Capítulo 55

63 2 0
                                    

Chenoa

Salimos de la consulta de la mano y con la emoción más que evidente en nuestros ojos. Es sin duda de las mejores y más especiales noticias que me han dado en mi vida.

-Laura, es maravilloso - murmura sonriente sin despegar la vista de la ecografia.

-Y es un niño - recalco para hacerlo rabiar por la conversación que tuvimos ayer.

-Que fuerte - lavanta la mirada - en realidad yo sabía que era un niño.

-Claro que sí, cariño. Sigue engañando así a tu subconsciente si te consuelas - vacilo dando un golpe en su brazo con la mano que tengo libre.

Ríe contagiendome y las puertas del ascensor se abren dejándonos en la planta baja.

-Voy al baño cielo, espera un momento -me besa antes de entrar y me da los papeles que lleva en la mano.

Me quedo embelesada mirando ese pequeño que ahora se estaba formando dentro de mí y que no me podía hacer más feliz poder reconocerlo como tal por fin, en cierta parte estaba deseando saber lo que era, para confirmar que todo iba perfecto.

Pero de todo lo que me podía esperar y que podía ocurrir lo que veo al levantar la mirada es lo último que pensaba encontrar.

-No me lo puedo creer - murmuro entre dientes hablando sola.

Doblo los papeles dejando la ecografia entre ellos en un gesto inconsciente.

David nunca te he pedido nada pero sal rápido.

Sin embargo, mis súplicas no parecen suficientes porque su mirada choca con la mía y la bilis sube por mi garganta sin ningún pudor.

-¡Laura! Que alegría verte - se acerca a mí con intención de darme dos besos pero interrumpo su intención apretando su mano en un saludo.

- Hola Miguel...no puedo decir lo mismo - susurro esto último bajando la cabeza sin intención de que lo oiga y por su expresión creo que he conseguido que no lo escuche.

Mi: ¿Qué haces por aquí? - pregunta metiendo sus manos en la bata

-Pues podria preguntarte lo mismo - evado su pregunta para no tener que darle demasiada información.

Me he quedado igual de impactada que él, ya que se supone que estaba en otro hospital y este siempre ha sido al que vengo. No creo que haya sido casualidad que esté aquí.

Mi: Este me pilla más cerca de casa - explica quitándole importancia - ¿y tú? ¿Estás sola?

-Estoy esperando a David - el asiente y mira hacia la puerta principal -está en el baño - asiente procesando lo que acabo de decir.

Mi: Vaya...sigues con él- sonríe sarcástico y con una mueca de sorpresa que no me hace ninguna gracia.

-¿Cuál es la sorpresa? Me quiere y me cuida mejor que nadie - inquiero a la defensiva.

Mi: Ninguna, ninguna...-hace un gesto con la mano para quitarle importancia- ¿Qué tal todo? - recorre mi cuerpo de arriba abajo con la mirada y un escalofrío sube por mi espalda que me obliga a poner mis brazos por delante de mí vientre.

-Bien, tenía cita y aquí estoy. Hay que cuidar la salud - respondo incómoda y sin saber que decir para no darle demasiados datos.

- ¿Te ha acompañado David a una revisión ginecológica? - levanta las cejas extrañado.

Cada vez estoy más tensa. ¡David sal ya!

-Sí, ¿qué le ves raro? Teníamos que hacer cosas y no ha querido dejarme sola. Toda mujer merece un hombre así...- le miro sonriente y veo reflejado en sus ojos el dolor por la patada en todo el ego que mis palabras le acaban de provocar. Que se joda.

Siempre volvemosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora