Capítulo 56

59 3 0
                                    

David

Salgo temprano evitando hacer mucho ruido para no despertar a Laura y sobre todo que no me pillen por el camino mis peques y me hagan un interrogatorio sobre a donde voy.

Llego al centro comercial y entro en la primera tienda de bebés que veo. Como me vean aquí dentro comprando, alguno de los miles de periodistas que hay esperando una exclusiva nuestra la lío. Por lo que me meto prisa y compro lo que habíamos pensado en un principio para darle la noticia a los niños.

Ella aunque ya sabe sobre el embarazo me decanto por un body blanco de bebé, para Matteo un biberón y para Bianca un chupete. Sinceramente dudo que la peque lo entienda, sobre todo porque no sabe leer del todo bien y mi idea era ponerles los objetos en mini cajas con una nota dentro; asi que creo que solo la tendrá Ella, ya que es la única que lee y entiende con claridad. Sin embargo, que no lo entiendan en ese momento no significa que no les vaya a hacer ilusión.

De vuelta a casa paro a comprar el desayuno, con suerte cuando vuelva aún será temprano para que los niños estén despiertos y si lo están tendrán un hambre canina. Además, Laura tendrá antojo de dulce y como buen servidor la mimo, aunque ahora pega más un los mimo, porque son dos en uno.

Jamás pensé que esto último iba a suceder en algún momento con ella, y sin duda, es lo más bonito que me ha pasado en la vida. Sin ser absolutamente consciente, era la noticia que había estado esperando todos los días desde que la conozco ( y eso son muchos )

Despierto a Ella y me acompaña a la habitación de sus hermanos, pero me llevo una sorpresa cuando al entrar me encuentro solo a Matteo completamente dormido.

-Despierta canijo - lo zarandeo con suavidad y murmura algo que no consigo entender -vamos que el desayuno está hecho.

M: ¿desayuno? Yo quiero - asegura y abre los ojos con rapidez pero todavía aturdido.

-Baja con la hermana ¿donde está Bianca ? - le pregunto sacándolo de la cama adormecido y dandoselo a Ella para que lo baje a la cocina

M: no se - espeta extrañado

-Ellita mi niña ponerse a desayunar, voy a despertar a Laura seguramente esté con ella

E: Vale, pero no es necesario que la despiertes déjala que descanse - aclara

Últimamente, desde que Ella se enteró del embarazo, son muy confidentes la una con la otra y no me quejo para nada, me encanta que se lleven así. También es verdad que la confianza que puede tener con ella es más parecido a una amistad por decirlo de alguna manera, al final Laura no es ni su madre, ni yo y eso le puede provocar más cercanía. Sin embargo, creo que este acercamiento es por algo más y no me hace ninguna gracia ese algo, pero no voy a mal pensar tampoco, total ¿qué podrían ocultarme? ¿que mi hija tiene novio?...No, no...Se me ponen los pelos de punta solo de pensarlo.

- Queremos contaros algo, bajad - le guiño el ojo

E: Y a que esperas entra a despertarla, vamos Matteo a desayunar -comenta emocionada con un brillo en sus ojos

-Por cierto, no toquéis nada - aviso antes de verlos desaparecer escaleras abajo.

Abro la puerta y la estampa que me encuentro me derrite. Bianca abrazada a Laura con la cabeza apoyada en su tripa y esta rodea su pequeño cuerpo con sus brazos.

Vaya dos. Es lo único que pienso cuando me acerco y las veo a ambas con la boca ligeramente abierta.

-¿Quién es el bichillo que se ha metido en mi cama? - hago cosquillas a Bianca en el dorso de su cuerpo

B: ¡Ay papi no! - grita pero tapa su boca cuando mira a Laura dandose cuenta de que sigue dormida- laula eta mimiendo papi - me regaña

-¿Has venido solita? - muevo a Laura y con mi mano libre acaricio su mejilla

Siempre volvemosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora