Tuve un día completo para descansar y al otro día me levanté y me sentía un poco mejor. Ya la fiebre se me había ido, pero el dolor en el cuerpo era bastante fuerte. Tuve tiempo de recuperarme un poco para poder regresar a dar el último concierto aquí en Brasil. Luego de acabar acá, nos regresamos a México para dar los últimos conciertos del Soy Rebelde Tour. Estuve toda la mañana en la cama. Manuel se encargó de los niños y Maite me ayudó muchísimo. Tengo tanto que agradecerle. Ya en la tarde sentía la necesidad de pararme y aunque sea caminar un poco. Maite ya se había ido así que me levanté, me di un baño caliente como pude y me fui a la sala a comerme unas sopas y unas frutas. Me ayudó muchísimo. Los niños se sentaron en la sala conmigo a ver un poco de televisión mientras Manuel se iba a bañar. Cuando Manuel sale se sienta en el sofá con nosotros.
- Manuel: "¿Cómo te sientes?"
- Any: "Me siento mejor, gracias."
- Manuel: "¿Necesitas algo?"
- Any:" No, estoy bien." Contesté sin mirarlo.
Escucho mi teléfono sonar a lo lejos. Manuel me mira como estudiando lo que voy a hacer.
- Manu: "Mamá, tu teléfono está sonando. ¿Te lo busco?"
- Any: "No, mi amor. No te preocupes. Orita lo busco." Veo con el rabo del ojo a Manuel mirando el televisor, pero puedo notar que no está prestando atención a lo que estamos viendo. Está pensando en otra cosa.
- Manuel: "Manu, ¿qué tal si vas a jugar con Emiliano a la habitación un ratito? Necesito hablar con mamá."
Manu asintió y le agarró la mano a Emiliano para dirigirse a la habitación.
- Manuel: "Anahí, me imagino que estás al tanto, pero anoche me llegaron los papeles de la demanda por parte de RBD."
¿DEMANDA? ¿DE QÚE ESTA HABLANDO?
- Any: "No sé de qué estás hablando..."
Manuel se levanta y regresa con un sobre amarillo en sus manos. Me lo entrega sin decir nada.
"Demandado: Manuel Velasco" "Demandante: "RBD"
Maldita sea. Esto no puede estar pasando.
- Any: "No estaba informada sobre esto. No tengo nada que decir al respecto en este momento así que si me permites, me retiro."
Me levanté y regresé a mi habitación. Cerré la puerta y me acosté en la cama. No puedon creer esto. Necesito llamar a Poncho.
- Poncho: "Hola mi amor. ¿cómo estás?"
- Any: "Me siento mejor, pero necesito hablar contigo de otra cosa." Me aclaro la garganta. "Poncho... RBD está demandando a Manuel. Los chavos nunca me dijeron nada."
- Poncho: "¿Hablas en serio, Any?"
- Any: "Sí, Poncho. Jamás jugaría con algo así. Dime qué hacer. No sé qué hacer."
- Poncho: "Mi amor..." se quedó en silencio unos segundos. "¿Sí entiendes que porque es a nombre de RBD te incluye a ti como demandante, cierto?"
- Any: "Sí, Poncho. Claro que lo entiendo. Fue lo primero que pensé cuando lo vi. Obviamente estoy a favor de la justicia. De que pague por todo lo que falta, pero necesito que entiendas que no estamos hablando de cualquier persona. Estamos hablando del papá de mis hijos."
- Poncho: "Lo sé, mi amor. Es una situación bastante incomoda y complicada. Lo siento mucho."
Siento mucha rabia y mucho coraje. Necesito llorar.
- Poncho: "Llora conmigo, mi amor. Sé que necesitas hacerlo. Desahógate."
Tal como lo dijo, comencé a llorar. Todo se me está cayendo encima. Pasé unos minutos llorando en silencio.
- Poncho: "Princesa...me da mucha tristeza no estar ahí contigo. ¿Cuándo regresas a México?"
- Any: "Mañana." Contesté limpiándome la cara y la nariz.
- Poncho: "Quiero pasar por ti. ¿Crees que sea posible?"
- Any: "Voy a estar con los niños, Poncho. Ahora va a ser un poco más complicado porque estaremos en casa. ¿Cómo le explicaré a los niños que estaré fuera unos días?"
No había pensado en esto. Me encuentro entre la espada y la pared en este momento. Necesito a Poncho, pero no sé cómo hacerlo.
- Poncho: "Entiendo..." aclara su garganta. "¿Estaría bien si pasamos aunque sea unas horas juntos? De verdad necesito verte."
- Any: "Déjame ver cómo coordino con Manuel y te dejo saber, ¿está bien?"
- Poncho: "Eso creo.." contestó un poco cortante.
- Any: "Poncho, porfavor... No te enojes conmigo. Entiende que no hay nada que no quiera más en este mundo que estar contigo, pero tengo que pensar en Manu y Emiliano."
- Poncho: "No, princesa. No estoy enojado contigo. Estoy enojado con la situación. Quiero estar contigo y apoyarte siempre, pero lamentablemente nuestra situación no me lo permite. Eso es todo."
- Any: "En un ratito te confirmo si nos podemos ver mañana, ¿si?"
- Poncho: "Está bien. Te amo mucho."
- Any: "Te amo más. Adiós."
Me quedé mirando hacia la ventana un rato pensando en todo. Tantas cosas a la misma vez. Llamé a Manu y Emi para que vinieran a mi habitación un rato. Nos acostamos y jugamos unos juegos de mesa, pintamos y dibujamos. Pasar tiempo con ellos siempre es vitamina para mi.
Ya era tiempo de irme a preparar para el último concierto. No me sentía bien del todo, pero sí me sentía mucho mejor y debía estar presente esta noche. Le debemos mucho a nuestros fans en Brasil así que no puedo fallarles otra vez. Llegué al estadio y me encontré con los chavos rápido que entré. El ambiente estaba demasiado tenso. Ellos me saludaron, pero podía sentir la distancia entre nosotros. Me da muchísima tristeza, pero el show debe seguir. Debo poner mi mejor cara. Salimos al concierto y los fans se volvieron locos. La energía esta noche estaba por las nubes. ¡Es hermoso! Me enfoqué en el público y en conectar con ellos. Se lo merecen y me lo merezco. Fue una noche espectacular. Luego del concierto nos fuimos directo al aeropuerto porque nos regresábamos a México. Le escribí a Poncho.
"Mi amor. No creo que sea buena idea que me recojas en el aeropuerto, pero cuando llegue voy a mi casa, me aseguro de que los niños estén acomodados y voy hacia donde ti." - Any
Abordamos y justo antes de despegar recibo la contestación de Poncho.
"Está bien, mi amor. Que tengas un buen vuelo. Te veo pronto. "- Poncho.
Me quedo mirando el teléfono con una sonrisa de oreja a oreja. Estoy loca por verlo. Dos semanas es demasiado tiempo separados.
- Manuel: "Ya veo que no pierdes ni un minuto. Debe ser tu noviecito Poncho en el teléfono, ¿verdad?"
¿Mi qué? ¿Cómo dijo?
Miro a los niños para asegurarme que no hayan escuchado nada. Ambos tenían audífonos porque estaban viendo una película. Regreso la mirada a Manuel llena de rabia, pero totalmente tranquila porque no iba a permitir que arruinara nada.
- Any: "Es Alfonso para ti. Y para tu información, sí, es él. Estamos coordinando para vernos tan pronto llegue a México porque me hace DEMASIADA falta." Le pongo énfasis a la palabra "demasiada" para que entienda bien. "¿Algo más que necesites saber?" Sonreí sarcásticamente y me puse los audífonos para escuchar música. Siento como Manuel me quita uno de los audífonos y me dice:
- Manuel: "¿Tan importante es que dejas a tus hijos por ir a verlo?"
Miro a los niños; siguen con sus audífonos. Regreso a Manuel.
- Any: "Eres un imbécil."
Manuel se regresó a su asiento que estaba en la fila detrás de la mía y los niños.
El vuelo fue extenuante. Fueron unas 13 horas incluyendo la escala. Comí algo en el vuelo así que cuando llegamos a casa lo único que tuve que hacer era la comida de los niños. Compartimos un rato en el jardín y los niños entraron a tomar su siesta. Este es el momento perfecto para ir a ver a Poncho. Le digo a la niñera que estaré fuera unas horas para que esté pendiente de Manu y Emi. Llamé a Poncho para dejarle saber que iba en camino.
Llegué a la casa de Poncho. Me quedé unos minutos dentro del carro en el estacionamiento. Volver a esta casa es regresar el tiempo. Tantos momentos lindos vividos aquí. También momentos intensos. Tengo tantos recuerdos con él.
Toqué el timbre y Poncho me abrió en cuestión de segundos.
- Poncho: "¡Mi amor!" Me abrazó y me levantó para darme vueltas. "Te extrañé tanto, mi vida." Me besó en los labios. Sonreí.
- Any: "¿Mi vida? Eso es nuevo." Reí. "También te extrañé, mi amor. Mucho mucho." Le regresé el beso.
- Poncho: "¿Es que no ves que te has vuelto mi vida entera?" Reímos.
Entramos a la casa y nos fuimos al jardín.
- Poncho: "Preparé un pescado con ensalada como te gusta. ¿Quieres comer ahora o más tarde?"
- Any: "Cuando tú quieras. Yo solo quiero estar contigo." Lo abracé y descansé mi cabeza en su pecho.
Nos sentamos a comer y conversábamos.
- Poncho: "Entonces, ¿ya estás mejor? ¿Necesitas algo? ¿Cómo te sientes?"
- Any: "Tantas preguntas a la vez." Reí. "Me siento muchísimo mejor. Descansar me ayudó mucho. Debo tomarme los medicamentos una semana más y listo."
- Poncho: "Vámonos al sofá. Quiero abrazarte y sentirte."
Poncho se paró de la silla y me tendió la mano para levantarme. Nos sentamos en el sofá y me recosté sobre él.
- Poncho: "¿Qué ha pasado con Manuel y la demanda?"
- Any: "La verdad es que no mucho. Casi ni hablé con él cuando me mencionó lo de la demanda. No tenía ganas de hablarle."
Me paré para buscar el vaso de agua que había dejado en la mesa.
- Poncho: "¿A dónde vas?"
- Any: "A buscar mi vaso de agua, intenso." Reí dándole la espalda.
- Poncho: "¿Intenso? No te tuve por dos semanas, ¿y me llamas intenso?" Ven acá." Me haló por el brazo para tirarme hacia él.
- Any: "Poncho, el ¡agua!"
- Poncho:" Ya, ya. Perdón. Es que a veces eres traviesa."
Me senté en su regazo y enrede mis brazos al rededor de su cuello.
- Any: "¿Ah si? Pero bien que te gusta, ¡eh!" Sonreí y le di un corto beso en los labios.
- Poncho: "Me encanta." Me besó. "Oye mi amor, ¿a qué hora te tienes que regresar?"
- Any: "Debería regresarme como en unas dos horas. Los niños estaban tomando una siesta cuando me fui. ¿Por qué?" Lo miré coquetamente.
Poncho sonrió y metió sus manos por debajo de mi camisa para acariciar mi espalda. Aún sonriendo se acerca más a mi para besarme. Pega sus labios a los míos y delicadamente muerde mi labio inferior. Automáticamente entreabro mis labios para profundizar el beso y darle acceso a su lengua. Puedo escuchar el ruido de los labios rozándose. Mi cuerpo comienza a reaccionar. Le agarro la cara con ambas manos para tomar control del beso. Se me salió un gemido en su boca y lo sentí sonreir.
- Poncho: "Preciosa... me estás volviendo loco."
- Any: "Me alegro escucharlo. Eso es lo que quería." Sonreí entre besos y lo pegué más a mi.
- Poncho: "Necesito hacerte mía..." dijo casi sin voz en medio del beso.
- Any: "¿y qué estás esperando?"
Me cargó y nos dirigimos hacia la habitación, pero nos tocábamos con tanta desesperación que hicimos una parada en la cocina. Poncho me subió a la encimera sin dejar de besarme y se acomodó entre mis piernas. Me quitó la camisa y yo me quité el pantalón corto mientras él se desnudaba. El quedó completamente desnudo, pero yo seguía en ropa interior. Sentí como Poncho me desabrochaba el sostén y lo tiró al piso. Se llevó uno de mis pechos a su boca. Me estaba desesperando. Tiré mi cabeza hacia atrás mientras acariciaba su pelo.
- Any: "Poncho..." dije casi sin fuerza.
- Poncho: "Mi amor..." dijo con un hilo de voz.
Después de varios segundos me bajó de la encimera, me volteó, removió mi ropa interior y ahí mismo entro en mi. Es imposible volver a entrar a esta cocina y no recordar esto.
Sus movimientos se hacían más rápidos mientras me acariciaba los pechos. Recosté mi cabeza en sus hombros y sentí explotar. A los pocos segundos llegó él.
- Poncho: "Yo ya pensaba que eras perfecta, pero esta vez me dejaste sin palabras." Me volteó para encararme y darme un beso.
- Any: "Gracias por amarme de esta manera. No tienes idea lo bien que se siente. Cada día que pasa confirmo que no quiero vida si no es contigo." Sonreí y le acaricié la cara. "Te amo."
Nos fuimos a bañar y a recostarnos un ratito porque ya casi me tenía que regresar a mi casa.
- Poncho: "Mi amor, ¿cuándo nos veremos de nuevo?"
- Any: "Mañana. ¿Quieres desayunar conmigo?"
- Poncho: "Me encantaría, pero..."
- Any: "Aún tengo el apartamento que compré para nuestros tiempos. ¿Lo recuerdas?"
- Poncho: "Claro que me acuerdo. Tantas memorias que hicimos ahí." Reímos.
De momento salí corriendo hacia el baño. Sentí la necesidad de vomitar.
- Poncho: "Any, ¿estás bien?"
- Any: "Creo que la comida me cayó mal." Dije limpiándome la cara en el lavamanos.
Poncho fue a la cocina para buscar algún medicamento para el estómago. Justo cuando regresó recordé que aún seguía atrasada. Mi periodo no había bajado.
Pero... la prueba salió negativa. Debe ser la comida.
Al ratito me vestí para ir de regreso a mi casa.
- Poncho: "Escríbeme tan pronto llegues. Mañana te veo temprano en tu apartamento, ¿si? También recuerda tomar tus medicamentos."
- Any: "Sí, mi amor. Te veo temprano. Te amo."
Me despedí y me fui. No puedo decirle nada a Poncho aún, pero voy a mandar a pedir otra prueba de embarazo. Algo anda raro y no quiero ilusionarme hasta confirmarlo.