Extra: Frasquito del amor...

23 0 0
                                    


¡Hola!🤗 Aquí esta el extra qué les dije (un poco tarde 😅), lo publiqué hace un tiempo aquí y lo retiré, ahora he decidido volver a publicarlo para darle otra oportunidad.

Cuando lo publiqué alguien dijo unas palabras que me llegaron al corazón. Simples palabras, las cuales yo me decía de mala manera esa palabras fueron :"Te lo mereces". No recuerdo haberme dicho esas palabras como algo bueno y que alguien las utilizara para decirme algo bueno, simplemente me desarmó. Lo escuché de un tercero y me hizo reflexionar de como uno se trata a si mismo, que esa palabra sirve para decir algo bueno y lo poderoso que puede el cómo nos hablamos.

Por eso, te digo a ti, querido lector, te mereces que te pasen cosas bonitas, que te digas cosas bonitas, eres merecedor de amor, te mereces a ti mismo, mereces estar aquí y se que cuesta verlo, pero de verdad. Eres valioso por el simple hecho de existir, no lo olvides.

Dedicatoria: A ti querido lector/a que alguna vez te has sentido o te sientes destruida/o, que no tienes fuerza para seguir, ni sanar tus heridas. Esto va para ti.

💙





Camino por el parque de la ciudad. Las personas pasan sonrientes junto a sus mascotas por los senderos de tierra. La ligera brisa me acompaña a cada paso, al igual que la calidez del sol provocándome una sonrisa. De pronto, alguien choca con mi hombro casi mandándome al suelo. Una mano impide que caiga por lo que levanto la mirada encontrándome con mi acompañante: un frasquito de cristal transparente y pulcro.

―Lo lamento ―dice.

Sonrío y mis mejillas se encienden sin poder evitarlo.

―¿Estás bien? ―cuestiona sonriendo.

―Sí.

―¿Tardé mucho?

Niego con las mejillas similar al color de una manzana roja mientras caminamos por el sendero oyendo los cánticos de las aves y el ruido de la gran ciudad. Un olor a chocolate y frutillas maduras rodean el aire. Parece que pasan horas, días, meses en su compañía. Sonrío, es lo que más ganas tengo de hacer al ver cómo toma mi mano y entrelaza nuestros dedos. Es lo mejor que me pudo haber pasado. Parece que floto sobre las nubes que me invitan a danzar, sin miedo a caer. Las palabras que tiene escritas en su carátula son tan bellas y lo que dice... Creo que estoy vomitando corazones. Su sonrisa es cordial, su mirada cariñosa.

Avanzo, pero mi brazo queda atrás por lo que volteo con una sonrisa para saber que llamó su atención. Los músculos de mi cara van borrando la curvatura de mis labios al ver sus ojos. Frío, no hay brillo, no hay cariño. No, no brillan como los míos. Su sonrisa no es cordial, es cruel. Sus palabras no son reales, son vacías y no me ve a mí, sino más allá. Mi corazón palpita cual caballo salvaje atrapado en un corral. El cielo comienza a oscurecerse. El ambiente se inunda por un olor a alcantarillas y barro podrido. Mi nariz se arruga mientras el viento comienza a levantarse. Un sollozo se acumula en mi garganta al verlo lleno de barro. Con una sustancia viscosa que amenaza con dar vuelta mis tripas.

Los pájaros vuelan espantados, las personas corren a ocultarse y el piso comienza a temblar.

―¿Frasquito? ―cuestiono con la voz ahogada.

Lo veo en el suelo y me acerco de rodillas, pero antes de llegar explota mandándome a metros lejos de él. Me raspo las piernas y el ardor no se hace esperar. De pronto, me elevo sin poder evitarlo. Mi respiración se vuelve superficial cuando veo a la altura que estoy. Junto con las nubes. Un cosquilleo me recorre de pies a cabeza justo antes de caer.

Mini RelatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora