Una semana. Una semana desde los Nuggets, una semana desde ese beso robado, y en ninguno de esos siete días había logrado reunir el valor suficiente para ir a casa de Mateo. Sentía vergüenza de sí misma.
Llevaba días sin hablar con el pelinegro, solo observándolo de lejos y con eso le bastaba. Pero ahora era diferente, quería ver a Emi e incluso jugar con él, la ojiverde estaba muy encariñada con el pequeño Palacios.
Durante estos días no había logrado hablar con Mateo, en parte porque lo evitaba entre clases y la otra razón era por Malu. Pero habia algo un poco diferente esta vez que divertía mucho a Nicole. Cada vez que sus ojos se encontraban con los del pelinegro Mateo la miraba un rato, luego parecía recordar algo y apartaba el rostro, ruborizado.
En los pasillos una vez tropezaron y Mateo, al reconocerla, se apartó de un pequeño salto, nervioso y siguió caminando, pero chocó la cabeza contra la puerta del salón.
En otro Mateo se supone que estaba respondiendo una pregunta en la clase y él lo hacía como siempre, tranquilo y confiado. Pero al notar la mirada fija de Nicole, confundió las palabras y comenzó a balbucear, terminando avergonzado frente a todos.
Se le hacía difícil a Nicole el no querer volver a robarle un beso. No entendía el comportamiento del pelinegro, pero le encantaba. Era incluso hermoso, siendo torpe y todo. Aun así, Malu tambien parecía estar vigilándola, por esa razón fingía no ver a Mateo cuando la porrista estaba cerca.
Pero hoy en el aparcamiento le fue imposible, dado que el pelinegro se veía mas hermoso de lo normal. Llevaba unos jeans grises, junto con una camisa y su chaqueta del equipo. Sus ojos brillaban. Nicole, al verlo en la mañana, duró unos segundos con la boca abierta y sus amigos tuvieron que llevarla a rastras al salón, ya que sus piernas y cerebro no coordinaban.
- Lo sigues mirando - comento Emilia, riéndose al ver a su amiga.
Estaban junto al coche de Tiago mientras el grupito de Mateo se hallaba alrededor del descapotable de Camilo. Nicole notó el buen humor de su amiga y se alegro por ella. Aun recordaba cuando le preguntó el porque habia faltado dos días seguidos (que coincidían casualmente con los días que falto Duki) y Emilia le confeso que se escapó de su casa para verlo. Relato toda risueña que habían compartido la cama, mientras veían películas toda la tarde y Duki se recuperaba. Por eso su amiga estaba tan feliz.
- Es su culpa, él no debió de haber venido tan hermoso - dijo Nicole en broma, pero luego su rostro se puso serio al ver la mano de Malu en el estómago de Mateo.
- A él le encanta llamar la atención - dijo pícaramente Khea - Y mas de cierta ojiverde por allí... - sus dos amigos se rieron y Nicole los miro, confundida.
- ¿Qué ojiverde? ¿le gusta una chica o algo asi? ¿Quién es? - pregunto enojada mientras sus amigos se reían mas fuerte.
- Era broma, Nicki - dijo Emilia, divertida por lo lenta que era su amiga.
Pudieron seguir hablando, pero escucharon unos silbidos a lo lejos.
Nicole vio con sorpresa que la hermana de Mateo, Andrea, marchaba con paso decidido por el aparcamiento, siendo el centro de atención de los chicos. Todos admiraban el contorno de sus caderas y, en general, el cuerpo atletico y bien formado de Andrea. Ella vestida unos vaqueros desgastados que lucían sus curvas y una blusa negra con brillantina, llevando una cartera en el hombro y unos lentes de sol. Sus labios rojos sonreían. Ella sabia el efecto que ocasionaba en los hombres (y algunas chicas) y se pavoneaba. Parecía dirigirse directo a su hermano menor, quien la miraba con sorpresa. Nicole pensó que realmente los dos eran hermanos, no habia dudas. Podría decirse que Andrea era una versión femenina y mayor de su chico, Mateo, ya que todos estaban babeando por ella. Sin querer sus miradas se encontraron y Andrea abrió los ojos, reconociendo a la ojiverde, y ahora se dirigía hacia ella.
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Rivales | Nicki Nicole y Trueno
AcakNicole comienza la secundaria sintiendo las burlas de sus compañeros, entre un grupo de chicos conocerá a el popular Mateo Palacios. Desde su primer encuentro, entre ellos se desatará una gran rivalidad y guerra sin tregua, se odian a muerte o al me...