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Takemichi, no podía creerlo, era madre por segunda vez, el pelinegro no pudo evitar sentirse feliz, pero al mismo tiempo triste, nuevamente no estuvo consciente en su embarazo, le hubiera gustado sentir, las patadas del bebé, saber si sus novios correrían para complacer sus antojos, ver su vientre hinchado; que Mikey y Kisaki le dijeran que no estaba gordo, que se veía hermoso.

Takemichi suspiró mientras se apoyaba en la cabecera de la camilla, con el bebé en sus brazos.

¿Cómo se llama? _ interrogó el pelinegro, mirando a sus parejas.

No le pusieron un nombre, ellos esperan que lo hagamos nosotros _ dijo Kisaki

¿Tienen alguno en mente? _ interrogo, el par negó.

Queremos que tú lo hagas _ dijo Kisaki, tanto él y Mikey se alegraron del brillo de felicidad en los ojos de su novio.

¿En serio puedo? _ interrogó con alegría.

Eres su madre Takemichi _ dijo Kisaki _ puedes ponerles todos nombres que quieras.

Y nosotros seremos feliz en llamarlo como digas _ dijo Mikey, y Takemichi sonrió.

En ese caso quiero que se llame Misaki _ dijo y luego miro al bebé _ Misaki Tetta _ Kisaki frunció el ceño.

¿Le pondrás mi apellido? _ interrogó _ ¿estás seguro de eso?

No es eso, es solo que no sabes si es mío o de Mikey, que tal que...

Kisaki _ llamó Takemichi _ todos mis hijos son tuyos y de Mikey, si pudiera les podría el apellido de ambos.

Además _ llamo Mikey _ ya viste sus ojos, son tan hermosos como los tuyo _ dijo el rubio _ e incluso si fuera mío, no me importaría que llevara tu apellido _ dijo antes de besarlo, Y Misaki sonrió.

Está bien _ dijo el chico _ que sea Misaki Tetta, al próximo le pondremos Hanagaki _ dijo con Mikey de acuerdo.

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Takemichi de hecho no tuvo que hacer nada, la felicidad de ponerle el nombre a su hijo recién nacido fue suficiente para que el hielo se deshiciera instantáneamente, dando paso a un hermoso día en algunas partes del mundo, mientras que en otras, la luna era redonda, grande y brillante mientras las estrellas resplandecieron intensamente.

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Menos de diez minutos, después del que el hielo desapareciera, fue lo que tomó para que la noticia llegara a los chicos, quienes estaban aliviados de que todo terminara. Ese mismo día, Takemichi enfrentó a los periodistas en la puerta de la mansión, y ofreció una disculpa pública, explicando que había sido un accidente, el cual espera no vuelva a suceder.

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Tal y como había dicho Aizawa los chicos llegaron justo para sus exámenes de licencias, los cuales eran al día siguiente.

A pesar de que su hijo había decido cancelar sus vacaciones para cuidar de Misaki, el todavía se quedó con los gemelos, y Hanna; por lo cual el pequeño trío lo estaba acompañando hoy a él y sus estudiantes, quienes presentarían sus exámenes.

Bajen del bus, ya llegamos _ la voz de Aizawa se escuchó _ el lugar del examen, el estadio nacional de Takoba _ dijo Shouta bajando, luego se volvió para ayudar a bajar a Hanna, seguida de Mika y Shiro _ niños no se alejen _ dijo Aizawa.

Un después...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora