Ha sido un día lleno de sentimientos que todo este tiempo pensé que había enterrado en el pasado. Aunque sé muy bien lo que siento por Poncho, todavía no estoy segura de lo que siento por Manuel. Más bien, de lo que se supone que siento por Manuel. No sé si lo amo como amo lo que Poncho me hace sentir, pero, ¿y si pienso que amo a Poncho por el simple hecho de que no lo puedo tener? No lo sé. Necesito pensar las cosas muy bien para no lastimar a nadie. Tengo mucho miedo de cometer un error; de no hacer las cosas bien. Siento a los niños muy presentes y tengo la obligación de darles lo mejor de mi sin importar terceros.
Mientras estuve con Poncho no hice más que grabar cada segundo que pasaba con él en el fondo de mi corazón. Ni un centímetro de mi quiere dejarlo ir. No me importa si estoy mal.
Al Poncho irse, fui a la habitación de Dulce para compartir un rato con ella. No quiero levantar sospechas. Me contó sobre lo que hicieron ayer en la ciudad y me comentó que el resto de los chavos se iban a adelantar para salir hacia New York, que sería nuestra próxima parada, justo después del concierto de Houston.
Es viernes así que Manuel y los niños llegan en la tarde. Estoy loca por ver a los niños, pero nerviosa de ver a Manuel. Como dije antes, soy muy fácil de leer y es muy probable que pueda leer todo lo que estoy pensando y sintiendo en este momento. Me dirigí hacia el Madison Square Garden con Dulce ya que los demás se habían ido más temprano. De camino conversábamos.
- Dul: "Oye, Any. ¿Has hablado con Alfonso?"
¿QUÉ? Es broma, ¿verdad?
- Any: "¿Con Alfonso? Para nada. ¿Por qué preguntas?" pregunté pretendiendo que jugaba con mi teléfono. Estaba demasiado nerviosa y si la miro a los ojos, me delataré.
- Dulce: "Es que me está raro su silencio. Entiendo que no quiera ser parte del grupo, pero no puedo entender su actitud tan distante hacia nosotros. Después de todo lo que compartimos."
- Any: "La verdad es que no sé. Yo no le hago mucho caso. Él tendrá sus razones."
Me he acostumbrando a mentir. Esta no soy yo. No está nada bien.
Manuel me escribe que ya está en New York y va de camino al estadio con los niños. Dejo el pensamiento de Poncho a un lado para enfocarme al cien por ciento en Manu y Emiliano. Quiero darles toda mi energía. Llegamos al Madison Square Garden y comenzamos los ensayos. La tarde pasó bastante rápido. Regresaba al camerino para comenzar a prepararme y al entrar los niños corren a donde mi para abrazarme. ¡Cuánto los extrañé! Manuel se acerca para besarme y me veo obligada a regresarle el beso.
Maldita sea. No sentí nada.
- Manuel: "Me hiciste mucha falta, mi amor." me abraza.
Siento que su abrazo me quema. Siento que no lo merezco. Soy una mentirosa y encima, le miento en la cara. Hace dos días me entregué a Poncho en cuerpo y alma y hoy estoy aquí en brazos de Manuel como si nada ha pasado.
- Any: "Manuel, ¿qué tal si le enseñamos el estadio a los niños? Es impresionantemente grande" Cambié el tema. Él asintió.
Luego de enseñarles un poco de el estadio regresamos al camerino para prepararme. Cuando estoy buscando mi vestimenta, vibra mi teléfono.
"Te extraño." - Alfonso
Me encantaría contestarle que yo no; que no lo extraño, pero mentiría una vez más. Extraño sus besos, sus manos, su voz... todo.
Miro a mi al rededor y no tengo a nadie cerca porque Manuel había llevado a los niños al baño así que decido contestarle.
"Y yo no quiero extrañarte, pero no lo puedo evitar. Te tengo tatuado en mi piel." - Any
Debía decirle que estaba con Manuel para que no siguiera enviándome mensajes y que Manuel sospechara.
"Estoy con Manuel hasta el domingo. Hablamos el lunes. Un beso." - Any
Envié el mensaje y borré la conversación completa nuevamente.Los niños y Manuel regresaron. Ya casi empezaba el concierto. Manu repitió mil veces que se quería quedar despierto para ver el show completo. Especialmente la canción de Rebelde donde nos vestíamos con el uniforme. El concierto fué mágico. New York tiene una vibra única. La mejor sorpresa me la llevé cuando estábamos cantando Rebelde y veo que Manu corre hacia donde mi vestido con el uniforme de la telenovela. Es un sueño cumplido. Tantas veces que me pregunté si mis hijos llegarían a presenciar la magia que se siente cuando mamá está en el escenario, y el momento llegó. La carita de Manu me llenó de vida.
El concierto acabó y nos fuimos directamente al hotel. Los niños llegaron dormidos así que Manuel y yo los llevamos a sus camas. Luego de bañarnos nos fuimos a la cama y siento como Manuel se me acerca por detrás.
- Manuel: "Te necesito, Any."
No puedo. No ahora.
- Any: "Ay mi amor, estoy por caer en mis días y siento mucho dolor. Perdóname." mentí.
Manuel me da un beso en la mejilla.
- Manuel: "Que descanses."
Me arropé y me acosté mirando al lado contrario. No puedo mirarlo a la cara. Tampoco puedo entregarme a él cuando mi cuerpo ahora mismo no le pertenece. Podría decir que no me pertenece ni a mi misma. Además, me daría mucha rabia que se quede con mi último beso de Poncho.
Al otro día teníamos la segunda función. Igual de increíble que la primera noche. Nuestros fans nunca nos fallan. Siempre nos han entregado lo mejor igual que nosotros queremos darle lo
mejor a ellos. Ya en la cama del hotel revisaba las fotos que nos habían tomado durante el concierto y me encantó una que salgo en la pasarela con el uniforme de Rebelde. Decido subirla a las redes. Pongo el teléfono en la mesa de noche y apago las luces para irme a dormir. Ya Manuel se había dormido. Cuando ya está todo apagado escucho mi teléfono sonar. Tenía un montón de notificaciones de Twitter. Me imaginé que era que a los fans les había encantado la f...¿¡ALFONSO!? ¿QUÉ HICISTE?
Veo que Alfonso había comentado
"👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻" y los fans estaban enloqueciendo. Especialmente las traumadas.
DIOS. ¿TODAVÍA EXISTEN? ¡ESAS SÍ QUE NO SE RINDEN! Tengo que escribirle. No puede hacer eso.
"Poncho, ¿Qué hiciste? ¿Por qué hiciste eso? Sabes que me puedes poner en una situación incómoda con Manuel. Por favor. No nos estás ayudando." - Any
No sé en qué él pensaba. Hemos estado años sin interactuar por las redes y de la nada vuelve a aparecer. ¡Claro que se volverán locos!
"Perdóname. Vi la foto y sentí mucho orgullo por ti. Naciste para brillar, Any. Naciste para estar en los escenarios." - Poncho
Me quiero enojar con él, pero no puedo. Poncho siempre ha sido como mi fan #1. Siempre ha expresado lo mucho que admira mi pasión en el escenario y mi conexión con los fans. Siempre me apoyaba. En todas mis locuras.
"No lo vuelvas a hacer, por favor. Necesito tenerte cerca." - Any
Envié.
"Aquí estaré siempre." - Poncho
A veces quisiera que me hiciera la vida imposible. Que me haga odiarlo tanto que no quiera saber de él, pero no puedo. Cada vez que escucho su voz me quiero acercar más a él. Quiero seguir agarrandome de la ilusión que siento pensando en todo lo que podemos ser.
Ya es domingo. Los niños se regresan con Manuel a México. Me siento muy mal porque estoy ansiosa por hablar con Poncho. Decidí que quería dedicarle toda la mañana a Manu y a Emi ya que no los vería hasta el próximo viernes. Apagué mi teléfono y me desconecté completamente para pasar el día con ellos. Manuel y yo los llevamos a un lugar con juegos para niños y de verdad que la pasamos muy bien. Como familia somos un equipo extraordinario. Manuel es un padre presente y eso es algo que mis hijos siempre van a agradecer. Quizás por eso es que me siento tan mal al dejar que Poncho regrese a mi vida. Quiero tener el valor y tomar una decisión pronto. Por el bien de mis hijos, de Manuel, y de Poncho.