Capítulo 15

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David
23 febrero 2024

Un Matteo muy emocionado me despierta dando saltos en la cama, emoción la cual dudo que sea porque tiene que ir al cole y es que hoy viene Laura a casa, ya que después de mucha insistencia por parte de los niños y un poco de la mía, no tuvo más remedio que aceptar.

En realidad, tampoco tuvimos que insistir mucho, porque aunque ella jamás lo admitirá, me echaba de menos tanto como yo.
Después de estar todo el fin de semana juntos, en todos los sentidos de la palabra, se me hacia muy difícil pasar a penas una semana lejos de ella había vuelto a aparecer en mi vida y no le ha costado nada hacerse con todo.

Los llevo al colegio y Matteo no deja de decir por el camino lo mucho que va a jugar con ella hoy, a lo que le responde Bianca, a su manera, con la misma emoción. Me sorprende bastante la relación que ha conseguido tener con los peques, no suelen ser tan extrovertidos pero cuando se trata de ella despiertan como si la conocieran de toda la vida, el efecto Laura en el gen Bisbal, supongo.

Sin embargo, el miedo de Laura a volver a estar conmigo, lo entendía perfectamente, pero tambien me dolía; cuando ví en sus ojos cierta frialdad al decir aquellas palabras me asusté plenamente, pero el hecho de no haber roto los lazos que aún me unían a Rosanna la hacían entrar en un debate entre la razón y el sentimiento creando un muro muy difícil de sobrepasar.

~

Entro a casa y me quedo a cuadros al ver a Rosanna levantarse y venir hacia mí con una sonrisa

- Hola mi vida - espeta segura agarrando mi nuca y acercando su cara a la mía para darme un beso

- No me llames así ¿Qué haces aquí? - respondo separandome de ella

- Te echaba de menos - obvia, enarco una ceja

- ¿ Rosanna que quieres? - espeto frustrado

- Ya te lo he dicho, quería verte - se acerca de nuevo a mí y acaricia mi brazo

- ¿ Has firmado los papeles del divorcio?

- Ah sí eso, quería comentarte algo -la miro esperando que siga hablando -no voy a firmarlos

- ¿¡Qué!? - elevo la voz

- Que no los voy a firmar y tú en el fondo tampoco quieres - se sienta en el sofá y me hace un gesto para que me siente a su lado

- Si no quisiera no te lo habría pedido - me quedo de pie a su lado mirandola y suelta una pequeña carcajada irónica que me puso de los nervios

- ¿Estás con esa, verdad? -sonríe maliciosa

- No te incumbe y esa tiene nombre - suelto con evidente enfado

- Vamos que sí, ¿ Qué tal en Mallorca? - pude notar como mi corazón se aceleró y mi cara pasó al pánico en segundos, ¿ cómo lo sabe?

- No he ido a Mallorca...- espeto

-¿ Seguro? - me mira desafiante mientras se inclina ligeramente hacia delante y coge un sobre que había sobre la mesa, tendiendomelo

La miro confuso y abro el sobre sacando lo que hay dentro, son fotos, unas fotos que me hacen perder el equilibro y sentarme intentando calmar mis pulsaciones

- Estás pálido, querido - acaricia mi espalda, pero no tengo fuerzas ahora para apartarla ya que estoy intentando retener mis lágrimas

En la primera foto, salimos Laura y yo en el coche hablando; en la segunda, vamos de la mano por el embarcadero ella sonríe mirando al suelo y yo tambien mirandola a ella ; y la última, me heló la sangre estábamos en la orilla de la cala, justo cuando me llamó mi amor, lo recuerdo perfectamente la besé levantandola del suelo y de ahí sale esta captura, pero ahí estábamos solos y lo que pasó después...

Siempre volvemosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora