𝔼𝕩𝕥𝕣𝕒 𝟙

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Los capítulos extra estarán narrados desde la perspectiva de Mateo y mostrarán cómo comenzaron a surgir sus sentimientos por Nicole, reviviendo algunos momentos del inicio al final de la historia desde su punto de vista.

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Mateo odiaba llegar tarde a clases, menos si seria durante su clase favorita, la de ingles. No había dormido muy bien ayer, le costaba pegar el ojo en la noche y terminó jugando un juego en el celular sentado en su cama, despertándose mas tarde de lo acostumbrado. Cruzó la entrada, esquivando ágilmente a los estudiantes en el pasillo para llegar al salón. Un pequeño pensamiento le llegó.

¿Dónde estaría Nicole Cucco?

Hizo una mueca, sin entender muy bien el porqué debía pensar en ella. Desde el inicio de clases le sucedía, de vez en cuando la chica de ojos verdes acudía a sus pensamientos. Era absurdo, él no se implicaba directamente con la chica, simplemente observaba a Duki fastidiarla a ella y sus amigos. Nunca intervenía, solo sonreía a su mejor amigo. Además, Nicole era de cierta manera... irritante para Mateo, su presencia lo alteraba. Por ello no la defendía de las constantes burlas que recibía, igual la ojiverde podía defenderse. Y también, no quería perder el adorable rostro que hacía Nicole cada vez que peleaba con Duki.

Se detuvo en pleno pasillo.

¿Qué acaba de pensar?

Sacudió la cabeza, debía de ser el sueño. Fue nuevamente en camino a su clase, ahora rezando para no cruzarse a la perdedora de Nicole en todo el día. Pero la mala suerte le dio una patada mental, al entrar por la puerta y pedir disculpas por su retraso, allí estaba. Suspiro fastidiado, no entendía el porqué, pero en verdad no quería ver a Nicole. el único asiento libre era uno junto a la ojiverde, el pelinegro estaba pensando en simplemente dejarlo ser, ni que fuera a hablarle. Solo la tendría que soportar esta clase, era al parecer la única que compartirían por hoy.

Mientras caminaba varias chicas lo miraban embobadas, el sonrió coquetamente ya que en secreto disfrutaba un poco al saber que lo encontraban atractivo. Se fijó brevemente en la chica a su lado, no quería darle importancia, la ojiverde estaba con el rostro escondido tras un libro alzado. Mateo arqueo una ceja ¿Qué pretendía? Tomó asiento mirando al frente, captando todas las explicaciones de la profesora Raquel. Anotaba los apuntes en su cuaderno.

Veinte minutos después, notó un pequeño movimiento a su izquierda. El asiento donde estaba Nicole. sin querer parecer interesado le lanzó una mirada de reojo, abrió los labios sorpresivamente al verla. El libro que cubría el rostro de Nicole había resbalado de la mesa, dejando ver a una ojiverde dormida. Mateo se sorprendió ¿Quién podía dormir en inglés? Si la materia era maravillosa, Mateo no podría.

Aun sabiendo que Nicole no lo veía, le lanzo una mirada de reproche, se sentía indignado, lo demostró apartando el rostro y mirando la clase. Pero una pequeña curiosidad le hizo volver a verla, quería asegurarse que en verdad la chica dormía.

La ojiverde había cambiado de posición entre sueños, estaba con los brazos cruzados sobre la mesa y la cabeza recostada en ellos, con el rostro hacia Mateo. El pelinegro la observaba sin darse cuenta, aun con parte de su atención en la clase. Nicole dormía con los labios entreabiertos y su cabello ligeramente revuelto por el movimiento, un mechón cubría su frente. Respiraba lentamente y parecía muy tranquila.

Después de una hora, la imagen de la ojiverde durmiendo había capturado toda la atención de Mateo, ni el mismo se había percatado de aquello. De lanzarle miradas fugaces había pasado a observarle fijamente, con la barbilla apoyada en su mano.

Un pensamiento tonto llego al pelinegro: Nicole Cucco era muy linda. Al menos al dormir, Mateo se justificó. La observaba descaradamente, su rostro, cejas, labios y ese adorable mechón de pelo cruzándole el rostro.

Detuvo su respiración rápidamente al ver a Nicole arrugando la nariz, sintió un incómodo cosquilleo en su estomago al pensar que la ojiverde lo pillaría mirándola, pero se removió un poco hasta que finalmente cambio de posición escondiendo la cara entre sus brazos. Inconscientemente el pelinegro frunció el ceño, rápidamente frustrado, por no tener mas la visión del rostro de Nicole dormido.

Después se dio cuenta de lo tonto que era aquello y decidió volver a ver la clase, un poco confundido por su actitud. Abrió los ojos al ver la pizarra repleta de oraciones y conjugaciones que no entendía muy bien, había perdido el hilo de la clase y por ello no comprendía que tema estaban viendo. Maldijo interiormente e intento guiarse por su libro de texto.

- Joven Palacios - le llamo la profesora, sonriendo. Mateo era uno de sus mejores estudiantes y necesitaba que diera el ejemplo - ¿Podría pasar a la pizarra para completar la siguiente oración?

Mateo trago fuertemente, mirando lo que decía en el pizarrón sin tener idea alguna.

- Yo... disculpe, profesora. No... entendí muy bien, no sabría como ¿podría volver a explicarlo, por favor? - dijo con el rostro ardiendo, todos lo observaban sorprendidos y la profesora Raquel se mostraba igual.

- Por supuesto, veamos si esta vez puede lograr comprender - dijo amablemente dirigiéndose a explicar la conjugación en el pizarrón nuevamente.

Mateo asintió, copiando todo y queriendo dejar de sentir vergüenza por lo ocurrido. A su lado Nicole hizo un pequeño ruidito entre sueños, Mateo se obligo a si mismo a no voltear a verla. Ya a pocos minutos de terminar la hora de Ingles, la peor clase que había tenido hasta ahora, volvió a ver a Nicole que, increíblemente, seguía dormida.

Mateo le fulmino con los ojos, recogiendo sus cosas y queriendo salir lo mas pronto posible. Culpando a Nicole de lo sucedido en clases, todo era culpa de ella, por ello la ojiverde le caía tan mal.

Al escucharse la campana salió de primero, sin importarle ver si la ojiverde despertó, estaba enojadísimo con ella. Todo era su culpa, idiota Nicole. Aquel pensamiento lo acompaño todo el dia, incluso aquella noche minutos antes de dormir. Le fue mal en su clase de Ingles todo por culpa de Nicole Cucco y su tierna forma de dormir, arrugando la nariz y haciendo ruiditos adorables ¿Qué estudiante dormía durante clases?

Si la ojiverde hubiera estado despierta en la clase, nada de eso hubiera sucedido. Si, todo era culpa de ella.

Lo que Mateo no comprendía era que no tenia sentido echarle la culpa a Nicole. era de él mismo por lo que, sin ser consiente, comenzaba a sentir por la ojiverde. De todas formas, Mateo empeoraría con el pasar de los días, solo quedaba desearle suerte.

 De todas formas, Mateo empeoraría con el pasar de los días, solo quedaba desearle suerte

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- Bri.

Rivales | Nicki Nicole y TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora