Al otro día nos levantamos e hicimos el desayuno juntos. Puede ser un detalle muy sencillo, pero es algo que nunca he hecho con Manuel porque siempre hemos tenido a la señora que nos ayuda. Disfruto mucho este tipo de intimidad tan diferente. Hablábamos, reíamos y jugábamos como niños pequeños. Fue muy agradable. Luego de comer decidimos tomar sol en la alberca. En la misma alberca donde por fin decidí entregarle todo mi corazón a Poncho y no honestamente, quiero mirar atrás.
- Poncho: "Princesa, ¿quieres algo de tomar? Voy a la cocina."
- Any: "No, gracias. Estoy bien." Digo mientras me siento en la silla de tomar sol.
- Poncho: "En unos minutos vuelvo. No me tardo." Me da un beso en los labios y se retira.
Aprovecho para marcarle a Manuel y hablar con los niños. Los extraño muchísimo.
El teléfono timbra tres veces y contesta Manu.
- Any: "Hola bebé, ¿cómo estás? Te extraño mucho."
- Manu: "!Mamá! Hoy cantamos muchas canciones en la escuela. Aprendí a cantar en inglés también." Dice con mucha emoción.
- Any: "No me digas, mi amor. !Qué bueno que estés aprendiendo tanto! Ya mismito nos vemos, ¿si?"
- Manu: "Está bien mamá. Emiliano está durmiendo así que te paso a papá."
- Manuel: "Hola, mi amor."
- Any: !Hola! ¿Cómo estás?" Siento a Poncho caminar hacia donde mi y le hago señas para que no hable.
- Manuel: "Estoy bien. Extrañándote mucho. Te amo, ¿sabes?"
Carajo. ¿Qué se supone que le conteste? Aparte, tengo a Poncho al lado.
- Any: "Este... yo también te amo." Dije cerrando los ojos para no mirar a Poncho. No me quiero ni imaginar su reacción, pero siento su mirada clavada en mi.
- Manuel: "¿Dónde estás? ¿Estás afuera? Tienes seguridad, ¿verdad?"
- Any: "No. Estoy en la alberca del hotel. No hay nadie así que quería aprovechar. Voy a tomar un poco de sol, te marco después, ¿está bien?"
- Manuel: "Sí, claro. Te amo."
- Any: "Y yo. Adiós."
Cuelgo y me quedo mirando el teléfono. No sé cómo manejar esto. Sé que Poncho debe estar pensando mil cosas a la vez. Levanto mi mirada y Poncho está sentado en la silla al lado de la mía jugando con sus dedos y mirando al suelo.
- Any: "Poncho, yo..."
- Poncho: "No me tienes que explicar, Any. Entiendo. Es solo que no me puedo acostumbrar."
Me levanté y me senté en su silla junto a él.
- Any: "Mi amor, mírame, porfavor." Le levanto la cara con delicadeza. "Te amo. Contigo es con quien quiero estar. Solo dame tiempo para hablarlo con él, porfavor. Tenme paciencia. Me sentí obligada a responder a sus "te amo" porque si no, va a saber que algo pasa. El jueves sin falta hablo con él. "
Poncho se acerca y me besa la frente.
- Poncho: "Te amo." Y me abrazó. "¿Vamos a nadar?" Asentí. Me agarró una mano y me guió hacia la alberca. Nos sentamos en las escaleras de la alberca y me acerqué a darle un corto beso en los labios. Entiendo completamente lo que está sintiendo, pero necesito que me de tiempo para hacer las cosas bien.
- Any: "¿Cómo van tus proyectos? Sigues grabando, ¿verdad?"
- Poncho: "Sí. Estoy grabando una película. Me gusta mucho lo que hago, ¿sabes? Espero que entiendas que no quise ser parte del rencuentro porque tenía planes de grabar. Sabes lo mucho que me apasiona."
- Any: "Eso lo sabemos y lo entendemos, mi amor. Por eso no te preocupes, pero sí me gustaría que te acercaras un poco más a los chavos. Piensan que estás muy distante y les da tristeza."
- Poncho: "En estos días les escribiré. Son mis hermanos, jamás podría olvidarme de todo lo vivido. Estoy muy agradecido con la vida por permitir vivir tanto con RBD."
- Any: "Estoy segura de que se pondrán muy felices. Te extrañamos mucho en el escenario. Especialmente yo. Todas mis partes eran contigo. Ya no tengo con quién coquetear en el escenario sin que piensen mal." Reímos. "Donde más te extraño es en "Este Corazón." Esa era nuestra canción; nuestro verso. Me hace falta conectar con tu mirada mientras canto nuestro pedacito."
- Poncho: "Es increíble como lo haces tan bien luego de tantos años. Tus encantos no han cambiado nada. Eres igual de coqueta que siempre." Rió y me besó la mejilla.
- Any: "Oye, ¿y cómo van las cosas con Diana? ¿Cómo están los niños?"
- Poncho: "Todo sigue igual. Nos mantenemos en comunicación porque quiero estar siempre presente para mis hijos, pero eso es todo. Diana es una excelente madre y mujer, pero tuvimos muchos problemas desde que nos casamos. Es demasiado insegura."
- Any: "¿Pero en algún momento le diste razones para dudar de ti?"
- Poncho: "Any, la mayor razón de su desconfianza eras tú. Siempre pensaba que no te había olvidado y lo reclamaba todo el tiempo. Obviamente, hoy puedo darle toda la razón. Quizás ella veía cosas que yo me resignaba a ver. Por orgullo o por coraje. O quizás por el simple hecho de extrañarte tanto."
- Any: "¿Por qué nunca me escribiste? Si supieras... yo pasé tantas noches pensando en ti; en nosotros. No podía entender como fuimos tanto y nada a la misma vez."
- Poncho: "Por cobarde, Any. Por orgulloso. Yo tampoco pude entender cómo fui tan inmaduro con nuestra relación. Pudimos ser tanto."
- Any: "La realidad es que ambos fuimos inmaduros. También nos dejamos vencer por el miedo y la inseguridad. Cuando empezamos a estar juntos mientras grabábamos la telenovela, yo siempre prensé que estaríamos juntos para siempre. Nuestra conexión siempre ha sido bien fuerte. Yo creo que todo comenzó de la manera incorrecta porque no teníamos por qué escondernos si ya habíamos dejado todo claro con Dulce y Christopher, que era lo que más nos preocupaba. Quizás eso fue lo que nos llevó a tener tanto problemas por culpa de frustraciones. Luego cada cual siguió su vida entre comillas, porque seguíamos igual de conectados. Pretendíamos que nada que el otro hiciera nos importaba. También pasábamos tanto tiempo juntos que a veces ni nos soportábamos." Reímos. "Pero sí tengo que reconocer que nunca había amado a nadie tan intensamente como te amo a ti. No importa cuanto tiempo pase, mi amor sigue intacto. Para mi, eso es señal de que eres el amor de mi vida. Eso es razón suficiente para querer quedarme junto a ti."
- Poncho: "Tienes razón. Lamentablemente no hay nada que podamos hacer para regresar el tiempo y cambiar las cosas que ya pasaron, pero sí podemos asegurarnos de hacer las cosas bien de ahora en adelante. De dejar de tentar el destino y hacerle caso. Además, tenemos que hacerle caso a las traumadas de una vez y por todas. Si no, nunca van a ser felices." Reímos.
- Any: "Son mis fans favoritos. Siempre tan intensas y persistentes. Para mi que ellas le pidieron al destino poder escribir nuestro destino." Reí.
El resto de la tarde la pasamos conversando, comiendo y tomando. Ya a la noche yo me tenía que ir ya que ir ya que mañana, miércoles, tendríamos ensayo.
Terminamos la noche viendo una película en el sofá abrazados. Poncho tenía sus brazos al rededor mí y yo estaba acostada en su pecho. La verdad es que no me podía concentrar en la película. Levanté mi cabeza, le dí un corto beso en los labios y me quedé mirándolo fíjamente a los ojos.
- Poncho: "Mi amor, ¿qué pasó? ¿No te gusta la película?"
- Any: "Quiero cariñitos."
- Poncho: "Todo lo que quieras, mi amor. Ven." Me acuesta boca abajo en el sofá y me empieza a pasar sus manos por la espalda. Siento como de repente cambia sus manos por su boca y me estremezco. Se me eriza la piel. Me besa la espalda lentamente mientras pasa sus manos por mi cuerpo.
- Any: "Mi amor, si sigues así voy a necesitar mucho más que besos."
- Poncho: "Lo sé. Por eso lo hago."
Me vuelve a poner boca arriba y me quita la camisa larga que tenía. No tenía nada por debajo ya que nos habíamos bañado luego de salir de la alberca. Me besa lentamente y siento morir. Luego de unos minutos de besarnos, rompo el beso y lo miro.
- Any: "Necesito que me hagas tuya ya."
- Poncho: "Tú sabes muy bien como yo respondo a tus "necesito"."
Me besa desenfrenadamente mientras siento cuando entra en mi. Sus movimientos son letales. Estoy a punto de morir de placer. Aumenta el ritmo y la casa se llena de gemidos; suyos y míos.
- Poncho: "Te amo, Anahí."
Cerramos los ojos mientras llegamos a la cima a la misma vez. Por nada del mundo cambiaría esta sensación. Este hombre sabe llevarme al cielo en segundos.Decidí quedarme a dormir una noche más. No quería separarme, pero al otro día tendría que estar en el estadio bien temprano. Al otro día me levanté, hicimos un breve desayuno juntos y nos despedimos.
- Poncho: "Gracias por regalarme estos dos días tan lindos. Me encanta tenerte tan cerca y solo para mi." Besa mi frente mientras me abraza.
- Any: "Te prometo que pronto pasaremos el resto de nuestros días juntos. Ya no tendremos que separarnos más."
- Poncho: "Es como estar soñando. Te amo, Any. Cuando llegues al estadio me escribes para saber que llegaste bien, ¿de acuerdo?"
Asentí.
- Any: "Te amo, mi amor. Nos vemos pronto."
Llamé al taxi y regresé al hotel. Mañana Manuel regresa con los niños y es hora de sentarme a hablar con él. No quiero tener que mentirle. Ya no más.