Hoy tengo que viajar a Brasil en la noche. El vuelo es bastante largo y vienen días muy intensos. Me estiro en la cama y siento a Poncho durmiendo profundamente. Me levanté lo más cautelosamente posible y voy al baño a hacer mi rutina de todas las mañanas. Al entrar al baño siento un pequeño mareo. Me tuve que sentar unos segundos para que se me pasara. Me estuvo raro, pero no le di mucha importancia. Quizás era que no había desayunado. Continué con mi rutina mañanera y me senté en el sofá a tomarme un café en lo que Poncho se levantaba. Llame a Manuel para hablar con los niños. No tenía ningún interés en hablar con Manuel en este momento así que fui lo más cortante que pude y parece que captó el mensaje bastante rápido. Hablé con Manu y Emiliano un ratito y colgué para hacerme algo ligero de comer. Hice desayuno para mi y para Poncho y acomodé la mesa.
- Poncho: "Buenos días, mi amor." Se acerca para darme un beso. Se ve tan perfectamente guapo acabado de levantar. Estoy enamorada hasta las trancas.
- Any: "Ponchito, mi amor. Buenos días." Nos besamos brevemente y nos abrazamos. ¡Huele tan rico! Sentí como Poncho besó mi cabeza y me acarició la espalda.
- Poncho: "¿Cómo dormiste?"
- Any: "Como una bebé." Reí. "Quisiera que la tarde no llegara. No me quiero separar de ti. Esta vez estaremos dos semanas sin vernos." Dije con tristeza.
- Poncho: "Ni me lo recuerdes. Prométeme que te vas a cuidar, mi amor." Me dijo acariciando mi cara.
- Any: "Te lo prometo." Sonreí. "Te hice tu desayuno favorito. Huevos, tocino y frutas."
- Poncho: "Huele delicioso."
Nos sentamos a comer y conversamos un ratito mientras Poncho tomaba su café.
-Poncho: "¿Cuándo piensas hablar con los chavos?"
Me moví un poco incómoda en la silla. Realmente no había pensado en eso en estos días.
- Any: "Creo que mañana temprano. No creo que pueda pasar las dos semanas pretendiendo que no pasa nada."
- Poncho: "No sabes cuanto me hubiese encantado acompañarte. Me frustra mucho."
Me levanté de mi silla y me senté en su regazo.
- Any: "Mi amor, te voy a extrañar muchísimo. Los días que paso contigo están tan llenos de calma." Pongo mi mano en su cara y la acaricio. "Gracias por neutralizarme. Me siento tan bien cuando estamos juntos. Te amo tanto... " Le doy un corto beso en los labios. Nos abrazamos y me fuí a levantar. Volví a marearme.
- Poncho: "Mi amor, ¿estás bien?"
- Any: "Sí, sí. Estoy bien. Es que me mareé. Es la segunda vez que me pasa hoy."
- Poncho: "¿Comiste bien?" Asentí. "Necesitas alimentarte bien."
- Any: "Debe ser un bajón de azúcar. Me comeré unas frutas para ver si eso me ayuda." Me dirijo hacia la cocina, pero Poncho se para en frente mío impidiéndome seguir caminando.
- Poncho: "Any, ve a sentarte. Yo te pico unas frutas y te las llevo, ¿si?" Besó la punta de mi nariz y sonrió mientras acariciaba mis brazos. Asentí y me fui al sofá.
Tan pronto me senté, miraba a Poncho cortar las frutas y no pude evitar en pensar en la posibilidad de estar embarazada. De llevar un hijo de Poncho en mi vientre. Estaba soñando despierta. No voy a negarlo, me haría demasiado feliz, pero en este momento sería demasiado complicado. Aunque la realidad es que la barriga no se notaría aún y ya estamos en la recta final del SRT. Pero sí sería un escándalo. Poncho interrumpe mis pensamientos con un plato de frutas y un "Te amo" escrito con crema batida.
- Any: "Mi amor..." Reí. "Esta crema batida me trae recuerdos muy fuertes." Reímos. "Gracias." Lo besé mientras se sentaba a mi lado.
Vimos un poco de televisión mientras compartíamos las frutas. Era mucho para mi sola.
- Poncho: "¿Te sientes mejor?"
- Any: "Sí, mucho mejor. Gracias." Sonreí "Pero... quiero preguntarte algo. Es que mientras picabas las frutas pensaba en nosotros." Puse el plato de frutas vacío en la mesa y me acomodé para quedar de frente. "Poncho...estaba pensando en la posibilidad de estar embarazada. Los mareos no es muy normal en mi. Realmente nunca me pasa. Estaba haciendo cálculos en mi cabeza y el periodo lo tengo atrasado unos 6 días. No estoy diciendo que lo estoy, pero puede ser posible. ¿Cómo tú... Cómo tú te sentirías si eso pasara?" Pregunté con un poco de miedo. No puedo decir que es algo que estoy buscando ahora mismo, pero solo de pensar en tener un hijo con él me da mucha felicidad y me dolería mucho que él no se sintiera de la misma manera.
-Poncho: "¿Quieres que te diga la verdad?" Agarró una de mis manos y la acarició con sus dedos. "Me harías el hombre más feliz del mundo. Tener un hijo con la mujer que amo es el sueño más grande que tengo en estos momentos. Dani y Nico estarían contentísimos con otro hermano o hermana." sonrió tiernamente. "¿Y tú? ¿Te gustaría tener un hijo conmigo?" Sonreí. Se escucha tan lindo de sus labios.
- Any: "Mi amor... todo contigo es perfecto. Yo quiero todo contigo. Y si ese "todo" incluye 40 hijos, pues 40 hijos tendremos." Reímos. "Antes de irme al aeropuerto me haré una prueba. Tendré que pedir una entrega al hotel porque no puedo arriesgarme a que me vean en una farmacia comprando una prueba de embarazo."
Poncho me abrazó y me recostó en su regazo mientras acariciaba mi cabeza y jugaba con mi pelo.
- Poncho: "Yo me encargo de eso, mi amor. Descansa un rato." Acarició mi pelo y me dormí casi inmediatamente. Como a las 2 horas me levanté y seguía en el sofá. Poncho no estaba conmigo. Lo llamé varias veces, pero no contestó. Busqué mi celular para marcarle por si había salido y en eso la puerta se abrió.
- Poncho: "Hola, dormilona. ¿Descansaste?"
- Any: "Me siento como nueva." Reí. "¿Dónde estabas?" Me acerqué a él.
- Poncho: "Estaba buscando la orden que puse en el area de entregas. Sabes que no utilizo mi nombre por cuestión de privacidad así que todo lo dejaron en el cuarto de entregas abajo." Rebusca en la bolsa y me mira. "Toma. Aquí tienes." Me entrega una prueba de embarazo. Sin decir nada la agarro y me quedo sin moverme unos segundos mirando la prueba en mis manos.
- Poncho: "Any, no importa cual sea el resultado, siempre voy a estar contigo para apoyarte. Ahora ve y salgamos de dudas, ¿si?" Me dio un corto beso en los labios y me dirigí al baño.
Antes de hacerme la prueba me senté en el piso unos minutos a procesar todo. Por un lado me estaba muriendo de ganas de que la prueba salga positiva, pero por otro lado me muero de miedo. Que sea lo que Dios quiera.
Luego de hacerme la prueba la dejo en el lavamanos boca abajo y salgo para buscar a Poncho. Debo esperar 5 minutos y quiero que veamos el resultado juntos.
Camino hacia la sala ya que Poncho me está esperando en el sofá. Le tiendo la mano para que me siga hacia el baño.
- Poncho: "¿Estás lista?" Asentí.
Al levantar la prueba sentí como si el mundo paraba completamente. No me podía mover.
Negativo.
Miré a Poncho sin decir absolutamente nada y me abrazó. Nos quedamos en silencio unos minutos. Realmente no sabía cómo me sentía.
Poncho me separa un poco para mirarme a los ojos.
- Poncho: "¿Estás bien?"
- Any: "No lo sé." Reí con un poco de sarcasmo y tristeza.
- Poncho: "Any... no te pongas así. Tenemos tiempo para agrandar nuestra familia. Esta no será la última vez que te tengas que hacer una prueba de embarazo."
- Any: "Ya estamos grandes, Poncho. El tiempo no nos espera. No tenemos tanto tiempo como piensas." Dije bajando la mirada. Poncho levanta mi cara con delicadeza.
- Poncho: "Te prometo que sí lo tenemos. Ya verás que pronto tendremos a nuestro príncipe o princesa. Si es niña será igual de preciosa y perfecta como tú." Me besó la frente y me abrazó. "No te adelantes. Tiempo al tiempo, mi amor."
Ya era tiempo de irme al aeropuerto. Me voy con un sabor amargo. Me había hecho ilusiones de tener un bebé con él.
- Poncho: "Princesa, llámame siempre que puedas. Quiero verte aunque sea por teléfono. Y recuerda, cuídate mucho. No quiero que te vayas a enfermar, ¿está bien?"
- Any: "Sí, mi amor. Te llamaré todos los días. Me harán mucha falta tus besos, Poncho." Dije mientras sentía como me bajaba una lágrima por las mejillas.
- Poncho: "No, Any. Por favor no llores. No quiero dejarte así." Limpió mi mejilla con sus manos y con su dedo pulgar acarició mis labios. "Quisiera darte un beso por cada día que no estaré contigo para darte uno."
- Any: "¿Me puedes besar ya?" Reí.
Nos besamos unos minutos y nos separamos.
- Poncho: "No es buena idea que me baje porque nos pueden ver, pero voy a hacerlo rápido para ayudarte con tus maletas. Permíteme besarte un poco más y luego nos bajamos, ¿de acuerdo?" Reímos y nos volvimos a besar. Cada vez se me hace más difícil despedirme de él. Esta vez es un poco más difícil porque los conciertos en Brasil duran casi dos semanas. No lo veré por dos semanas. Me voy a desesperar.