POV omnisciente
Izuku durmió hasta el otro día luego de rendirse al cansancio, despertó la mañana siguiente entre los brazos del rubio cenizo, quién parecía que descansaba profundamente como rara vez pasaba.
De cierto modo se sentía feliz, Katsuki había cumplido con su palabra de no hacer más que ayudarlo sin llegar a tener sexo, lo cuál agradecida, no sé sentía realmente preparado para eso.
Tocó superficialmente el lado izquierdo de su cuello, dónde estaba la marca que el mayor le había hecho, al rozar sus dedos en esa parte sintió un leve cosquilleo. Se giró y vió la muñeca del rubio cenizo dónde estaba la marca que él mismo había hecho, rozandola suavemente.
-Veo que descansaste bien. -la voz a su espalda lo sorprendió, no se lo esperaba.
Se giró viendo cómo Katsuki aún tenía los ojos cerrados.- ¿Hace mucho despertaste?
-Cuándo comenzaste a tocar mí muñeca, me causó cosquillas. -abrió sus ojos lentamente dejando a la vista ese color que tanto lo cautivada desde que era niño.
-Es que me resulta intrigante cómo una simple mordida puede conectar así a dos personas. -el mayor le sonrió dulcemente y acaricio su cabello.
-Es sólo temporal, luego serás libre de conocer a alguien y enamorarte, ahí podrás tener una marca definitiva con esa persona. -Izuku no respondió, solo se abrazó a él queriendo descansar un poco más.
Más tarde el oji rubí lo convenció de levantarse para poder comer algo y estirar su cuerpo, hacía un día estaban en la habitación, y no creía que fuera bueno para el menor no tener nada en su estómago.
Lo ayudó a cambiarse y por petición del peliverde lo ayudó a acomodar su cabello, recogiéndolo de una manera simple con un adorno pequeño.
Comieron algo sencillo preparado por el mayor y pasaron un rato conversando de temas diferentes, en la tranquilidad del comedor.
Más tarde hizo presencia Kirishima, pidiéndole hablar solos sobre un tema urgente, aunque cuando regresó no le gustó saber que el rubio cenizo debía ausentarse.
Estaban fuera de la casa en ese momento e Izuku no estaba muy contento con que el mayor se fuera, se sentía raro separarse, a lo que Katsuki comentó que era debido a la marca.
-¿En verdad debes ir si o si? -el oji rubí le sonrió cálidamente y acarició su cabello.
-Si, lo siento, pero volveré antes de que anochezca, se notaron movimientos extraños en la frontera y debo cerciorarme que todo está bien. -aunque no estaba muy convencido Izuku asintió.
Vio partir al kitsune junto con Kirishima y Todoroki, no podía obligarlo a no cumplir con sus cosas, era la persona a cargo de toda la villa.
Luego de eso caminó un poco alrededor, viendo que podía hacer o con qué distraerse, a lo lejos vio una youkai mayor que solía darle dulces cuándo era niño y se acercó a ayudar.
La tarea de quitar malas hierbas no era para nada divertida, pero la conversación con esa mujer era bastante entretenida. No dudó en tomar una cubeta para ir por agua al pozo cuándo ella se lo pidió.
A pesar que el lugar estaba algo alejado se conocía bien el camino, no era la primera vez que iba allí. Apenas llegó tomó la cuerda que usaban para subir el agua, pero al agacharse alguien lo tomó fuertemente del cabello.
Trato de defenderse, pero lo jalaron con más fuerza, olfateando el lado derecho de su cuello, metiendo sus manos bajo su ropa.
-No sé quién eres, pero déjame ir, por favor. -una risa resonó junto a su oído.
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Desgraciada alma
FanfictionUn dios protector y a la vez vengativo. Una ofrenda. Un sacrificio. Un cambio en sus vidas. ▶▶▶▶▶▶▶✘◀◀◀◀◀◀◀ -Occ -UA -Los personajes no me pertenecen. -KatsuDeku -Portada temporal.