Capitulo 2

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Un mes. No había transcurrido más de un mes desde que comenzar las clases y ya Nicole habia demostrado un punto.

Bueno, dos.

Primero. Ella era, junto con varios chicos el objetivo de burlas en el salón y segundo, Mateo y sus amigos si eran unos idiotas.
Siempre la fastidiaban. No todo el tiempo era el pelinegro quien lo hacía, pero si sus amigos y Mateo solo se reía de Nicole. Mauro, aunque nunca se hubieran metido con él por su gran carácter, siempre permanecía con Nicole y Emilia para que así no las molestasen más de lo debido.

Emilia. Era una chica que Nicole había conocido en el baño, cuando terminó embarrada de sopa. Un chico le había jugado una broma a la hora del almuerzo.

Mauro faltó ese día a clases y por esa razón estaba sola, o eso pensó, hasta que escucho unos débiles sollozos provenientes del baño y descubrió a una castaña sentada en el piso, se colocó junto a ella.

También tenia el cabello mojado y permanecieron en silencio, hasta que Nicole hablo.

- ¿Que te hicieron?

- Metieron mi cabeza al inodoro - le sorprendió, ya que los chicos de su salón eran malos, pero no llegaban a tales extremos.
- Fueron los de quinto - aclaro, al ver la mirada horrorizada de Nicole.

Ella suspiró, pensando estúpidamente que Mateo era malo pero tampoco tanto. Se regaño mentalmente al pensar en el. ¿Por qué le sucedía?

- Oh, ya veo.

- ¿Tu? - le pregunto, detallando su camisa manchada de un líquido espeso.

- Sopa de champiñones - arrugó la nariz y después olfateo la tela - Lo peor es que odio los champiñones - la chica soltó una risa débil.

- ¿Como te llamas?

- Emilia Mernes ¿y tú? - pregunto, estrechando su mano.

- Nicole Denise Cucco, puedes llamarme Nicole o Nicki.

Eso fue hacia unas dos semanas atrás y las chicas de inmediato hicieron clic. Le presento a su compañero y ahora los tres eran un trio de amigos inseparables. Si alguien intentaba molestarlas, salía Mauro a su defensa e incluso dejaba en ridículo al mismo abusivo. Por ello Nicole y Emilia lo adoraban.

Pero hoy, sus dos amigos se encontraban en clase de arte mientras ella veía Historia. Se hallaba guardando unos libros en su casillero cuando observo una libreta azul en el piso. La recogió y pensó que era similar a la de Mateo.
Ella sabía que era estúpido, pero, siempre que el pelinegro estaba cerca de ella, Nicole no podía dejar de mirarlo. Por esta simple razón podría asegurar que esa libreta debía pertenecer a Mateo Palacios, el pelinegro la llevaba con el casi todo el tiempo. Escucho unos pasos apresurados por el pasillo, acercándose y una voz hablándole.

- ¡Oye, eso es mío! - reconoció la voz del pelinegro y se volvió para mirarlo. Allí estaba frente a ella y pasaba sus ojos de la libreta al rostro de Nicole.

- Devuélvemela - pidió, muy autoritario.

A Nicole le molestó un poco su tono de voz, pero prefería no hacerlo enojar. Vera Dios que le hacían el y sus amigos si no se lo entregaba.

Al recibirlo, Mateo lo abrazó contra su pecho y suspiro, aliviado. Después clavo sus ojos oscuros en Nicole, muy severamente.

- ¿Qué hacías con el? - pregunto de forma acusatoria y Nicole arqueo una ceja.

- ¿Yo? Nada. Solo lo encontré en el suelo - dijo, observando con irritación sus oscuros ojos, le fastidiaba saber que la ponían nerviosa.

- Oh, claro. Y sobre todo, yo te voy a creer - replicó sarcásticamente, los ojos de Nicole prácticamente estaban en llamas.

Rivales | Nicki Nicole y TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora