí. Me felicitó muchas veces, y cerca de las 3 pm me dio un cheque de un millón de dolares, como donativo, obviamente.
Se disculpó nuevamente por faltar la semana anterior, y se comprometió a continuar dando donativos, realmente le interesaban aquellos niños sin hogar que mi fundación ahora se encargaría de cuidar y ayudar, más que nada.
Here for you consiste en otorgarles herramientas a niños y adolescentes que se encuentran en el Orfanato de NYC, ¿Qué clase de herramientas? Principalmente, nos ocupamos de donar un edificio nuevo al orfanato, donde se hicieron nuevos ambientes y habitaciones para que haya más capacidad.
Aquí, en donde trabajo ahora mismo, se dan las clases, tenemos profesores de Lengua, Artes, Matemáticas, Música y Actuación. Si, no es mucho por el momento, pero de esta manera los niños aprenden cosas nuevas y ocupan su mente en algo que en un futuro puede favorecerles. Las clases se separan dependiendo la edad, y también, brindamos consultas terapéuticas y cuidados especiales si se necesita. Siempre me ha parecido muy importante enseñar a los niños sobre salud mental, lo hice a través de Hattie Harmonie, en su momento, pero ahora, puedo ayudar de manera más directa. Y si bien soy consciente de que no ayudo a todos los niños del país, estoy comenzando por aquí y es mejor que no hacer nada.
Mis hermanos me han ayudado bastante con las ideas, y siempre están dispuestos a ayudar en lo que puedan, tanto que Courtney es la encargada de cuidar y ayudar a los más pequeños, y me viene bien saber que al menos ella va a estar todas las semanas aquí, ya que yo no podré.
Aunque la Cofundadora es Marjorie Hudson, una amiga de toda la vida y activista, estoy segura de que la Fundación va a continuar progresando, confío en ella lo suficiente como para permitirle que forme parte del equipo. Ambas queremos lo mismo, ayudar a los niños a alivianar la dura vida que llevan, al menos por un momento, darles sonrisas, motivos.
Es una nueva etapa en mi vida que me encanta, ya no se trata solamente sobre grabar películas y ser feliz al terminarlas, sino de... realmente generar algún tipo de cambio. Y gracias a mi trabajo en el cine, en gran parte, todo se ha dado de maravilla.
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No Body, No Crime
FanfictionDetrás de las luces de Hollywood, dos estrellas de cine encuentran un amor prohibido. En un mundo donde la fama y la privacidad son un equilibrio delicado, Elizabeth y Scarlett, se ven reunidas por el destino. A medida que su amistad se profundiza...