Lo que nos faltó decir

25 2 0
                                    

Al rato suena la puerta. Los niños ya estaban de regreso con Maite. Lavé brevemente mi cara para que no se notara mucho que había estado llorando y abrí la puerta.
-Emiliano: "¡Mamá! La tía Mai es la mejor. Me dejó ponerle gomitas encima de mi helado."
- Any: "¿De verdad? Sabes que te tienes que lavar los dientes muy bien antes de dormir, ¿verdad?" Reí y lo abracé.
- Manu: "Mamá, estoy muy cansado. Me quiero acostar a dormir."
- Any: "Claro, mi amor. Lávate los dientes, cámbiate y a la cama. Te amo." Lo abracé y le di unas palmaditas en la espalda para que siguiera hacia el baño.
Los niños se retiraron y me quedé en la puerta con Maite. Manuel se había ido a caminar.
- Maite: "Entonces, ¿todo bien?"
- Any: "Dentro de lo que cabe, sí. Ya hablamos y quedamos en que me acompañaría el resto del tour para no generar un escándalo en este momento. No le conviene y a nosotros tampoco."
- Maite: "¿Te sientes un poco más tranquila?"
- Any: "Me siento liviana, pero tranquila, aún no. Acabo de tomar una decisión muy grande. Necesito tiempo para procesar tantas emociones."
- Maite: "¿Y los niños?"
- Any: "No queremos preocuparlos así que no les diremos nada aún. Para ellos nada va a cambiar porque Manuel seguirá con nosotros, aunque ya no seamos pareja. El seguirá siendo su papá y eso nada ni nadie lo puede cambiar."
- Maite: "Te admiro, Any. No por lo que estás haciendo, si no por lo fuerte que eres. La vida siempre se encarga de regresarnos a donde pertenecemos."
La abracé y se me salían las lágrimas.
- Any: "No sabes cuanto agradezco tu apoyo. Necesitaba contárselo a alguien y no existe nadie mejor en este mundo que tú. Te adoro."
Nos despedimos y regresé a la habitación para poner a los niños a dormir. Manuel aún no regresaba. Ya cuando los niños se durmieron, me metí a bañar y luego me acosté en la cama y apagué las luces. Decidí escribirle a Poncho antes de que Manuel llegara.
"¡Hola! Ya hablé con Manuel. Hablamos mañana. Que descanses." - Any
Me siento muy triste. Cuando yo me casé con Manuel, pensé que me casaría para toda la vida. En ese momento, pensé que estaba tomando la decisión correcta. Mis papás tuvieron un divorcio muy complicado y aunque hoy son los mejores amigos del mundo, el proceso fue duro para todos en la familia. No quiero pensar que estoy tomando la decisión incorrecta, pero sí me siento como si le he fallado a mi familia; a mis hijos. Es un sentimiento de culpa muy fuerte.
"¿Estás bien? No quiero pensar lo incorrecto, pero tu tono al escribir me preocupa. ¿Está todo bien, Any? ¿Estamos bien?" - Poncho
No puedo mentir, las cosas no están bien, pero siempre que lo tenga a él en mi vida, sé que todo va a estar bien.
"Sí, mi amor. No te preocupes. Mañana hablamos. Te amo mucho." - Any
Envié el mensaje para que sintiera calma. Sé el miedo que siente nada más de pensar en perderme; yo me siento igual.
"Bien. Descansa, mi amor. Yo también te amo." - Poncho
Siento como abren la puerta y veo a Manuel en la oscuridad. Sigo sus movimientos en silencio. Entró al baño, se bañó y se vistió. Veo cuando se acuesta en la cama a mi lado, pero guardando distancia.
- Any: " Buenas noches, Manuel." Dije susurrando.
Hubo unos segundos de silencio antes de que él contestara.
- Manuel: "Igual a ti, Any."
No pude dormir en toda la noche. Me removía en la cama, pero no encontraba paz mental. Me atormentan mis propios pensamientos. Estoy conciente de que necesito pasar por eso, pero aún así, no deja de doler.
Al día siguiente los niños se levantaron y se metieron entre medio de Manuel y yo en la cama. Debíamos fingir que todo estaba bien frente a ellos.
- Any: "¡Buenos días! ¿Como durmieron?"
Manu y Emi contestaron a la misma vez. Los mandé a cepillarse los dientes para luego bajar a desayunar.
- Any: "Manuel, ¿irás a desayunar con nosotros?"
Se veía distante y pensativo.
- Manuel: "Sí, los acompañaré." Se paró de la cama y fue al baño.
No dejo de pensar en que todo esto es mi culpa, pero todo debe continuar. Este dolor y esta tristeza es temporal. Las cosas poco a poco caerán en su sitio. Bajamos a desayunar juntos, como la familia que somos. Nos encontramos con unas fans y los niños estaban contentísimos de saludarlas. Manu dice que son sus fans. Nos tomamos fotos y hablamos un ratito con ellas. Al terminar de desayunar subimos de nuevo a la habitación y los niños se fueron a la sala a ver una película. Vi que Manuel organizaba las cosas en su maleta.
- Any: "Manuel, ¿podemos hablar?"
- Manuel: "¿Qué necesitas, Any?"
Estaba tan cortante.
- Any: "No quiero que te sientas incómodo. Sé lo difícil que puede ser todo esto para ti. Por favor, si hay algo que pueda hacer para aliviar un poco la carga, dímelo."
Manuel ríe con un poco de sarcasmo.
- Manuel: "A ver, Anahí. Yo creo que estamos bastante grandecitos ya para eso. No necesito que me ayudes. Lo único que necesito es tiempo y espacio para asimilar lo que está pasando y lo que va a pasar. Esto no es nada fácil para mi. Especialmente porque están mis hijos de por medio. Lo único que sí te voy a pedir es que pienses bien las cosas. El te falló ya una vez. Me daría mucha lástima que volvieras a pasar por lo mismo."
Me dió muchísimo coraje el comentario de Manuel. Por más que le duela el proceso, no tiene ningún derecho de hablar sobre mi relación con Poncho.
Increíble. Lo que me faltaba.
- Any: "Manuel, te voy a pedir que dejes mi relación con Poncho fuera de esto. De ahora en adelante, nuestro único problema será manejar a los niños y asegurarnos de que no sientan ni un poco del dolor que tú y que yo podamos estar sintiendo. De mi relación con él me encargo yo. ¿De acuerdo?"
- Manuel: "Anahi, tengo mucho coraje. Es que no puedo entender como de la noche a la mañana cambias de parecer. Hace unas semanas era yo el amor de tu vida, ¿recuerdas? Era yo con quien querías pasar el resto de tu vida.Estoy confundido. Explícame, Anahí. ¿Qué te da él que no te puedo dar yo?" Dijo levantando la voz con coraje y frustración.
- Any: "Manuel, baja la voz por favor. Los niños están en la sala y nos pueden escuchar."
- Manuel: "Perdón."
- Any: "Nunca mentí, Manuel. Yo pensaba que pasaría mi vida junto a ti, pero las cosas no siempre son como lo planeamos. Cuando comencé mi relación contigo tú sabías muy bien en el estado en que yo estaba. Y si tanto quieres hablar de esto, lo haremos. Alfonso siempre ha sido el amor más intenso que yo he tenido. Y eso creo que tú lo sabías.  Mi relación con él nunca tuvo fin; nunca pudimos cerrar ese capítulo. Cuando él y yo terminamos, rápido empecé a salir contigo. No tuve tiempo de sanar, Manuel. Al él regresar a mi vida, todos los sentimientos que un día creí enterrados, regresaron y los siento a flor de piel. No es justo para ti mentirte de esa manera. Seguir a tu lado hubiese sido vivir en una mentira y nadie merece eso. No quiero que por tu mente pase que me fallaste o que no me pudiste dar lo que necesitaba. Creo que me diste demás. Es simplemente que mi corazón me pide a gritos seguirlo; vivir. Y yo me siento viva cuando estoy con él. Perdóname, de verdad. No quiero lastimarte."
Manuel miraba el suelo perdido en sus pensamientos. Me encantaría saber lo que está pensando.
- Manuel: "Entiendo. Creo que no hay mucho que pueda hacer a este punto." Suspiró. "Esta noche me regreso a México. Podemos decir que es por motivos de trabajo. La niñera se quedará para ayudarte con los niños. Regresaré por ellos el domingo en la mañana para llevármelos a México y que no pierdan sus clases. Para el próximo concierto me quedaré para no levantar sospechas."
Asentí en silencio. No quiero discutir más. La noche llegó y fuimos al aeropuerto y me regresé con los niños al hotel. Pasamos la noche viendo películas, ordenamos comida y jugamos un rato.
Al otro día teníamos concierto. Manu estaba emocionado porque se treparía en la tarima de nuevo. Es su parte favorita del concierto. El concierto estuvo lleno de buenas energías como siempre. La niñera me ayudó con los niños durante el concierto y yo me encargué de ellos cuando regresamos al hotel. El sábado en la mañana me senté con los niños mientras desayunábamos y buscamos lugares divertidos para visitar en el area de Virginia. Pasamos todo el día jugando y recorriendo la ciudad ya que Manuel vendría por ellos mañana en la mañana. Cuando regresamos al hotel hicimos la rutina de todas las noches y los niños se quedaron dormidos luego de leerles un libro.
Me acosté y le marqué a Poncho.
- Poncho: "Hola, mi amor. ¿Cómo está todo?"
- Any: "Las cosas están tranquilas. Un poco tensas, pero tranquilas. Han sido dos días emocionalmente cargados, pero sé que pronto todo volverá a la normalidad. Te extraño mucho."
- Poncho: "Yo también a ti. ¿Cuando estarás libre de nuevo?"
- Any: "Ya mañana en la tarde estoy libre hasta el miércoles que salimos para Greensboro, North Carolina. ¿En dónde estarás tú?"
- Poncho: "Estaré en Los Angeles grabando."
- Any: "Envíame la ubicación. Ahora quiero ser yo quien llegue a ti."
- Poncho: "¿Estás segura, Any?"
- Any: "Sí. Necesito alejarme un poco de este caos. Allá hablamos de lo que hablé con Manuel."
- Poncho: "Está bien. Ahora mismo te paso la información. Te amo, mi amor. ¡No puedo esperar a verte, abrazarte y besarte!"
- Any: "Yo también a ti. Mañana hablamos. Que descanses."
Colgamos y me acosté a dormir. Ya mañana los niños regresaban a México con Manuel y yo salgo para Los Angeles.

ReencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora