(ᴍᴀʀᴀᴛᴏ́ɴ 1/3)
A la semana siguiente Nicole ya estaba cansada de que los de primero la siguieran, se querían asegurar si estaba bien del brazo, pero ya era viernes asi que podría descansar. La ojiverde no comprendía su interés, pero ya estaba cansada de las sonrisas bobas que le daban, mas aun cuando algunos chicos de segundo le preguntaron como habia sido huir de Malu, ella aún recordaba como gritaba su nombre.
Habia dejado a sus amigos en la clase de informática y estaba frente a su casillero sacando unos libros, secretamente esperaba encontrarse con Mateo, no lo veía desde el almuerzo cuando el pelinegro le habia sonreído toda la hora, aun se sentía en las nubes. Intentaba hacer toda esa ardua labor sin chocar su yeso con el metal, cuando cerro la puerta se encontró con un chico de cabello rubio oxigenado que habia visto antes, pertenecía al grupo popular, pero de los de primero. Le sonreía coquetamente mientras vestía el uniforme de deporte, Nicole sonrió por educación.
- Hola... mmm.
- Diego, es un placer ¿Nicole Cucco? - pregunto dándole un beso en la mejilla y observándola con interés.
- Si, esa soy yo - dijo sin comprender y inclinó la cabeza, juntando las cejas - ¿Me buscabas?
Diego se rió suavemente y la miro pestañeando.
- Eres mas adorable de lo que me habían comentado - confeso y Nicole abrió los ojos.
- ¿Te... te han hablado de mí? - pregunto aun sin creérselo, como de una chica invisible ahora era conocida por media escuela.
- Claro, este año has sido el centro de atención en los problemas, aunque tienes antecedentes del año pasado con la guerra de comida - dijo riendo nuevamente, sus ojos cafés brillaron con coquetería - También cuando sucedió lo de la capitana de las porristas, dijeron que echaste una buena corrida.
- Ah, Malu no podría haberme alcanzado si no fuera porque me distraje - dijo en broma mientras guiñaba.
- Si, todos hablan de eso ¿Cuándo te quitaran el yeso? - pregunto acariciando extrañamente el brazo de Nicole, la ojiverde se sintió un poco incomoda.
- Bueno... dentro de otras dos semanas - arrugo la nariz al sentir un perfume muy conocido para ella - Oye... tu de casualidad conoces... - no termino de hablar ya que el rubio estaba muy cerca de ella.
-¿Si...? - pregunto fingiendo inocencia y tomando la mano de la ojiverde, Nicole quería concentrarse, pero el perfume de Mateo la confundía.
- Eh... bueno... conoces a... - dejo de hablar cuando escucho un carraspeo a su espalda, casi de inmediato Diego se aparto de Nicole con los ojos abiertos.
- Mateo - el rubio dijo su nombre como si se tratara de un profesor, Nicole volvió a verlo y allí estaba el chico del cual estaba enamorada.
Mateo vestía su uniforme del equipo, solo que sin la chaqueta y cruzaba los brazos, sus ojos marrones parecían cuchillas sobre el joven niño rubio.
Nicole no pensó, quería quitar esa expresión de enojo del rostro de Mateo, pero al verlo no pudo evitar formar una sonrisa de amor hacia su chico.
- Palacios - dijo con una voz dulce logrando captar la atención de Mateo, que hace tan solo unos segundos estaba mirando al niño que temblaba de pies a cabeza.
- Con que hablando con los de primero ¿Uh? - pregunto en un tono amargo, Nicole asintió con la cabeza, pero torció el cuello.
- Si, estaba hablando con Diego - dijo mirando al chico tras ella y le sonrió, el de primero fue tan descarado que le devolvió la sonrisa, aunque esta se borro al ver el rostro de Mateo.
- Yo... bueno, quería decirte que Duki te busca, quiere verte en las duchas, él es amigo de mi hermano y me pidió el favor - dijo evitando mirar los ojos furiosos de Mateo mientras observaba a Nicole - Solo quería decirte eso, nada más - dijo lo ultimo mirando a Mateo antes de despedirse e irse por el pasillo.
- ¿Qué le habrá pasado? Parecía asustado - comento Nicole confundida por la actitud del chico, luego pareció entender las palabras - ¿Para que querría verme Duki? ¿Por qué no te lo pidió a ti?
- Yo que se, estaba ocupado - dijo rodando los ojos, aunque volvió la atención a Nicole - ¿No que no te gustaban los bajitos? - pregunto en un tono cortante.
Nicole frunció el ceño, intentando captar la insinuación, el chico había sido amable, pero ella prefería a los chicos como Mateo.
- No todos son malos - dijo pensativamente y luego sonrió - Tu hermano es encantador.
- ¡Ja! Claro, supongo - dijo el pelinegro, apretando los dientes y actuando con la actitud de engreído que tanto caracterizaba a Emi.
- ¿Estas enojado? - pregunto un poco divertida, Mateo río mas fuerte y negó.
- Ya quisieras.
- ¿Cómo te va con tu novia? - pregunto la ojiverde un poco disgustada ya que ayer los había visto juntos, no se habían besado, pero no estaba segura que duraría asi por siempre.
- ¿Malu? Ella esta perfecta, estamos de maravilla - mintió descaradamente y luego alzo la barbilla mientras mostraba una sonrisa hipócrita - Besa mucho mejor que tu.
Nicole se tenso, pero sonrió con diversión.
- No parecias opinar eso la ultima vez - dijo logrando que Mateo pestañease, pero, pronto para su gusto, recupero la arrogancia que lo caracterizaba.
- ¿Ese beso tonto? Pues solo lo hice para saber como era besar a una rara, nada mas y fue patetico... - comenzo a callarse cuando Nicole se acerco con los ojos verdes en fuego, lo apoyo contra los casilleros, colocando sus manos a ambos lados de la cabeza del pelinegro, acorralándolo.
Al parecer acorralarse era algo habitual en su relación. Mateo coloco las manos en su estomago, pero sin intentar apartarla.
- ¿Ah si? - dijo la ojiverde con un tono venenoso en sus palabras - ¿No te gusto?
- No me movió ni un pelo - afirmo sintiendo la respiración de Nicole quemarle los labios - Para nada, creo que incluso deberías besarme otra vez para demostrarte que no es así.
Nicole entrecerró los ojos, pensándoselo, lo miro con intensidad y Mateo la miraba igual.
Acerco el rostro y con su nariz acaricio la del pelinegro, también rozándo por la mandíbula y sus mejillas. Le dejaba un rastro de besos calientes por el rostro y luego fue hasta su oreja y la mordió con suavidad, logrando un gemido ahogado de Mateo.
- Nicole... - dijo con la voz cargada de emoción y la ojiverde río sobre su piel.
No lo beso, siguió dándole pequeñas caricias en su rostro para luego juntar sus caras y apoyar su frente contra la suya, con sus labios prácticamente rozándose. Sus ojos estaban en los de Mateo. Se moria por besarlo, pero prefirió sonreír cuando el pelinegro cerro los ojos, esperando el beso, y se separó de él.
- Pues dile a tu novia que te bese, ya que ella si logra moverte el piso ¿verdad? - dijo burlonamente al ver como Mateo seguía apoyado en los casilleros, con los ojos cerrados.
Mateo abrió los ojos y observo a Nicole, antes de que su rostro se tornara rojo y mirara a la chica con furia, apretaba los puños y Nicole comenzó a reir.
- ¡NICOLE! - grito enojado dispuesto a darle un puñetazo en la nariz y antes de que pudiera, Nicole salio corriendo mientras sus carcajadas sonaban por todo el pasillo.
- Bri.
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Rivales | Nicki Nicole y Trueno
De TodoNicole comienza la secundaria sintiendo las burlas de sus compañeros, entre un grupo de chicos conocerá a el popular Mateo Palacios. Desde su primer encuentro, entre ellos se desatará una gran rivalidad y guerra sin tregua, se odian a muerte o al me...