Desde ayer me siento tan extraña. Es una sensación bastante rara, pero linda a la misma vez. Siento que puedo con todo. Me levanté decidida a anunciar mi divorcio con Manuel. Ya no tiene sentido seguir escondiéndolo. Mientras más me tarde en anunciarlo, más me tardaré en aceptar mi relación con Poncho públicamente. Y estoy loca por gritárselo al mundo. Especialmente a las traumadas. De camino a mi apartamento tuve el atrevimiento de llamar a un amigo que trabaja en la revista "Quien". Le conté más o menos lo que estaba pasando y quedamos en que la próxima portada sería mía. Entonces ahí será donde anunciaré mi separación. Estoy tan y tan nerviosa, pero contenta a la misma vez. Llegué y ya Poncho me estaba esperando frente a la puerta. Caminé hacia él con una sonrisa gigantezca. Me hace demasiado feliz verlo.
- Any: "Hola, mi amor." Me paré frente a él y nos quedamos mirándonos frente a frente. Sonreíamos como dos niños pequeños.
- Poncho: "Te veo y no lo creo. Eres mía, Anahí Puente." Dijo acariciando mis brazos.
- Any: "Toda tuya. Pronto lo sabrá el mundo."
Poncho frunció las cejas.
- Poncho: "¿Qué dices, Any?"
Sonreí y abrí la puerta para entrar al apartamento. No quiero hablar de estas cosas en el pasillo. Agarré su mano y entré aún sin contestar y puse todo en la mesa que estaba en la entrada. Cerré la puerta, me voltié y agarré su cara con ambas manos.
- Poncho: "¿Mi amor?"
- Any: "Bésame, ¿sí?" Enredé mis brazos al rededor de su cuello y pegué mis labios con los suyos. Sentí como Poncho abrazó mi cintura con su brazo derecho y con la izquierda me sujetaba la cara. Su boca es tan dulce. Sus labios carnosos van perfectamente con los míos. Luego de unos segundos rompí el beso y le sonreí. "Te extrañé, mi amor."
- Poncho: "Y yo a ti, pero ¿me vas a decir a qué te refieres con que pronto el mundo sabrá lo nuestro?" Sonreí con una sonrisa medio malvada. "¿Qué hiciste, Any?"
- Any: "Nada malo. Solo que ya me cansé de fingir. En unos días tengo cita en el estudio de la revista "Quien". La próxima portada es mía y ahí le contaré al mundo entero que Manuel y yo nos separamos. Que llevamos un tiempo ya separados y que solo mantenemos una relación cordial por los niños."
Poncho abrió los ojos grandes y sonrió.
- Poncho: "¿Ya es momento?"
- Any: "Ya quiero hacerlo. Quiero gritarle al mundo que soy tuya."
Seguíamos abrazados. Poncho me apretó más a su cuerpo y pegó sus labios con los míos. El beso empezó con delicadeza, pero poco a poco iba subiendo de tono. Nos besábamos con desesperación. No cabía ni un hilo entre medio de nuestros cuerpos. Sentía morir cuando mi cuerpo reaccionaba al roce de su cuerpo contra el mío. Buscábamos de todas maneras posibles conectarnos y rozarnos en lugares que gritaban ser atendidos. Sin romper el beso, ahogándonos en gemidos, caminamos hacia la habitación. Poncho despegó el beso y me agarró la cara con ambas manos.
-Poncho: "Eres un sueño, mi amor. Quiero más de ti." Volvimos a besarnos mientras nos quitábamos la ropa mutuamente. Luego de que él terminó de desvestirme, le quité la camisa y desabroché su pantalón. Sin quitárselo metí mi mano para acariciarlo. Sentía como se rendía en medio del beso. Cerraba los ojos fuerte y suspiraba aún en mi boca. Me encanta ser yo la razón por la cual casi no puede respirar. Puedo escuchar su corazón latir a mil por hora.
- Poncho: "Any...si sigues así...esto acabará mucho más rápido de lo que queremos." Dijo con la voz entrecortada. Tratando de controlar su respiración. Le quité el pantalón y la ropa interior y lo empujé a la cama.
- Any: "Ahora soy yo quien tiene el control. ¿Entendido?" Dije con voz amenazadora, pero coqueta. El nivel de exitación que sentía en este momento no me iba a dejar negociar absolutamente nada. Quiero tener el control total. Me subí en su abdomen con ambas piernas a los lados y lo besé. Nos besábamos con lentitud, pero muchísima precisión. Poncho tocaba cada centímetro de mi espalda y bajaba a mis glúteos. Siento que estoy luchando con mi vida por alargar esto. Luego de unos minutos besándonos me levanto un poco para ayudarlo a entrar en mi. Poncho cierra los ojos y abre la boca mientras gemía.
- Poncho: "Mierda, Anahí...Necesito hacerte mía ya. Muévete, por favor."
Me movía hacia al frente y hacia atrás a un ritmo al que ambos necesitábamos. Estoy tan envuelta que quiero gritar de placer.
- Any: "Mi amor..." dije entre gemidos.
Poncho me viró para él tomar el control. Aumentó el ritmo de sus embestidas y unos segundos después ambos llegamos. A la misma vez. Poncho se tumbó en la cama a mi lado y me haló hacia él para que me acostara en su pecho.
- Poncho: "Te amo tanto, Any." Y besó mi cabeza.
La habitación estaba completamente oscura porque las cortinas tapaban la luz del sol así que no pasamos ningún trabajo en quedarnos dormidos. Dos horas después me levantó el sonido del agua en la bañera. Aún seguía desnuda así que me levanté y me dirigí al baño para meterme a bañar con él. Entré a la bañera y lo abracé por la espalda.
- Poncho: "Mi amor, me asustaste." Y se volteó para encararme.
- Any: "¿Por qué no me levantaste?"
- Poncho: "Te veías tan hermosa durmiendo que no quise levantarte." Me dió un beso en la nariz. "¿Cómo dormiste?"
- Any: "Como toda una bebé." Reímos y le besé los labios.
Luego de bañarnos pedimos pizza y nos sentamos en la sala a hablar.
- Poncho: "Entonces, cuéntame como te fue con Manuel anoche."
- Any: "La verdad es que creo que no le gustó para nada lo que le dije, pero no quise darle mucha importancia. Las cosas son como son y ya está. No hay vuelta atrás."
Pasamos el día juntos entre besos, caricias y una que otra travesura, pero ya en la tarde debía regresar a la casa para atender a los niños cuando llegaran de la escuela.
La semana pasó tranquila. Poncho y yo pasábamos el día juntos mientras los niños iban a la escuela y yo regresaba a casa por las tardes. Hoy tuve la reunión con la revista "Quién" y grabamos la entrevista. La revista sale el lunes así que ya no quiero mirar hacia atrás. Estoy lista para todo lo que viene.Días después, luego de que salió la revista los medios y los fans se volvieron locos. Hay tantos comentarios y tantas teorías sobre la separación mía y de Manuel que la verdad es que hasta me da un poco de risa. Hay gente que comentó que lo veían venir desde hace tiempo, que nuestro matrimonio siempre pareció fingido y forzado y otros que decían que siempre supieron que mi corazón siempre le iba a pertenecer a Poncho. Reí. Si ellos supieran...
La completa verdad es que yo sí amé a Manuel. Yo sí me enamoré de él, pero no por eso dejé de amar a Poncho. Mi corazón por alguna razón siempre protegió y guardó todos los sentimientos que siempre he tenido hacia Poncho y los dejó intacto. Por eso hoy día puedo confirmar que él siempre fue y seguirá siendo el amor de mi vida. Manuel sólo fue un desvío. Y no, no me arrepiento de haberlo amado. Manuel me dio a mi razón de vivir; mis hijos. Estoy agradecida con la vida por habérmelo puesto en el camino, pero por otro lado, Poncho enciende todas las fibras de mi cuerpo. Cada una de ellas. Con él veo y siento el universo entero. Pasé tanto tiempo disfrazando sentimientos por miedo a equivocarme. Tanto tiempo que tan solo mencionar su nombre dolía. Me tardé muchísimo tiempo en darme cuenta de que nunca lo dejé de amar y de aceptar de que mi corazón siempre sera suyo. Ahora, después de todas las vueltas que dio la vida, vivimos juntos: Dani, Nico, Emi, Manu, Poncho, Mía, nuestra princesa, y yo. Si tuviera que elegir una próxima vida, no dudaría ni un segundo en volver a elegir esta. Tengo todo lo que siempre soñé.FIN
PD. Alfonso, si en algún momento lees esto, quiero dejarte saber que si no es en esta; en otra vida será. Esta historia que escribí es lo que sueño todos los días. Es un desahogo. Seguir pretendiendo que vivo la vida que siempre he soñado es solamente una excusa para no pensarte, para pretender que me dejas de doler, para no admitir frente al mundo entero que te sigo amando y que daría todo lo que tengo por volver a nosotros. Espero que hayas entendido cada mensaje subliminal. Cada indirecta en los conciertos. Cada mirada cuando mencionaban tu nombre durante una entrevista de RBD. Porque siempre te tengo presente. Espero que hayas entendido que yo siempre estaré aquí esperando a que quieras regresar.
Att. Any